UNA FLOR DE SANGRE

EL INTERROGATORIO

Estoy en un cuarto pequeño de paredes grises con una mesa metálica en el centro con una silla. El guardia q me llevó a la sala me empujó adentro, me senté en la silla, donde me acomodaron las manos en dos grilletes de acero sujetados a la mesa. Ahora no sé qué más decir.

P: Y ahora qué amigo?

G: Tú te esperas a q llegue el fiscal Carson. Sólo no te muevas de aquí, si es q puedes. Ja, ja!

El guardia se ríe un rato. Luego entra Carson con un maletín grande. Trae otra silla y se sienta frente a mí. Pone el maletín a un lado de la mesa.

C: Déjanos a solas, agente Grey.

El guardia sale del cuarto y cierra el puerta. Carson señala una ventana grande donde se ven un grupo de policías viendo el interrogatorio. Entre ellos está Chuck.

C: Sabes por qué traje a estos policías? Porque cada uno de esos oficiales tuvo un familiar o amigo, que cayó en tus manos y murió. Personas buenas que ahora estarían vivas, si no fueran por tí. Opinas lo mismo, Clinton?

No sé qué decirle. Me quedo con la cabeza gacha.

C: Ay, Philip. Y pensar que eras nuestro mejor policía. Por qué haces llamar Flos Sanguis? Así es como te llaman. Por qué?

Aprieto los puños. Me invade una sensación de ira. Pero considero que estoy maniatado y no puedo atacarlo.

P: No vuelva a llamarme así. No soy un asesino. Y no soy aquello que creen q soy. Dónde está Joe?

C: Te refieres al recluso Seymour? Está siendo interrogado en otra sala. No te preocupes, pronto lo verás, en el cuarto de la MS. Y sabes qué significan las siglas MS?

P: Sí, fiscal. Sala de Muerte Silenciosa. Me lo enseñó en mi primer día de trabajo. Inyectan a los criminales con cianuro concentrado por intravenosa y mueren en un par de segundos. Ya me puedo ir?

Carson se ríe sarcásticamente. Acerca el maletín a sus manos, enfrente mío.

C: Solo te haré dos preguntas. Y espero que me las respondas.Dónde están los reclusos q se escaparon de San Quintín? Y dónde está la señorita Sarah Williams con la Urna robada del museo de historia natural??

P: No tengo idea de cuántos prisioneros se escaparon. Y no conozco el paradero de esa mujer. Ni de la Urna de Legiones. Pero las necesito a ambas.

C: Para qué?

P: Eso no le incumbe, fiscal. Puede hacerme lo que quiera, pero no diré nada. Y no porque sea muy orgulloso, sino porque no soy Flos Sanguis.

Carson abre el maletín. Saca una bolsa con instrumentos de tortura. Primero saca unas pinzas, un alicate y un pequeño martillo de acero.

C: Bien. Pudimos hacer esto de la forma fácil, pero me obligaste a usar medidas extremas. Pon la mano derecha extendida.

Hora del dolor. Sólo no digas nada.

Extiendo la mano. Nunca me han torturado antes. Y nunca quise experimentar cómo se siente.

Carson sujeta el meñique con el alicate. Al parecer quiere destrozarme los dedos. Con la otra mano levanta el martillo. Antes de golpearme, dice:

C: Vas a hablar??

P: NO SOY FLOS SANGUIS!!!

Carson deja caer el martillo sobre el nudillo, sin piedad. Se escuchó como un maní siendo triturado. No lo aguanté más y grité. La mano se me entumeció al punto que no pude moverla. Sale sangre del dedo, arde sin parar.

C: Lo siento, Philip. Solo dime lo q necesito. La ubicación de Sarah Williams!! Ahora!!

P: Púdrete animal!!

C: Ok, pero no digas q no te lo advertí.

Sujeta la mano izquierda, y el mismo dedo. Levanta el martillo.

C: Tu voluntad es fuerte. Al igual que tu orgullo. Y ahora??

P: Que no lo sé!!

Y luego el otro meñique queda aplastado, seguido de otro grito mío. Los policías espectadores parecen disfrutarlo, excepto Chuck.

Me salen un par de lágrimas. Pero sé que puedo resistir más.