VISIONES TORMENTOSAS

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HABLA PHILIP:
Estoy desesperado. Han pasado 6 días desde que llegué a San Quintín y ya creo que han pasado 6 siglos. Todo este lugar me parece demasiado deprimente.
Antes de continuar, debo confesarles lo que ha pasado hasta ahora:

Hace 6 días fui trasladado desde Seattle a San Francisco, un viaje largo y súper aburrido. Al llegar a San Quintín me quitaron mis cosas, me dieron un uniforme y me asignaron una celda. Una celda compartida con un recluso llamado Joe Seymour. Lo primero que me dijo al llegar fue:

J: Wow, miren lo que trajo el viento. Nada más y nada menos que Philip Clinton, el famoso policía asesino.

Lo miré a los ojos. Tenía ojos verdes y cabello corto y con tintes rojos.

P: Supongo que debo compartir celda. Y no pareces ser de por aquí.

J: Mi padre era de Escocia y mi madre era londinense. Me escapé de Inglaterra y vine aquí a empezar mi carrera criminal.

Me reí. Puse mis implementos de aseo en mi catre.

P: Cómo es q terminaste en este hoyo?

J: Después de robar un banco en Los Ángeles, traté de volar a España, pero la policía me pilló en el aeropuerto y me atraparon. Y tú??

P: Ayy. Es una larga historia. Si no te importa, tengo sueño y ya van a apagar las luces. Hora de dormir.

Joe se acostó en su catre y giró hacia la pared. Yo hice lo mismo. La cama era dura, sólo tenía un colchón relleno de arena y una sábana polvorienta con huecos. Pero tenía tanto sueño que me dormí.

Eso fue la primera noche. Poco a poco empezé a tener que acostumbrarme a ser despertado con una patada o algún insulto; incluyendo la comida, a las jornadas de trabajo, al sol y a la "higiene" de nuestra letrina ( había una sola letrina en cada celda, y obviamente mi querido amigo Joe no era muy limpio), además de las peleas, los guardias, la homosexualidad. Pero sobre todo eso, estaba preocupado por si la asesina sabía dónde estaba, y si mi amigo estaba realmente ocupado trabajando en mi liberación. Pero me dolía saber que Becky ya no está conmigo. Eso no me dejaba dormir.

Ahora, estoy flotando en el mundo de los sueños. Esa sensación en la que todo a tu alrededor desaparece y los recuerdos salen a la luz.

Me veo a mí, en la entrada de la prisión. Todo el cielo es blanco, y al entrar por la puerta, todo está vacío. No hay presos, ni guardias, y todo está sumido en un silencio aterrador.
Luego, me traslado a mi celda, dónde Joe está está en su catre durmiendo. Entro y levanto mi sábana, abro un hueco en el colchón, y en el relleno de éste había una varilla de acero. Una varilla de acero con un filo en uno de sus extremos. Una voz retumba.

V: ERES CULPABLE!

La varilla, mágicamente se levanta y vuela hacia la cabeza de Joe.

P: NO!!!

La varilla se le entierra en la cabeza y Joe pega un grito intenso. Se cae de la cama y se queda frente a mí, con la cabeza enterrada con la varilla, y el filo salido por la boca. Sale sangre a borbotones por sus ojos y con su boca. La sangre llega a mis pies, y quedo en shock.

Salgo de la celda a toda velocidad. Las celdas se van abriendo de lado a lado y todos los presos salen detrás mío, con una máscara blanca y ojos negros. Todos gritan lo mismo: CULPABLE, CULPABLE.

Cuando salgo al patio, hay cientos de guardias con batas negras y las mismas máscaras. Con los presos a un lado y al frente los guardias, me cercaron. Me agarraron entre todos. No importaba que me moviera y gritara, todos eran más fuertes que yo. Gritaba frenéticamente.

P: Ayuda!!! Aléjense de mí!!

Uno de los guardias se trae un hacha ensangrentada, con mango  de plata. Detrás del verdugo, está ella. La mujer demonio. Vestía la misma vestimenta: la chaqueta negra, los pantalones grises y rasgados.

Todos me sujetan de los brazos, de las piernas, del torso. Miro fijo a las mujer, ella me sigue mirando, y mientras el verdugo levanta el hacha, ella se corre un flequillo de pelo negro de la frente y logro ver por primera vez sus ojos, unos ojos negros con pupila roja, que emitían una sensación de muerte siniestra.

A: ERES CULPABLE!!

El sujeto deja caer el hacha sobre mí.

P: TE MALDIGO!!!

Despierto, sudo copiosamente. Joe ni se percató de mi grito. Miro la herida con forma de estrella en mi brazo, y descubro que adquirió un color negro. Eso me aterrorizó.

Y .... si la asesina está aquí??

Me asomo por una ventana diminuta. Veo las montañas, la luna la oscuridad. Entre unos árboles, veo el rostro de la asesina. Me sonríe de forma sádica.

Cierro los ojos por un segundo, y cuando veo, ya se ha ido.

Qué acaba de suceder??

UNA FLOR DE SANGREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora