UNA FLOR DE SANGRE

LA CUEVA DE LAS SOMBRAS

Estamos en la carretera. Sarah conduce, mientras q los chicos estudian las armas y cómo usarlas.

Me concentró en mirar por la ventana del auto, todavía no puedo creer lo que voy a hacer.

S: Todavía sigues pensando en... ella??

P: Más o menos. La idea de destruir a Sanguis en el cuerpo de Becky no me convence mucho.

S: Debemos hacerlo. Es la única forma para detenerla.

Joe se acerca a la ventana de su lado y se le ve aburrido.

J: Ahhh. A qué hora llegamos??

C: Paciente, Sarah dijo q era un recorrido largo.

Unos 10 minutos después, Sarah gira y se sale de la carretera, andando por el campo, con la intención de introducirse en el bosque.

P: Qué estás haciendo??!!

S: Es por aquí!!

Entramos en un pequeño claro del bosque, donde unos árboles viejos extrañamente rodean la carretera de tierra a lado y lado. Giramos a la derecha, en una zona donde los árboles ya cubren el sol. En un instante,  es como si en frente hubiera una pequeña colina de roca. Sarah frena el vehículo.

S: No podemos seguir más. El resto tendremos que escalarlo.

Salimos del auto. Joe se encarga de cargar la bolsa. Chuck carga la Urna de Legiones. Cada uno toma su arma. Estamos listos.

P: Bien. Es hora.

Subimos la colina, era un poco alta, pero fácil de escalar. Cuando llegamos a la cima, vemos la cueva con más detalle. La entrada es oscura, la entrada está cubierta con musgo y maleza. Pero los ojos de la cueva sí se ven iguales q en la foto.

C: Y exactamente por qué Sanguis se oculta en la Cueva de las Sombras??

S: Este lugar era utilizado por los nativos americanos para realizar brujerías e invocar espíritus. Unos sacerdotes ya purificaron está cueva en el siglo XVIII, pero Sanguis requiere de un lugar donde halla habido una presencia espiritual del Inframundo. Por eso no entra en lugares sagrados. Saca el agua bendita de la bolsa, Joe.

Joe obedece y saca los 4 frascos de vidrio que contenían el agua. Sarah nos pasa a cada uno un frasco.

S: Ahora rocíen el agua en la cabeza, las manos y los pies.

Le hacemos caso y lo hacemos. Cuando ya estamos lavados con el agua, metemos los frascos vacíos en la bolsa y sacamos las linternas.

C: Ahora qué??

S: Esperamos.

Unos segundos después, los ojos de la cueva se encienden con un brillo rojo.
El suelo empieza a temblar y de la boca de la cueva sale un viento q empuja cenizas y q nos empuja hacia atrás.

P: Qué está pasando??

S: Está probando sí podemos entrar!!

Al final, el viento se detiene.

J: Qué hubiera pasado si no estuviéramos purificados??

S: Sólo la cueva aspiraría nuestras almas y las enviaría al Inframundo, nada importante.

J: Ya me siento más motivado. Gracias.  

Nos ponemos las linternas en la cabeza, las encendemos , y entramos. Sarah, de forma cariñosa, me toma de la mano.

S: Va a funcionar, Philip.

Le sonreí, tomo mi espada de la mano derecha y la linterna en la izquierda.

Hora de la acción, Phil.

Caminamos, pisando con cuidado, vigilando nuestros pasos. Chuck carga su arma con la izquierda ,y carga con fuerza la Urna con la derecha. El interior de la cueva no es diferente a la de las otras. Durante el trayecto oímos susurros, vemos algunos cráneos humanos y manchas de sangre en las paredes y en el suelo. Por el momento, no ha pasado nada.

Llegamos a un sendero de rocas  un tanto angosto donde el nivel del agua nos moja los tobillos. Sarah nos conduce con cuidado.

S: Procuren no tocar las paredes. Sanguis sabe que estamos aquí y no durará en crear trampas.

El agua está tibia. Eso me incomoda.
Joe está tambaleándose, ya q el suelo está desnivelado.

Cuando doy otro paso con el pie derecho, el agua se vuelve viscosa.

P: Acaso esto es un pantano??

Sarah se detiene.

S: Creo q esto no es agua. Hay que avanzar más rápido.

Trato de hacerlo. Pero mis pies no se pueden despegar del suelo. Cuando logro sacar mi pie, me quedo congelado del pánico. El agua se volvió sangre  negra y espesa, el pie q saco queda remojado en eso.

S: No puede ser!!! CORRAMOS!!

Tratamos de correr, pero cuando lo hacemos, unas cuerdas rojas nos sujetan los pies. Nos tambaleamos y en ese momento, toco una pared accidentalmente. Mi mano se hunde en la pared de roca, q se desbarata como si fuera harina en terrones.

C: Philip!!

Saco la mano, y como si no pudiera ponerse peor, salen unos centípedos   negros q me saltan en el brazo y uno de ellos me pica. Sarah y los demás nos sacudimos tratando de quitarnos los insectos y salimos corriendo.

Llegamos a la orilla, donde tomamos aliento. El brazo en el q me picó el centípedo arde intensamente como fuego. Sarah saca de la bolsa un pequeño paquete de un ungüento blanco. Me lo soba en el lugar de la picadura.

P: Qué es esa crema?

S: Un ungüento hecho a base de mentol y hierbas medicinales. Ya casi no te arde??

Asiento y miro a los demás. Todavía tienen sus armas. Le pregunto a Joe si todo está bien, él asiente. Pero Chuck se queda mirando el riachuelo de sangre, q volvió a ser agua mágicamente.

P: Qué sucede, Chuck? Y la Urna?!!

Chuck, frío y callado señala el agua.

C: Se... se me cayó allá.

S: Ah, carajo?!! Voy a ir porque ella, ustedes sigan adelante.

P: No!! Es una trampa!!!

El lugar se empieza a llenar de una densa neblina. Le tomo el brazo, pero ella se suelta y corre al riachuelo. Se agacha y toma la Urna, pero la neblina se vuelve cada vez más densa. Lo último que escucho de ella es un grito y alcanzo a ver como es arrastrada hasta el fondo del riachuelo, q de la nada se vuelve hondo.

P: Sarah!!! Noooo!!!

Nos levantamos y tratamos de avanzar, pero en un instante, se rompe una pared de la cueva y sale una mano huesuda y negra q agarra a Chuck por el cuello y se lo lleva a Dios sabe dónde.

P: CHUCK!!!

Joe sostiene su arma con fuerza. Pero no le sirve de nada, porque cada vez no logro reconocer la silueta de él por la niebla, ni siquiera con las linternas.

J: Philip...

Miro la silueta de Joe, y detecto la de una sombra atrás de él.

P: Cuidado!!! Atrás..!!

La sombra lo agarra y lo arrastra entre la niebla, quedando en el aire el grito de Ayúdame.

Estoy completamente solo. Me arrodillo,y cuando pienso que la situación no se puede poner peor, la tierra tiembla debajo de mis pies y se rompe, haciendo que caiga hacia un triste e inesperado final.