Capítulo 17

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Empezó a soñar sobre su infancia, recordaba como grandes reyes visitaban su mundo que se encontraba lleno de Gigantes de Hielo, esos hombres que venían de mundos lejanos con el propósito de ver a su padre, el rey Laufey junto con su esposa Farbauti, para Loki era maravilloso y nuevo a la vez ya que siempre se quedaba en el calabozo donde dormía y comía. Su hermano mayor lo trataba de una manera despreciable, insultandolo, golpeándolo, a cambio su otro hermano el más pequeño, lo trataba de una forma agradable para que no se sintiera odiado por otras personas como su familia.

También recordaba que muy pocas personas se olvidaban de su existencia, fingiendo que los reyes nada más tenían dos hijos y que uno de ellos se volvería rey. A veces sentía que no permanecía en ese lugar lleno de desprecio e inseguridad no tenia un momento de felicidad e incluso un festejo por haber nacido, solo rencor que comenzaba a crecer en su interior; cuando pasaban los años Loki se sentía más solitario que nunca deseando a los dioses que un día llegará su hora de muerte, sin embargo eso jamás llegaría.

Una vez al año Loki podía salir del calabozo para conocer su pueblo, se sentía tan feliz de de poder ver a mucha gente, pero había un problema, esas personas lo veían con un rostro de desagrado al verlo tan pequeño como un ser que no tuviera mucha gracia o el porqué sigue con vida, eso le molestaba mucho que ya no prefirió más salir del palacio y regresa a donde permanecía. Un día Byleistr le perdió a sus padres como regalo de cumpleaños que Loki estuviera con él todo el día hasta la medianoche prometió que no haría un tontería o pone en peligro a su hermano, al principio se rehusaron pero como se trataba del más pequeño aceptaron al final.

-¿A donde me llevan?- dijo el pelinegro que iba escoltado por dos guardias, no tenia la mínima idea de lo que estaba sucediendo hasta que llego a una gran puerta hecha de hielo. Cuando la abrieron vio a su hermano tan feliz que de inmediato Byleistr lo cargo como un muñeco de trapo.- Byleistr, me estás asfixiando.

-Lo siento.- lo bajo con cuidado- Estoy tan feliz que estés aquí.

-¿Por qué?- nadie en su vida le había dicho eso, Loki tuvo que aguantarse las ganas de llorar no quería demostrar lo indefenso que es.

-Por que eres mi hermano- mostró una sonrisa.- Mas aparte creo que alguien se le olvidó que día es hoy.

-Tendras que perdonarme, porque sinceramente no sé qué día es.

-Es mi cumpleaños, tontito.- soltó una risa, Loki se quedó sorprendido se había olvidado el cumpleaños de su hermano, pero no comprendía el porqué se estaba riendo, si fuera otra persona ya se habría enojado.

-...Feliz cumpleaños.

-Gracias. 

-¿Que pediste de regalo?- se sentó en la gran cama que al principio le costó subirse por lo enano que está, que tuvo que pedir ayuda.

-Les dije que quería pasar mi cumpleaños contigo.

Loki al escuchar esas palabras no resistió a que se le escapara una lágrima demostrándole a su hermano una sonrisa y un gracias. Durante el transcurso del día se la paso jugando como si fuera un niño pequeño que nunca en su vida hubiera sentido esa experiencia por primera vez.
A partir de ese cumpleaños, Byleistr siempre quería que su hermano estuviera con él como un regalo para ambos.

Llegó un día de sorpresa y que ese día nunca lo olvidaría. Recordaba perfectamente que había sucedido, las acciones y palabras que ocurrieron. Había sido torturado por unas cuantas personas que nunca había visto, recibiendo golpes por donde sea y que no paraba de sangrar quedando casi al borde de la muerte mientras que su padre se quedaba viendo con una sonrisa como si estuviera disfrutando lo que le pasará a su hijo.

-Ya dejen de golpearlo- dijo Laufey, una persona agarró a Loki por el cabello para que alzará su rostro y viera al rey. Al parecer su padre llamo a unos hombres de Svartálfaheim pero en ellos había algo extraño en su apariencia, sus orejas eran puntiagudas sus ojos no se lograban ver muy bien por una máscara negra que llevaban. -Aqui esta su paga.

Les entrego tres bolsas pequeñas que en ellas contenían monedas de oro, salieron de ahí dejando nada más al rey y a Loki solos, mientras que el pelinegro trataba de levantarse pero le era inútil cada vez que tosia escupía sangre.

-Haber si con esto te basto para que no vuelvas a comete una estupidez.- contesto con un enojo y con mirada de desagrado al ver a Loki en ese estado, le daba asco de solo verlo.- Mandaré a un nueva sirvienta para que te ayude a limpiar tu porquería.

El rey Laufey iba ya de salida pero antes volteó a ver por última vez a Loki que ya se encontraba apoyado en una pared.- Eres mi mayor fracaso y una vergüenza para esta raza¿Lo sabías?

Dicho esto salio sin decir ni una palabra mas, Loki sabía perfectamente que no encajaba en esa "familia"  que está llena de odio (excepto Byleistr). A veces se preguntaba cuándo va ser ese día de salir de ahí y conoce mundos, sentirse libre por primera vez, ser feliz, ser amado por alguien y que le diga palabras hermosas, no tener el desprecio de nadie, se aceptado tal como es. Sin embargo, el día que salió de ahí por unos guardias  de Asgard fue cuando comprendió que su vida seguiría siendo miserable.

Tal vez eso no era un sueño hermoso como atrás personas comunes tienen pero para Loki fue una pesadilla que al parecer no va llegar su final feliz, le dolía recordar aquellos momentos de humillación que pasaba cada segundo de su vida esperando que la muerte fuera por él y que parará de sufrir. Hubo momentos en que se le pasaba bien con su hermano, pero nunca llegaba a satisfacer su deseo de tan solo de tener una pizca de felicidad, por que sabía bien Loki que él no nació para eso.



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