Sólo mío

Capítulo 25

El viaje fue rápido a través del Bifröst que es custodiado por Heimdall al estar ahí inmediatamente Loki se transformó en jötun mostrando esos rasgos azules y esos ojos carmesí junto con ese cabello tan negro como la noche que le llegaba casi a la cadera. Caminaron por un puente de hielo que en las esquinas hay unas estatuas grandes con una figura de un oso al cruzarlo se encontraron con unas casas bastante grandes hechas de hielo, la gente que estaba ahí se les quedaron viendo y más a Loki que vestía igual a los Asgardianos.

Llegaron al castillo que un guardia les abrió mostrando una cara de desagrado y en el trono real se podía ver la silueta de Helblindi con un rostro impotente, este se levantó y se dirigió hacia esas personas pequeñas que con una sola patada podría matarlos.

—¿Que están haciendo aquí? ¡No son bienvenidos! ¡Y más tú!— dijo señalando a Loki y él sabía que no iba ser aceptado.

—Por órdenes del rey de Asgard— contesto Balder— Loki y nosotros tenemos que quedarnos aquí, en jotunheim.

—¡No pueden!—grito una voz femenina que salía de un muro, es Farbauti. Frigga al escuchar la voz de su vieja amiga sintió una nostalgia al recordar aquellos momentos que pasaron juntas.—¡Así que largo!

Frigga se puso enfrente de su hijo y de Loki dando una señal de que ella se encargaría.—Farbauti ¿Podemos hablar a solas?—hablo—como en los viejos tiempos.

La gigante de hielo miro a Helblindi dándole una seña de que la dejarán sola y este obedeció de inmediato pero con una mala cara—¡Sigyn!—grito el nombre de la mencionada y ella apareció rápido, volteó a ver a los Asgardianos y por la expresión que hizo no le agradó mucho, pero a ver a Loki sintió una sensación de abrazarlo—Lleva a estos Æsir a una habitación privada y a Loki mándalo con Byleistr—Sigyn obedeció y los acompaño por un camino que Loki desconoció, ya que solo se sabía el camino hacia la habitación de su hermano.

—Ha pasado mucho tiempo ¿No lo crees?— la primera en hablar fue Frigga que no dejaba de ver a su amiga y por lo que notó había cambiado bastante.

—Tienes razón—respondio cruzando sus brazos—Veo que han cuidado bien al bastardo de mi hijo Loki.

—Farbauti, no hables así de tu propio hijo— dijo Frigga, en los pocos meses que estuvo el pelinegro en Asgard la reina conoció bien a Loki hasta tenerle afecto.

—¿Por qué? Si por culpa de él, mi marido está muerto.

—No es culpa de Loki, sino de mi hijo Thor que últimamente no ha tomado buenas desiciones.

—En esa parte tienes toda la razón Frigga, siempre la has tenido. Sin embargo no quita el hecho de que Loki traer desgracia a cada lugar donde vaya— en esas palabras se podía escuchar un tipo de odio hacia el pelinegro y a Frigga no le agradaba del todo—¿Acaso en tu hogar no trajo problemas?

—No, él solo ha querido aprender cosas de Asgard y de Jotunheim. Aprender cosas que nunca había visto y al descubrirlas ver su rostro de felicidad— contesto con un orgullo— Loki es una persona que necesita amor y que alguien lo comprendan.

—Entiendo. Veo que le tienes cariño.

—Si.

—¿A qué han venido, Frigga?— dice sentándose en el trono real.

—Mi hijo Thor quiere que Loki este en su hogar y yo me ofrecí en estar con él por una razón.

—¿Y cuál es esa razón?— preguntó

—Tu hijo al que tanto desprecias, esta esperando un bebé y ese bebé es de Thor. ¿Sabes que significa?

—Significa que ambos reinos se van unir a través de ese mocoso que espera— Farbauti no parecía sorprendida al contrario en sus ojos se podía ver una maldad como si estuviera planeando algo. — se pueden quedar el tiempo que gusten pero con una sola condición.

—¿Cuál?

—Que no salgan del palacio y más Loki. Y después de que se recupere o antes de que nazca, pueden irse de Jotunheim— dijo la gigante levantándose y saliendo de la sala dejando a Frigga. En pocos segundos Sigyn aparece con un nerviosismo que no podía ocultar.

—Su majestad— dice la muchacha— por aquí— llevó a la reina de Asgard por unos pasillos de hielo que en cualquier momento sintió que se iba a caer.

—Veo que no has cambiado en nada, Sigyn— dice Frigga tratando de mantener el equilibrio.— ¿Cómo llegaste aquí? Pensé que Odín te había desterrado.

—Lo hizo, su majestad. Solo que estuve recorriendo los nueve mundos hasta que decidí quedarme aquí.

—Ya veo— ambas mujeres se detuvieron en una gran puerta de cristal al abrirla, se hallaba una cama bastante grande con un cobertor hecho de piel de oso y unas almohadas en el centro una mesa de madera con dos sillas en una de las esquinas está la chimenea donde el hielo no se podía derretir.

—Si necesita algo puede llamarme— sale de la habitación cerrando las  puertas.

Por lo mientras en Asgard Thor se encuentra sentado en su trono recordando aquellos labios tan dulces y ese cuerpo hermoso que le hacía estremecer. Se sentía estúpido al recordar todo eso de Loki, necesitaba despejar su mente así que decidió ir al campo de entrenamiento; en los calabozos Fandral está sentado en una esquina esperando que alguien venga a sacarlo de ahí y poder ir con Loki para cumplir su promesa de nunca dejarlo solo.