❇Cambio❇

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Ante lo que dijo, evite soltar cualquier muestra de decepción, solo había sacado mis papeles para que los vea, dándoselos, evitando el contacto físico. Estaba seguro que si tocaba sus manos recordaría su mano quitando los cabellos de mi frente antes de depositar un beso en esta. Deje que los leyera en silencio, sin interrumpirlo o volver a intentar hacer una charla. O al menos esa era la intención.

-Gakushuu.

-¿Si?.- Me responde, mientras aun sigue mirando mis papeles, pasando de manera rápida.

-¿Hace cuanto que trabajas aquí?

-Llevo un año.- Me responde, a lo que sonrió intentando que la vea.

-Voy a intentar alcanzarte.

-Si, sigue lo intentando.- Me vuelve a responder, quitando mi sonrisa mientras le observó antes de posar mi mejilla en mi mano mientras recargo esta en la mesa.

-Sigues siendo el mismo aburrido de siempre.

-¿Y?

-Me alegra que eso no haya cambiado.- Mencione, logrando hacer que dejara de mirar mis papeles antes de fijar su vista en mi, me le quedo observando, sus pequeños flequillos en la frente se han juntado solo a un lado, creando un copete que no llega ni a taparle ni un poco los ojos, miro detenidamente sus ojos, son lo único que más eh notado que ha cambiado. Me les quedo mirando. Buscando en ellos el brillo que aun sin llegar a hacer eso, tenía al verme. Pero enseguida veo como aparta la mirada.- ¿Te ha ocurrido algo interesante mientras no estuvimos juntos?

-Nada.

-¿Alguna novia?

-Solo tres.- Bueno, al menos se que no estuvo tan deprimido de que destrozara su corazón.

-¿Y sigues con alguna de ellas?

-No.

-Detente.- Dije de una vez, harto de sus palabras cortas.

-¿De que hablas?

-Sabes de que hablo. Me tratas como una basura y evitas hablar demasiado. Antes te la pasabas hablándome de tus logros, ahora es nada.

-¿Y que quieres que te cuente exactamente? Mi vida es aburrida, es solo una vida rutinaria que sigo todos los días sin ningún cambio.

-¿Sigues con eso? Creía que al menos hacías algo diferente.

-No tengo tiempo para esas cosas.

-Si tienes tiempo.- Le digo.- ¿O acaso ya no recuerdas las veces en las que estábamos juntos?

-Eso fue antes, ya te lo dije, las cosas cambian.

-No, estoy seguro de que tienes el suficiente tiempo como para cambiar un poco tu rutina.

-¿Y que cambiaría? Seria el mismo de siempre.

-Antes comencé a cambiar tu rutina y cambiaste.

-¿Y recuerdas que tipo de cambio hiciste?.- Me recuerda, y enseguida le miro, observando esos ojos mirarme con una pequeña pizca de dolor, demasiado bien disimulada.- ¿Lo recuerdas?

-Si.

-¿Y que cambio hiciste?.- Me pregunta, sin apartar la mirada de sus ojos ni él la mía.- ¿Que me pediste que incluyera?

-....- Dude unos segundos en decirlo, pero me estaba retando, y no iba a dar mi brazo a torcer.- El sexo.

-¿Con quien?

-Conmigo.- Digo de una vez, la palabra sexo/conmigo, me hizo de nuevo ver el pesado.

Sus manos tomando mi cuerpo, sus labios devorando los mios, mordiéndolos con gentileza, muerdo su labio inferior, lamiendo la sangre que sale de estos, mi forma de despedida de ellos antes de bajar, comenzando a chupar su miembro mientras escuchaba sus jadeos y gruñidos, sus leves tirones en mi cabello.

Difícil (Asakar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora