❇Toque❇

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Eso me pasa por no haberme preparado nada, además de haber salido sin mi cartera. Genial, ahora tendré que sobrevivir todo lo que resta del día para probar algo. Vamos, incluso Hirito ya se fue, y es demasiado lento en su trabajo. Bueno, no tengo de que quejarme, soy un flojo que no le gusta levantarse temprano ni siquiera para el trabajo. Eh llegado 10 minutos tarde, eh molestado a mi compañero, eh molestado a Gakushuu, y un montón de cosas que se repitieron más de una vez, mas incomodidades entre nosotros. Y ahora tengo mucha hambre. ¿Que haré? No es como si me cayera un milagro y tuviera una oportunidad de algo, tal vez comida o hablar con Gakushuu. Aunque lo mas probable es que él ya este almorzando con alguien. Bueno, iré a dejarle los trabajos, aunque pensándolo bien, ¿no deberían ser más considerados con él por el hecho en el que tiene que bajar y subir o inversa y tiene que entregar y decirles que hacer mientras el hace su trabajo en su laptop, llevándola a todas partes solo porque ellos son flojos? Aunque, ¿no por eso estamos tan avanzados con la tecnología? ¿Porque no mandar un mensaje, y no imprimir los documentos que solo vamos a leer y dar nuestra opinión? Ah, pero recuerdas que estas trabajando en un banco y no puedes hacer tal cosa.

-Que fastidio, sinceramente.- Dije para mi mismo, esperando a que el elevador llegara, entrando para tocar el número 79, donde esta la oficina de Gakushuu, y otros despachos de quien sabe quienes personas, pero no hacen nada de ruido.

Ahora que lo pienso, no eh visto a Gakushuu salir, aunque tampoco es como si fuera hacer que me invitara, después de todo iba a salir con el jefe, y no estaba para un reclamo de este ultimo por mi impuntualidad. Apenas llegue al piso 79, no espere tanto a que el elevador se abriera por completo, pues en realidad quería ir a mi casa y tomar el dinero o almorzar allá. Y como sólo tendría que dejárselos a Gakushuu, no era mucho trabajo.

Claro, hasta que te lo encuentras observando su celular y terminas chocando contra él, tirando todo los papeles que tenían y casi a ellos mismos. Si no hubiera parado casi a tiempo, estaríamos en el suelo ahora mismo.

-¿Gakushuu?.- Dije al verlo bien.

-¿Que haces aquí, Akabane? Deberías haberte ido almorzar hace 15 minutos.

-Lo mismo te digo a ti, ¿no habías salido con el jefe almorzar?.

-Se supone, pero tuvo que ir a ver a su esposa. En todo caso, ¿que haces aun aquí?

-Vine a entregarte el trabajo. Ya me iba.- Dije, antes de agacharme, notando como el hace lo mismo. Juntando entre ambos los papeles que dejamos tirados y desparramados en el suelo.

-Intenta no arrugarlos o tendrás que hacerlos de nuevo.

-Ya lo se.- Respondí, tomando uno que estaba muy cerca de las puertas del elevador, antes de ver la mano de Gakushuu dirigirse a esta, tomándolas entre ambos.

La ultima vez que toque su mano fue hace 4 años, en los cuales ninguno se hablo ni dio señales de vida o que quería comunicarse con el otro. La ultima vez que sentí su calidez, la suavidad que poseía, todo esto es tan pasteloso que aun no se porque no separamos nuestras manos y juntamos ese papel de una vez. Gire mi vista a verlo, observando sus ojos sumergidos en el pasado, la forma en como no despega su mirada de nuestras manos haciendo contacto después de mucho tiempo, en como se mantienen quietas, intentando no hacer ningún movimiento que pueda sacar al otro de su trance y separarlas de una vez. Cuando por fin se gira a verme, sus flequillos se separan, creando el antiguo peinado que antes tenia, haciéndome comparar esa mirada con la primera vez que lo hicimos, el cambio que comenzó a tener, en como sus pupilas se agrandaban al verme, de como cambio de una cara neutra a una sonriente, el rostro que ahora me doy cuenta que fue fingido comparado con los demás, la ultima vez que vi su rostro hace 4 años, y el rostro que esta poniendo ahora al verme.

El sonido que anunciaba las puertas del elevador cerrarse, nos hizo salir de nuestro trance, soltando la hoja y con eso, separando nuestras manos, teniendo ambos un papeles en el otro brazo, quedándonos firmes, mirándonos hasta que las puertas del elevador se cierran completamente, comenzando a bajar los pisos, volviendo a estar yo en el ascensor y él en el piso 79.

Recargo mi espalda en la fría pared de metal, golpeando un poco mi nuca contra esta.

¿Que fue eso? ¿Una especie de revelación? ¿Un dato que no conocía o no me di cuenta, o, fingí que no lo note? ¿Una especie de respuesta? ¿Un mensaje que nos reflejaba?

No lo se, pero cual sea que fuera la respuesta, el remolino mental que me provoco al ver su mirada, comparándola con esos dos años y medio juntos, en los cuales cambiaba, mejoraba en cada aspecto. Ahora la sentí tan vacía.

Lo único que sé es que la hoja que ambos sostuvimos, ahora se encuentra atorada entre las dos puertas del elevador, tal vez siendo maltratada por el otro lado que se quedo afuera, mientras que la otra se encuentra intacta, una hoja en dos mitades diferentes entre si. Una bien, la otra mal. Una probablemente manchada, algo rota, la otra solo se aferra al otro lado intentando no ser arrastrada también.

Cuando salí de una vez de mi trance, volví a presionar el botón al piso 79.

No, aún no, en verdad necesitamos alegrar nuestros problemas, tengo que convencerlo de una forma de que acepte hablar sobre el tema. Gakushuu no puede seguir queriendo quedarse sin desahogarse.

Apenas abrió de nuevo el elevador, me agache a tomar la hoja, lo único que tiene es suciedad y esta doblada, no me importa volver hacerla. Salí enseguida, de seguro Gakushuu esta en su oficina, dejando mis documentos en su escritorio. Apenas llegue a esta, la idea de volver a ver ese rostro me hizo dudar, pero era lo que yo había provocado y tenia que hacerle frente, de una u otra forma. Probablemente Gakushuu se sienta mal con solo verme, pero tengo que alegrar esto.

Muy bien, aquí vas.

-Gakushuu.- Le llame, abriendo su puerta, observando su espalda, notando los papeles en su escritorio. Antes de darse la vuelta, mirándome. Ya no tiene ese rostro de antes, pero si el mismo peinado, y desde esta posición, me recuerda tanto al pasado.

Solo que con la diferencia de que el me decía...

-Akabane.

Karma...

Difícil (Asakar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora