❇Contratado.❇

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-¿Que diablos haces aquí?

-Vaya, ni un saludo ni nada. ¿Te molesta que te descubra?

-¿Sobre que?.- ¿Y todavía lo pregunta?

-Me dijiste que irías a trabajar.

-Y si, voy a trabajar, pero como estos días entramos tarde, tengo la mañana libre, y me dedicó a ejercitarme.

-.....- Bien, solo puedo decir, wou, me acaba de partir toda discusión que estábamos apunto de hacer.

-¿Que haces aquí?.- Me vuelve a preguntar.

-Solo estaba corriendo y viendo los cambios en el país.

-Si, tanto como para venirme a reclamar de que también vaya a hacer ejercicio.

-Oye, solo fue porque pensé que te descubriría mintiéndome.

-¿Cuando te eh mentido?.

-¿Cuando? Pues....- Me quede pensando, recordando todo lo que había dicho tiempos atrás. Sin embargo. No encuentro nada.

-Te escuchó.

-.... Nunca.- Respondí, mirando a otro lado antes de escucharle suspirar y girar de nuevo mis ojos a verle.

-Akabane, ¿que tanto te afecta que no quiera estar contigo? Estas en Japón, la mayoría de la clase E, tus compañeros, están aquí y te en focas en mi. ¿Que buscas exactamente?

-¿Que busco?

-Podrías reunirte con tus compañeros, pero estas aquí conmigo, no te entiendo.

-Eh discutido con la mayoría de ellos.

-¿Porque?

-Ne, nada importante, solo me vieron como el malo y a pesar de mis argumentos no me creyeron.

-Hmm. No tengo idea del asunto que estas pasando, así que no pediré detalles.

-¿En cerio? Creía que los pedirías.

-No me concierne tu vida, Akabane. Ven, vamos.

-¿Eh? ¿A donde?

-¿Estas haciendo ejercicio, no? Yo también voy a hacerlo, supondría que si no puedo ir contigo a beber, puedo al menos correr hoy contigo. En fin, ¿vienes o vas a seguir con esa cara de perro abandonado que tienes?

-¿Q- Que? ¿En cerio?

-Me adelantaré mientras tanto.

-¡Eh, Gakushuu!.- Dije, antes de verle empezar a correr.

Claro, él no esperara una respuesta, ya sea negativa o asertiva, comenzara a dejarte atrás si no intentas seguirlo. Bueno, ya estoy aquí. Comencé a seguirle, corriendo detrás de él, hasta que empezó a bajar un poco la velocidad para que le alcanzara, volviendo a retomarla una vez estaba a su lado.

-¿Haces esto todos los fines de semana?

-Si, es una forma de no hacer que mi cuerpo sufra dolores por estar la mayoría del tiempo sentado o caminando.

-Oye.- Le llamó para que se gire a verme.- ¿Puedo correr estos días contigo?

-.... Claro, siempre y cuando llegues puntual porque no pienso esperarte.

-Hm, como en la escuela.- Menciono, mirando su rostro, notando como sus pupilas se mueven un poco, tal vez recordando esos tiempos.

-No estamos hiendo a la escuela, no es lo mismo. Y esos días nunca llegabas temprano.

-Pero siempre me esperabas.- Volví a notar como se quedo mirando al frente, antes de ver su rostro mirar hacia el otro extremo de la calle, mirando antes de ver la escuela kunugigaoka, observando su edificio a tan solo unos metros de nosotros.

Difícil (Asakar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora