✳Besame✳

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Solté un suspiro, mirando la hora, ¿porqué es tan seco? Le mire, observando su rostro concentrado en escribir los acuerdos que habíamos decidido, mirando sus labios por cortos segundos antes de negar.

No voy esperarte como antes. No soy el mismo que te esperaba cuando me citabas o te citaba. Pierdete.

-Gakushuu.- Le llame, sin poder lograr que sus ojos giren a verme.

-¿Que? ¿Tienes un nuevo acuerdo?.- Negué con la cabeza, logrando que se gire a verme.- ¿Entonces qué es?.

-¿Podemos hablar del pasado?.- Pregunte, quería decirle que sabia que estaba enamorado de mi. Que deseaba poder repetir las cosas, y que quería, decirle algo que había olvidado hasta que me desprecio de aquella forma en el estacionamiento, que pude volver a recordarlo.

-Estamos haciendo trabajo.

-Lo se, pero llevamos toda la semana así.

-Tengo planes dentro de dos semanas, lo que menos quisiera es que el trabajo no este terminado para cuando regrese.

-... ¿Te vas?

-Solo una semana.- Declaró, mirando sus ojos observando estos de nuevo la pantalla.

Apretando las manos convirtiéndolas en puño.

-¿Es con esa chiquilla, no es así?.- Interrogue, mirando a otro lado.

-No es de tu inconveniencia.

-Si lo es, además, me estas dejando solo.

-Recuerda que tu también hiciste lo mismo, no me vengas con tus escusas.

-No creí que te haría tanto daño, ¿de acuerdo? Pero no quiero que vayas con ella, no es como si fueras su novio y tengas que verla.

-No lo se, no sabes que tipo de relación tenemos.

-Aun si fueran novios la estarías engañando conmigo.

-¿Y no estas haciendo lo mismo con Shiota? No soy el único que estaría siendo infiel.

-Me da igual Nagisa, lo que no quiero es que estés con esa princesa.

-.... Si de verdad Shiota te da igual, no te eh visto terminar su relación, ¿que me asegura que no es otra de tus trampas solo para que no vaya?

-No es ninguna trampa. Estoy siendo sincero, Gakushuu.

-¿Si? No se nota. Y además, se supone que yo daría el día en que hablaríamos del pasado, no tu.

-Pero te conozco muy bien que sé que nunca darás un día.

-Porque no hay nada de que hablar.

-Hay mucho de que hablar.

-No es cierto, solo es tu egoísmo querien-. No le deje terminar, había jalado del cuello de su camisa, atrayendo su rostro al mio, besándolo cuando podía. Intentando transmitir mis sentimientos por este. Quería que aquella distancia se fuera, que nuestras manos se tomaran con la misma naturalidad de aquellos días. Que no siguiéramos teniendo esa sequedad con el otro solo por no querer recordar el pasado.

Cuando nos separamos solo me quede viendo sus ojos, el pequeño brillo que estos proyectaban, no podía ver bien su pequeño tono rosado en sus mejillas, pero sabía que hay estaba, porque sentía mis mejillas tan calientes y cálidas por querer expresarme de la forma correcta.

-No quiero que vayas, porque.... Siento que si vas, terminaré perdiéndote.- Y aunque estaba sonando algo exagerado, la tan sola idea de pensarlo solo merodeaba en mi mente, me hacia recordar aquel beso que se dieron. Se supone que no debería significar tanto, ya que después me beso, buscando una pequeña liberación del tormento que le daba con solo verme, una forma de expresarme cuanto extrañaba la forma en la que éramos más cercanos y confidentes. Lo muy... Cerca que estuve de decirle que si, hasta que la otra llama le gano magnitud con una palabra sin sentimientos.

Cuando sentí sus brazos rodear me, correspondo aquel gesto, abrazándole con algo de fuerza, ¿porqué el amor debía ser tan difícil y tan doloroso de aceptar? Hundí mi rostro en su hombro, escuchando su respiración y sintiendo sus latidos, tan rápidos en un bombeo que te tranquiliza.

-¿Porque quieres tanto hablar del pasado?.- Me pregunta, sintiendo su aliento chocar con mi oreja y parte de mi cabello.

-Porque hay demasiadas cosas que no quiero olvidar.

-¿Como cuales?.- Me pregunta de nuevo, respirando hondo llevando parte de su aroma a mis fosas nasales, saboreando el olor dulce y amargo que desprende.

-Cuando estábamos solos, en el consejo estudiantil y yo te ayudaba con tus deberes. Siempre que nos volteabamos a ver, nuestra manos se juntaban por debajo del escritorio. Me gustaban esos momentos.

-¿Como se que no mientes?

-Por que extraño que eso pase.- Declare, hundiéndome un poco más en su hombro, bajando una de mis manos a su mano, extraño el pequeño toque que teníamos, la sensación que nos generaba y las expresiones que hacíamos cuando eso pasaba.

Extraño tantas cosas.

-¿Y quieres volver a repetir todas esas escenas?.- Me pregunta, sintiendo su mano acercarse a la mía, tomándola, aprieto el agarre un poco, esperando que no se escape, sintiendo como hace lo mismo. A la vez me hace alejar mi rostro de su hombro, mirando sus ojos, dando mi corazón un latido muy fuerte cuando vuelvo a ver ese brillo  en estos. Extrañaba tanto verlo.

-Solo las que más extraño.

-¿Y cuales son?

-Que me beses... .... De la misma forma que antes.- Dije. La mayoría de las veces permanecíamos solo en contacto, las palabras no eran lo nuestro en cuanto a sentimientos con el otro. Pero, hay veces en las que él necesita escucharlas para que sepa que le aprecio, y si no soy capaz de decirlas siento que de nuevo se alejara como antes.

Ahora entiendo porque sentía que me ahogaba en ese instante de su confesión, porque quería que dijera que era broma pero en verdad esperaba un si, porque solo necesitaba escuchar eso de sus labios.

-Besame, Gakushuu.- Pedí.

Esta vez cuidaría más de aquellos sentimientos, de mantener esa llama que tenia para poder me confesar, pero primero tenia que apagar la llama que Lea intentaba hacer crecer.

De nuevo nuestros labios hicieron contacto, y esta vez pude sentir nuestros sentimientos juntarse. Aquella calidez que había olvidado pero que quería volver a sentirla.

No voy a poder recuperar esos cuatro años y menos la desilusión que te hice sentir.

-Gakushuu...- Le llame cuando nos separamos.- Te a.- Fui interrumpido, escuchando un tono de llamada, agachando la mirada al saber que venia del celular de Gakushuu.

Lea.















Difícil (Asakar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora