❇Primer día.❇

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-Acabas de llegar 10 minutos tarde.- Ignoro su pregunta, observándole mientras le analizó con la mirada.

No ha cambiado en nada, ni su problema de impuntualidad que antes de lo había recordado muchas veces, su forma de llamarme por mi nombre, su aspecto físico solo cambio un poco, muy poco; el cabello. Solo en eso cambio.

-Llegue tarde ayer, ¿si?.- Y su forma de contradecir me tampoco a cambiado.

-¿Aun sabiendo que tenias que estar puntual hoy?.- Pregunte, antes de darme media vuelta.- Sigueme.- Le pedí, ignorando su descarada presencia.

En verdad no ha cambiado en mucho.

Salí de la oficina, siendo seguido por él, ¿porque tenia que tocarme este trabajo? Y no me refiero al de secretario, lo acepto totalmente pero ¿en cerio tenia que estar con él unos minutos? Espere a que entrara al ascensor, mientras yo presiono el botón una vez esta dentro, comenzando a subir los pisos.

-¿Y.... Como has estado?.- Me pregunta, justamente lo que pensaba que haría, Karma no puede estar tranquilo.

-Lo normal.- Respondo, comenzando a teclear en mi laptop para enviarle un mensaje a Sajou.

Akabane acaba de llegar.

¿Ya?

Debe tener el descaro de llegar tarde su primer día.

¿Quiere que lo mande con usted?

No, dentro de poco pasare a una reunión, tendrá que ser dentro de dos horas.

Yo te mandare mensaje para que lo envíes conmigo.

Entendido.

-¿Desde cuando que trabajas? Saliste igual que yo en la preparatoria.

-Fui a una escuela extranjera, así que fue mas rápido la forma de aprendizaje.

-Debiste estar muy solo.

-Estoy acostumbrado.- Respondí, no quería ser tan especifico en lo que hice durante esos 4 años.

Solo se que me tachaban de antisocial, y a pesar de que querían aprovechar esa "debilidad" terminaron tirados en el suelo. Pero creo que es algo normal, ¿no? Lo que sucede en toda escuela, además de que me habían estado educando y preparado para estar completamente solo, sin depender de alguien.

Ni siquiera yo se como sobreviví esos 3 años, después de haber tenido dos llenos de un cariño que desconocía, de un amor que no sentí por nadie mas ni de diferente manera, una preocupación que nadie mas me ofreció.

Pero ahora estoy aquí, con la persona que me hizo sentir todo aquello, la que creo y destruyo en palabras tan fáciles de decir para el, pero tan duras y fuertes para mi.

-Antes esperabas mucho la compañía.- Menciona, haciéndome apartar la mirada para verlo.

Ese rostro solo lo mostraba cuando "intentaba" ocultar algo. No se ni porque intenta crear una conversación si le incómoda y a mi también, no debería seguir intentándolo.

-Tu mismo lo dijiste, antes.- Repetí, me dolía ser tan inexpresivo con él, antes cuando aun eramos "algo", al menos desde mi punto de vista, solo eramos así con el otro cuando estábamos enojados o muy estresados con algo de afuera que no debería afectar al otro, pero lo hacia con nuestras palabras. Porque incluso es doloroso recordar esos momentos que aveces arreglábamos con un abrazo o un pequeño e inofensivo beso. Pero eso era antes, en el ahora ya no existe.

Después de eso ambos nos quedamos en silencio, aparte la mirada igual como él, yo siguiendo mi trabajo y el buscando algo con que distraerse. Lastima que tenía que leer los logros que había hecho y todo lo demás que le hayan escrito sus profesores. Solo esperaba no seguir con ninguna conversación sobre mi o que me contara de su vida.


Cuando por fin llegamos al piso 70, las puertas se abrieron anunciando nuestra llegada. Observando a dos personas encargadas de que todo este archivado y su veracidad. Supongo que fueron a dejarme los documentos.

-Buenos días, señor Asano.- Me saludaron ambas. A lo que correspondo.

-Rin, Hitori, buenos días.

-Le hemos dejado los documentos en su oficina, iremos a repartir los demás. Buen trabajo.- Me dicen, mientras nosotros dos salimos, dejando que ambas pasen al ascensor con sus carros llenos de documentos empaquetados en diversos folder's para no confundirse.

-Buen trabajo.- Respondo, comenzando a caminar con Karma detrás de mi.

-¿Tengo que hablarles formal a todos?

-Eso no importa, mientras hagas bien tu trabajo y no molestes a los demás.- Respondo. Además si en verdad lo contratamos, no me imagino todos los días viendo su rostro. Cuando llegamos a mi oficina, inmediatamente entramos. Notando como se queda mirando alrededor.

-¿Para que tantas impresoras?

-Sabes que tengo que tener todo enseguida.- Aun si me lo mandan por un e-mail, los contratos que suelen llegar, los trabajos para los nuevos, etc. No iba a entrar en detalles.

-Por cierto, tu jefe me hablo de que su empleado a prueba les estaba causando problemas, ¿de verdad es muy malo?

-No es malo, pero se toma su tiempo en hacer las cosas bien cuando se las doy.- Dije, sentándome en la silla antes de ver a Karma sentarse enfrente de mi.

Observándole por varios segundos, sus ojos ámbar se veían igual que siempre, brillando y sin ninguna pizca de sufrimiento, mirándome detenidamente, como buscando entre sus pensamientos la ultima vez que estuvimos en esta misma posición. Y vaya que lo recuerdo.

Mi mente tan sólo no puede olvidar esos momentos, pero una llama, aunque este encendida, no quiere decir que quiera cometer el mismo error y arriesgarse de nuevo.

Tan solo la idea de recordar como siempre me buscaba en la salida, quedándose a mi lado mirándome de esa misma forma. Para al final salir juntos tomados de la mano. Siempre invadiendo me una oleada de calidez y cariño, tan solo con tomar su mano y saber que estaba hay conmigo. Para terminar engañado por una ilusión que cubría mis ojos sin dejarme ver la realidad y enfrentarla a tiempo antes de que sucediera todo eso. Porque había pensado que siempre estaría conmigo, que no necesitaba ir a una universidad extranjera, que Shiota nunca le diría que "Si", que siempre iba a poder disfrutar de esos momentos más de ahora en adelante.

Aguante la idea de soltar un suspiro.

-Tus papeles.- Pedí de una vez, no iba a darle mas vueltas al asunto, tampoco iba a seguir pensando en el pasado, nada iba a hacer que esos tiempos regresaran.
























Difícil (Asakar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora