❇Salida.❇

116 14 1
                                    

-¿Eh?.- Dije tras escuchar a Gakushuu llamarme, me sentí tan confundido sobre que decir o hacer en este momento, obviamente no tenia que temblar, Hirito se daría cuenta, no tendría que entrar en pánico y en explicarme como un loco, tampoco tenia que separarme por esta pequeñez, vamos, es...... Normal cuando te van a contratar, lo ultimo que harías seria darles un abrazo, había actuado solo por recordé el pasado, no tenia el cuchillo de anti-koro-sensei en una de mis manos, tampoco tenia una ropa normal porque tenia que vestir formal. Cuando me separe un poco para verle, me di cuenta de que había, por segunda vez, desacomodado sus flequillos, haciendo de nuevo ese peinado. Pero a diferencia, en este no sonreía como ese día y los demás. Ahora si creo que era buena idea no haberlo vuelto a ver, solo me hará recordar el pasado y sus palabras.- Lo siento, me emocione.- Dije tras separarme, ahora entiendo a lo que se refería con no hablar sobre el tema, no teníamos nada que arreglar, con un simple "lo siento" por parte de los dos era suficiente. Ni el ni yo queríamos tener una discusión solo por intentar averiguar sobre él otro.

-No hay problema. Comenzaras a trabajar en el piso 84. Felicidades.

-¡Espero verlo de vez en cuando, señor Gakushuu!

-Eso espero, Nitori. Karma.- Me llama, volteando de nuevo a verlo.- Buen trabajo.

-..... Buen trabajo, Gakushuu.- Dije.

-Su nuevo jefe les esta esperando, es mejor irnos.- Nos dice, solo vi a Hirito moverse para ir por sus cosas, mientras yo me quedaba quieto, mis cosas aun las tenia en mis manos. Solo volví a mirar a otro lado cuando sentí que algo tocaba mi vientre, girando mi vista, sintiendo y viendo a Gakushuu muy cerca, lo suficiente como para susurrarme sin que nadie más escuchara.- Quita ese rostro dolido, no se porque razón llegas tan temprano ni porque de repente me abrazas y tiemblas por ligeros segundos. Deberías controlar mejor tus acciones, Karma.

-Gakushuu.- Fue lo único que pronuncie, lo sabia, se esta burlando.































¿Que sientes? Ni siquiera yo lo se, pero parece que le afecta cuando digo su nombre, ¿no es lo mismo, verdad? Claro que nunca sabrás que siento yo cuando dices mi nombre tan a la ligera como si nunca hubiera pasado nada, pero me toca regresarte el favor, no es mi problema si te sientes dolido, ahora puedes entender porque no quiero hablar de eso. Justo cuando no te quería volver a ver, apareces y empiezas hablar sobre eso. Al menos ya puedo dejar de ver tu cara todos los días, espero que después de esto no me quieras hablar de nuevo.

Me separe justo cuando Nitori volvió con nosotros, notando como Akabane se abraza con un brazo su vientre, observando ese rostro un poco dolido.

-Vámonos. Aun tengo que decirles algo, es su ultimo trabajo juntos.

-¿Ultimo, señor Gakushuu?

-Si. Siganme mientras les doy los detalles.- Les dije, comenzando a caminar con Nitori detrás de mi, notando como Akabane aun esta en esa misma forma.- Karma.- Le llamó, captando su atención y que reaccione de una vez, antes de que nos siguiera en silencio. Una vez lo hizo y llegamos al elevador comencé a explicarles.- Dentro de una semana haremos una ceremonia, nos reuniremos con varias empresas reconocidas por los diferentes países a nuestro alrededor, quiero que hagan una lista entre ustedes dos y contraten a los chef's, también les enviare una lista donde verificaran que el platillo no este en las demás empresas. Actualicen la muy seguido.

-Esta bien, señor Gakushuu.- Me responde Nitori, volteando a ver a Akabane, notando que sigue distraído. Me dedique a no hablarle, antes de ver a Nitori bajar del elevador y su jefe esperarlo. Dándonos un corto saludo y despedida. Quedando con Akabane, mirándole antes de tocar su hombro haciendo que se sobresalte un poco.

-¿Escuchaste lo que dije, verdad?

-Dejame en paz.- Vaya carácter.

Terminamos sin hablarnos, haciendo lo mismo que con el jefe de Nitori, antes de poder bajar los cinco pisos, sonriendo dándome cuenta de que Akabane lo vio. Bien, ahora puede dejarme en paz de una vez por todas.


































-Gakushuu, ¿puedo pasar?.

-Adelante, jefe.- Dije, dejando mi trabajo de lado para recibirlo.

-¿De nuevo piensas quedarte hasta tarde?

-Si, lo estaba teniendo en cuenta.

-Hmmm, creía que al menos uno de los nuevos empleados te invitaría a beber algo.

-Las normas dictan que no pueden pasar aquí solo para saludar o querer verme sin ningún otro objetivo.

-Bueno, ¿quieres ir con nosotros? Marco, Félix, Tusika, Annie, Kalista, Yukki y yo.

-¿Van a ir a beber?

-Ya que es posible que tu y yo estemos afuera con lo de la reunión de empresas, es mejor aprovechar hoy. Se lo mucho que odias pasar tiempo con demasiada gente.

-No lo odio del todo, solo cuando me los encargan cuando terminan ebrios por completo.

-Por eso solo invite a los que no hacen eso. ¿Entonces, te animas?

-Esta bien, debes en cuando no cae mal algo de alcohol.

-Así se habla.- Me dice, a lo que dejo mi trabajo en mi escritorio, bueno, mañana lo terminaré antes de que nos vayamos a ver en que parte del parque comenzaremos a decorar.- Pero primero, algo de comida o mañana nos sentiremos muy mal y no podremos avanzar nada.

-Claro.- Respondí, además que es mejor que ir directo a beber alcohol.























-Hey, Karma.- Me llaman a lo que levantó la mirada del documento para verle.

-Señora Kaguya.

-Vaya, sigues trabajando.- Comenta antes de entrar y ver los trabajos que ya había hecho.- ¿Sabes? Para todos los empleados nuevos, se les invita a unas cuantas bebidas para celebrar su contratado oficial. ¿Quisieras venir con nosotros o tienes a alguien que te espera en casa? Tal vez una novia o un gato.

En realidad, dudo mucho que me este esperando, puede quedarse afuera tanto como quiera mientras yo le espero como un perro olvidado.

-Claro, creo que necesito un trago para celebrar.

-Genial. Vamos entonces, nos esperan los demás.

-¿Quienes irán?

-Solo los que no tienen pendientes con alguien, son muy pocos de nuestro piso. ¿Esperabas a alguien más?.- ¿Alguien más? Ha, dudo que quiera verme cuando vi su sonrisa, la misma que me lanzaba cuando solo eramos rivales.

-No, no esperaba a nadie.- Conteste, dejando mi trabajo para salir junto con ella de mi oficina y ver a mis demás compañeros. Diría que somos como unos 17.

Y ahora mismo necesito olvidar lo que ha pasado esta mañana, no es que me afecte de sobremanera. Pero me dio demasiada incomodidad.

Difícil (Asakar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora