✳Intentando Conocerte✳

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-¿Entonces fuiste al extranjero?

-Allá me especialice en mi carrera. Y a hablar otras lenguas.

-Tus padres debieron estar orgullosos de ti.

-En realidad no lo demostraban con palabras ni con expresiones. Siempre me mandaron algunos regalos mientras estaba allá, me sorprendió incluso recibirlos. Normalmente ellos no me daban nada por mis logros.

-Estoy segura de que muy en el fondo te apreciaron.

-De hecho soy su único hijo.

-Igual que yo. Aunque a diferencia de ti, ellos esperan que me case con alguien que sepa gobernar el reino, hace poco me comprometieron.

-¿Y no conoces de nada a tu prometido?

-No, han decidido que después de este show, comenzaran a entrenar me para convertirme en la reina, tendré que dejar mis pasatiempos por un largo tiempo.

-Y aun así, esta dictado que te tienes que casar cuando cumplas 18.

-Así es, pero mis padres lo han intentado muchas veces, suelen cansarse de mi, por esa razón no eh podido subir al trono, y esta vez, tengo tres años para conocer a mi prometido, aunque ellos me están dando la oportunidad de que pueda elegir un buen esposo y rey, pero tendría que ser antes de que empiecen los preparativos de la boda.

-Bueno, es una oportunidad.

-Pero conozco tan poco de la gente. Apenas si eh logrado que me dejen pasar desapercibida por otras ciudades o países, pero la mayoría de los años estoy en mi reino. No puedo pasar desapercibida por ellos.

-Tendrás que aprovechar toda esta semana que estas aquí. Así nadie te reconocerá.

-Tienes razón. Entonces creo que pediré algo dulce.- Dije, mirando los postres.

Creo que debo aprovechar que estoy con él para divertirme sabiendo que no me juzga, ni se impresiona por lo que me pasa, como si fuera algo totalmente normal.

-Camarero.- Llame, alzando la mano, llamando la atención de otros sintiéndome algo incomoda ante eso, creo que no es normal hacer eso.

-Lea.- Escucho que me llama, mirándole.- Normalmente se van a pedir los platillos en aquella fila.- Me menciona señalándola.- No hay camareros en restaurantes normales.

-Lo siento, no lo sabia. Pensaba que-

-No se disculpe, es normal que eso ocurra.- Me dice, tranquilizando me, observando que se levanta colocándose a un lado de mi.- ¿Que ibas a pedir?.

-U- un helado de fresa y chocolate grande.- Respondí con pena. No es normal que las princesas coman tanto dulce y muchas veces eso es como una humillación ante ellas. Tenemos el dulce prohibido.

-Regreso en un momento.- Me dice, dirigiéndose a aquella fila.

Que pena, acabo de hacer algo indebido y ahora obligue indirectamente a Gakushuu ir allá. Debo aprender que no estoy en reino para hacer eso.

-Oye, tu.- Escucho que alguien dice cerca de mi, levantando la mirada para verle.- ¿Puedes dejar de llamar la atención? Ya son tres veces que lo haces. Es molesto.

-Lo siento, no era mi intención. No estoy acostumbrada a estas cosas.

-Si, ¿y supondremos que tu novio si a que lo humillen?

-No es mi novio, es solo mi acompañante. Intentare ya no causar más molestias. Me disculpo.

-Claro que lo sientes, ¿pero sabes? No hay lugares libres. Tu y tu novio nos harían un favor si se fueran y nos dejaran el sitio libre para mi y mis amigas.

Difícil (Asakar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora