Conociendote (Alan Walker y Tu) ©

42. Escape

- Aún me siento mal por lo que te hice ayer - comenta Alan al separarse de mí.

- ¿Porque? No tienes porque sentirte mal.

- Lo se, pero no se, algo me dice que hice mal.

- Si es cierto, pero ya pasó, no te preocupes amor, yo ya te perdone.

- ¿Crees que podamos resolverlo de otra manera? - dice poniendo una mirada seductora.

Justo entendí lo que quería.

- Alan no, no lo vamos a hacer.

- ¿Porque no?

- Alan, estamos en casa de tus padres, la habitación de ellos esta justo pegado a la tuya, ¿Y si nos oyen?

- No lo harán.

- ¿Como lo sabes?

- Las paredes tienen un material que impide que sonido sobrepase, por cual la bulla que haremos no se escuchará en la habitación de mis padres, relajate, te quiero coger.

En cuento dijo esa palabra se me revolvió el estómago del asombro, sinceramente no me siento muy segura de querer tener relaciones con el nuevamente.

¿Porque tienes que ser insistente Alan Walker?

- Alan no lo se, me da pena.

- ¿Pena? Ya lo hemos echo antes, como tres veces.

- Igual tengo pena, pero no contigo, si no con tus padres, y tus hermanos.

- Mis hermanos lo saben, recuerda que Andreas se dio cuenta porque nos había escuchado, según el.

- No importa, no me siento segura.

- De acuerdo, si no quieres, no te puedo obligar.

- Es que si quiero, pero me da pena.

- Ya se, escapemos, los dos - propone señalando a la ventana.

- ¿Escapar? No lo se Alan, hace mucho frío afuera.

- Te doy mis abrigos, pero vamos princesa, conozco un lugar que es solo y ahí nadie nos va a molestar.

- ¿Donde?

- Ya verás, pero primero vamos.

Lo pienso por unos segundos pero decido hacerle caso, tomo mi teléfono y lo guardo en mi bolsillo, Alan me lanza una capucha roja, el se pone una negra.

Silenciosamente abre la ventana, el sale primero y yo después, nos subimos en el árbol que está pegado a su ventana y bajamos cuidadosamente.

Caminamos hasta llegar a su auto, yo entro en el asiento del copiloto y el entra al conductor, enciende el motor y pone el auto en marcha.

- ¿A donde vamos?

- Ya verás, no seas impaciente, princesa.

Suelto un profundo respiro y miro hacía la ventana.

(...)

- Princesa - me llama Alan, no me había dado cuenta de que me había dormido, me levanto y miro a mi alrededor, veo que estamos en una especie de mirador, a lo lejos veo una casita de madera, estamos en una de las montañas de Bergen, son las 12:30 de la noche, Alan me toma la mano y me lleva a la orilla, yo lo sigo y nos sentamos, vemos la hermosa ciudad iluminada con las luces nocturnas.

- Este lugar es muy tranquilo, casi nadie viene aquí, lo cual es raro, la vista es hermosa - comenta Alan mirando fijamente la ciudad.

-¿Porque me trajiste acá?

- Porque quería estar a solas contigo, en un lugar que no fuera mi habitación, además, te traje para podamos hacer ya tu sabes que, en la casita de allá.

- Estas loco Alan.

- Lo se - suelta una risa nerviosa.

- ¿Porque quieres que volvamos a tener intimidad?

- Me hace falta, y se que a ti también, además no puedes negar que lo disfrutas.

- Pues si, eso es cierto - admito.

- Tenemos toda la noche, no hay prisa, podemos quedarnos aquí un rato más.- toma mi mano y la entrelaza con la suya, su otra mano toma mi mentón y me atrae a el, el acerca su rostro al mío hasta el punto en que puedo sentir su respiración chocar en mis labios, sigue acercandose hasta juntar sus labios con los míos, iniciando un beso, le correspondo, tomo sus mejillas para intensificar el beso, nos separamos por falta de aire.

- Creo que alguien quiere salir a respirar.

Tardé un poco en entender a que se refería.

- Alan, callate - digo soltando una leve risa.

- Es la verdad.

- ¿Acaso tus hormonas están haciendo una fiesta en tu cerebro?

- Al parecer, te juro que realmente te deseo, ¿Quieres?

- ¿Ahora?¿No es muy temprano?.

- Es la hora perfecta, vamos - me extiende su mano, decido dejarme llevar y tomo su mano. Nos levantamos y caminamos hacía la pequeña casa que se encuentra ahí.

- ¿Está deshabitada?

- Si, nadie quiere vivir aquí, tal ves porque no hay suficiente espacio.

Entramos y buscamos una habitación, entramos a la primera que vimos, entramos, Alan atracó la puerta con seguro, se acerca a mi y me empieza a besar con deseo, le correspondo, intento seguir sus movimientos, logro sentir como me avienta a la cama suavemente y se sube encima de mí.

- La pasaremos muy bien, aquí nadie nos va a molestar, ya te quiero hacer mía otra vez.

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Holiii :3

¿Como están?

Yo aquí trayendoles nuevo capítulo con Alan algo cachondo 7u7

Espero les guste.

Hasta pronto.

Chauuu😙.