Parte 33: Mon amour

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33-Mon amour

**Starrk**

--Flashback—

París, ciudad de la luz. Vaya al lugar que vaya, Francia siempre será mi patria. Pues dejé muchas cosas allí....entre ellas a mi primer y segundo amor. Por aquel entonces yo solo era un joven soñador que pintaba en las calles de París y pertenecía a la bohemia. El país estaba en crisis con el hambre que nos acechaba por la pobreza, pero yo seguía manteniendo mi espíritu optimista...

Me encontraba un día dibujando en una de las calles más socorridas de la ciudad, donde se movían los ricos y turistas para sacarles algo de dinero con mis pinturas. Siempre me sentaba en el mismo soportal para pasar desapercibido y no ser echado por la policía que frecuentaba la zona para despejarla de "vagabundos" lo cual daba muy mala imagen para los extranjeros. Estaba casi anocheciendo, cuando un grupo de extranjeros pasó por allí. Hablaban en un idioma que yo desconocía, pero supuse que provenían del lejano oriente. El porte de esos hombres era intachable, en especial del que parecía el líder del grupo, un hombre alto, con una gabardina de lujo, largo cabello negro y una mirada grisácea que mataría con solo osar contemplarle. Llevaba un sombrero cubriendo gran parte de su rostro y sobre sus labios podía apreciar un espeso bigote negro dándole un aire más señorial si cupiese. Pero no fue él el que atrajo mi atención en especial, sino un niño que les acompañaba e iba dando ligeros saltitos con elegancia, mirando asombrado todo a su alrededor. Su cabello azabache revoloteaba alegremente suelto con cada impulso de su cuerpo, sus ojos azules eran grandes y vivos, más su sonrisa...sus dientes blancos, sus labios finos juguetones...era algo digno de retratar. En cuanto el grupo pasó por donde yo estaba, esperé a que el chico se distrajera mirando las pinturas que dejé en el suelo en el momento justo para captar su atención. Y así fue. Ese jovencito se quedó paralizado ante mis dibujos y pude oír una exclamación de asombro al verlos.

-¡Sugoi!....son unas pinturas muy bonitas -

Su voz era melodiosa, hechizante y cálida, pero no entendía su idioma. Yo solo hablaba francés y aún a riesgo de saber que él no me entendería, pronuncié unas palabras en voz alta.

-¿Me dejas retratar a un ángel?-

- ¿quieres pintarme?? –

-......¡¡¡!!! hablas... ¿mi idioma? -

-Jaja, ¡sí! me gusta mucho el francés, soy estudiante de idiomas-

-Genial....entonces... ¿me dejarías?-

-Si quieres....me gustan mucho tus cuadros, eres un artista-

-Soy Coyote.....Coyote Starrk-

-Que nombre más peculiar, coyote-san. Yo me llamo Soujun. Kuchiki Soujun, soy japonés-

-Guau....un japonés hablando francés...de verdad eres un ángel-

-Jajajaja eres divertido.-

-¡¡Soujun!! ¡Ven aquí!-

-Lo siento, he de irme, mi padre me espera-

-¡Espera! ¿Dónde puedo encontrarte?-

-En el hotel Plaza Atenas, cerca de la Torre Eiffel. Te esperaré fuera mañana al anochecer, cuando mi padre y sus socios estén de reunión-

Y así lo hicimos. Había algo en ese chico que me hechizó desde el primer momento. Esa noche quedamos y fue la primera de muchas. Su padre estaba de traslado en la academia militar de París, pues ocupaba un cargo de general y fortalecía alianzas entre nuestros países. Soujun era increíble. Imaginativo, inteligente, alegre...nunca estaba serio o se entristecía, escuchaba mis historias con atención y se dejaba guiar a cualquier sitio para visitarlo a la luz de la luna...en cada encuentro que teníamos me daba cuenta de que estaba enamorándome de él y no quería desperdiciar la oportunidad. Una de las veces le llevé a ver mi ático, bueno, más bien una pequeña buhardilla en la zona de la bohemia donde malvivía sin pagar alquiler. A soujun le pareció acogedora y original y una de las noches me dejó retratarle mientras miraba las estrellas sentado en el tejado. Le enseñé el dibujo cuando lo concluí y él lo acaricio maravillado, felicitándome por la obra de arte que había hecho. Yo no escuchaba sus palabras, tenía los ojos puestos en sus labios que se curvaban continuamente en una hermosa sonrisa. Tomé valor y le acerqué a mí agarrándole por la nuca para besarle.

"Arte para seducir"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora