20-El engaño perfecto
(3º Etapa: Agitada trascendencia)
**Shunsui**
Aún recuerdo ver el cielo oscuro y los copos de nieve caer lentamente sobre mi rostro entumeciéndome de frío. Otra vez había vuelto a caer en un agujero negro del que me veía imposible de trepar, el frío en mis venas me agarrotaba, mi voz era un hilo hueco que no se molestaba en salir al aire....únicamente el vaho se desprendía de mi boca con cada estremecimiento de mi cuerpo, estaba tirado en el suelo, como siempre que acababa tras beber tanto tirado en la calle....aún llevaba una botella de sake en mi mano para demostrarlo y un dolor de cabeza horrible....tenía que dejarlo...siempre lo decía pero jamás lo cumplía....no puedo dejar de beber para olvidar las penas...la vida ya no es lo que esperaba, no quiero seguir avanzando por un camino sin final...
-¿Estás muerto o aún puedo hacer algo por ti?-
Eché la vista al frente y con mi vista turbia pude apreciar a un hombre frente a mí. Llevaba un abrigo largo nada lujoso, zapatos corrientes y una bufanda alrededor de su cuello. Su boca desprendía el mismo vaho frío como la mía y en su cabello negro se depositaban los copos de nieve suavemente dándole un aspecto mágico. Esos ojos azules...me atravesaron. Sabía que me juzgaban.
-¿quién.....eres?-
-Alguien que puede ayudar a un viejo borracho como tú-
Su lengua afilada rozaba mi entendimiento. ¿Por qué alguien iba a ayudarme sin recibir nada a cambio? No es normal...en esta sociedad nadie ayuda a otro así sin más...pero él sí. Ese joven abrigado extendió su mano hacia mí para ofrecerme ayuda y yo la cogí sin imaginar la acertada decisión que hice al dejarme llevar...
-Kyoraku.... ¡Kyoraku! ¿Me recibes? Estás ido hoy-
-Eh?? ¿Qué....qué pasa?-
-Por kami....cada día estás más sordo, necesito tu ayuda-
Encaro a esos ojos azules tan serios que una vez me salvaron y sonrío. Byakuya siempre tiene la misma expresión de enfado en su rostro pese a ser aún un niñato. Aunque desprende una madurez que muchos quisieran. Él fue el que me sacó de la calle y me ofreció un hogar y trabajo....sin pedir nada a cambio. Mis años con el alcohol me habían pasado factura y aún estoy superándolo, aunque tengo esperanzas de recuperarme pronto por completo. Ahora vivo en un apartamento a las afueras de la ciudad, conocido como "los suburbios". Aunque me imaginaba algo más pobre, mi casa es discreta y cómoda para vivir. Poco sé de la vida de Byakuya. Solo sé a simple vista que es un joven de 22 años que ha hecho mella en el barrio extranjero. Es el traductor de todos los que viven aquí y al parecer amasó una gran fortuna que en un año la ha repartido con todos sus allegados. Reconstruyó algunos edificios de la zona pobre para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y está empeñado en construir una pequeña academia para sus clases, ya que en su casa no da abasto enseñando a tanto joven extranjero que emigra a nuestro país y tiene que aprender japonés a la fuerza. Es muy querido en la comunidad por sus vecinos, incluso pandillas de jóvenes problemáticos o gente peligrosa. Aquí debes sobrevivir haciéndote amigo de todos o teniendo tratos con los cabecillas, tengo suerte de que fuera Byakuya el que me encontró tirado, si no...
Él jamás me ha dado explicaciones de por qué me ayudó, aunque viéndole como se relaciona con los demás, está dispuesto a ayudar y dar su dinero a todo el que lo necesita. Su fortuna al parecer le hace uno de los jóvenes más ricos del país, pero él ha vendido sus posesiones y riquezas para seguir haciendo una vida normal. Eso le honra...y también me da curiosidad por saber cómo fue su vida antes para tomar tal decisión. Nadie regala dinero como si nada...pero él....es Byakuya. Hermético, cerrado y sin explicaciones, todo directo y estructurado, nada puede salirse de sus esquemas. Me había quedado traspuesto recordando algunas cosas del pasado cuando ha venido a avisarme para que le echara una mano. Me he propuesto ayudarle con las clases con los muchachos ya que él no puede con todo, así le agradezco lo que hizo por mí. Bajamos las escaleras, juntos y Byakuya se detiene para saludar a su vecino, Starrk, un hombre con el que me asemejo mucho físicamente. Está en compañía de otro hombre, de largo cabello blanco, ojos marrones cálidos y sonrisa cautivadora. Ukitake Jushiro.

ESTÁS LEYENDO
"Arte para seducir"
FanfictieTodos tenemos secretos, ilusiones, anhelos....adoramos los retos, nos dejamos llevar por la pasión, por la lujuria y el erotismo....y cuando conocemos a aquellos que deseamos atrapar, nos seducen con sus artes más oscuras... Bienvenidos al cóctel ma...