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Murdoc estaba recargado en el Stylo, fumando como siempre. La luz de una tienda iluminaba su serio perfil. Dio un calada al cigarrillo, para lanzar después el humo al aire.
Una sombra delgada se le acercaba. Murdoc la reconoció inmediatamente.
Se trataba de Stuart, quien volvía a casa a pie.
—Stuart, vaya que te habías tardado...
—Hola, Mudz.
—¿En dónde estabas? Te estoy esperando para llevarte a casa.
—Acompañé a Noodle a la suya.
—Es una adulta, puede irse sola.
—Yo también soy un adulto, y sin embargo me acompañas.— El azabache decidió ignorar la última frase. Tiró el cigarrillo al suelo, apagándolo con la suela de su zapato.

—Como sea... Vámonos.
—Está bien...— Murdoc abrió la puerta del Stylo, invitando a Stuart a pasar. El peliazul no dijo nada más y entró al auto. Una vez que arrancaron, Stuart reflexionaba sobre lo que Noodle le había contado sobre Murdoc.
Todas esas chicas habían sufrido bastante por él, y a Murdoc no le importaba. Su comportamiento indicaba que no estaba interesado en una relación.

Entonces, ¿por qué había escojido a Stuart?
¿Por qué rechazar a un montón de chicas lindas por un peliazul distraido? ¿Ese es el tipo de relación que Murdoc quería en su vida?
Pero entonces Stuart recordó que ni siquiera sabía qué eran. No había nada formal entre ellos, ¿o sí?
¿Eran novios?
¿Amantes?
¿Qué eran?

También recordó que Murdoc le había dicho que su experiencia con las mujeres se basaba en solo aventuras. ¿Había sido eso cierto de alguna manera? ¿O solo había sido un invento para justificar su poca heterosexualidad?
De cualquier modo, si tuvo esas aventuras, era más que claro que no había sido con las antiguas empleadas de Gorillaz.

Aún así, quedaba más que claro que Murdoc siempre había tenido interés en los hombres. Y si no tenía una que otra aventura con una chica, la tenía con un chico.
"Más que gay, Murdoc podría ser bisexual" pensó el peliazul al dar la vuelta por su calle.

Pero entonces, considerando que Murdoc ha tenido varias aventuras, y nunca una relación seria, ¿era acaso Stuart una aventura más? ¿Un simple juego para el azabache?

Las dudas daban vueltas en su cabeza. Eran demasiadas preguntas para el peliazul, quien si de por sí ya estaba confundido, ahora lo estaba cada vez más.
—Hemos llegado...— Sacando a Stuart de sus pensamientos, Murdoc dejó que el Stylo descansara. El ruido del motor era como un arrullo leve para ambos. Stuart miró a Murdoc cumplir con su rutina de quedarse con él en el auto, sin dejar de cuestionarlo todo de nuevo.

Fue entonces cuando las palabras de la japonesa resonaron en su mente : "Debes aclarar tu relación"
Stuart tomó algo de valor, decidido a cumplir con el consejo de su amiga.
—Oye, Mudz...
—¿Sí?
—Yo... Tenía una duda.
—¿Más preguntas sobre mis robos?
—No, esta es diferente...— El azabache recargó su cabeza en el asiento, suspirando algo cansado. Que Stuart le hiciera preguntas después de que casi lo dejara plantado no era algo que Murdoc considerara como "amable". Pero decidió responder, no quería ser grosero con él.
—Ok, dime tu duda. Soy todo oídos...

Stuart comenzó a jugar torpemente con sus dedos, buscando la forma más discreta de aclarar su relación.
—Eh... Tú me gustas...
—Ajá.
—Y yo te gusto... ¿No?
—Sí, me gustas mucho, Stuart.
—Entonces... Si ambos nos gustamos, ¿qué somos?— Murdoc miró a Stuart. Se le notaba un poco de nervios. El azabache pensó por un momento antes de responder.
—Bueno... Supongo que somos un par de gustadores, ¿no?

Stuart trató de no enojarse ante el chiste malo de Murdoc. "Seguro es alguna de sus bromas" pensó. Pero al ver que Murdoc no sonreía, entendió que esa había sido una respuesta seria.
—Creo que tiene sentido...— Dijo algo decepcionado. Murdoc le dio unas palmaditas en el hombro a Stuart.
—Pues sí, claro que lo tiene.
—Sí...— Murdoc se quitó el cinturón de seguridad. Se acomodó en el asiento mientras pensaba en una forma de que Stuart olvidara su anterior respuesta.
—Bueno... ¿Alguna otra pregunta?

Stuart pensó por un momento. Tal vez Murdoc no estaba listo para aclarar su relación, por lo que decidió no preguntarle sobre eso ahora. En vez de eso, volvió al asunto del ladrón.
—Umm... ¿Has robado alguna vez en otra cafetería?
—No, nunca he asistido a otra. Soy lo que se conoce como "cliente apóstol" o algo así.
—¿Cliente apóstol?
—Es cuando un cliente está satisfecho con el negocio. Tanto, que inclusive "esparce la palabra" y lo promociona. Como ser un cliente leal, pero que se la pasa recomendando el local.
—Oh, ya entiendo...— Stuart se quedaba callado mientras Murdoc daba su explicación. Al parecer, Murdoc podría ser un experto en negocios, dado a que tenía demasiados conocimientos del mundo empresarial.

—Y pues, hay muchos tipos de clientes. Por ejemplo, tú eres un cliente interno.
—¿Yo?
—Sí, los empleados son clientes también. Déjame ver cómo explicarlo...— Murdoc puso un dedo en su boca, adoptando pose de pensador. Stuart le miraba intrigado.—Cuando un cliente paga por su café, te da el dinero a ti, y tú le das el dinero al negocio. Es como si tu hubieras comprado el café y luego te hayan devuelto el dinero mediante la paga.
—Es un proceso un tanto complicado...— Stuart se rascaba la cabeza, meditando todo el asunto de los clientes. Se preguntaba cuáles otros tipos de clientes existían. Sin duda era un tema interesante.

—Tal vez suene complicado, pero si te pones a pensar en eso mientras trabajas, comenzará a tener sentido.
—Intentaré comprender. Muchas gracias.— Stuart miró su celular, revisando la hora. Eran casi las 10 p.m.
—¿Es tarde?
—¿Uh? Oh, sí. Debo irme ya a dormir. No quiero volver a llegar tarde al trabajo.
—Está bien. Descansa, Stuart.
—Tú también descansa, Mudz. Y gracias por traerme.— El peliazul bajó del Stylo. Se acomodó las ropas al caminar. De pronto, Murdoc le llamó.

—¡Hey Stu!
—¿Qué pasa?
—¿No olvidas algo?
—¿Qué?— Murdoc salió del auto, dirigiéndose a Stuart. Al estar frente a él, le dio un beso en los labios. Stuart cerró los ojos ante el corto beso. Al abrirlos de nuevo, Murdoc le sonreía.
—Olvidaste tu beso de las buenas noches.

El corazón de Stuart dio un vuelco. ¿Cómo alguien que ni siquiera sabía si era su pareja podía ser tan cursi con él?

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2Doc AU : The Sugar RobberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora