2Doc AU : The Sugar Robber

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—¡¿D-de verdad quieres que haga eso?! Digo, no sé...
—Oh, vamos, Del, ambos sabemos que tienes buena mano para los negocios. Además, no puedo hacerlo yo ahora.— Del estaba algo inseguro de aceptar. Quería ayudar a su amigo, pero se sentía nervioso. Stuart decidió apoyar la idea.
—Será un gusto tenerte en el café, ¿no es verdad, Sr. Hobbs?
—Claro, y solo será hasta que me recupere. Después podrás volver a tu trabajo normal.
—No sé... ¿Y ella que piensa?— Dijo Del, señalando a Noodle.
—Le hablé sobre esto antes de que durmiera y le agrada la idea. No puedes decirle que no a esa carita suya...

Aunque Del titubeó unos segundos, terminó aceptando el puesto. Era un favor, después de todo. Y no quería que Gorillaz o sus amigos sufrieran de nuevo. Le dio un abrazo afectuoso a Russel, quien correspondió alegre.
—Será un honor trabajar allí.
—Y nosotros estaremos felices de tenerte... Ahora, tendré que enseñarte algunas cosas sobre el manejo de la cafetería antes de cederte mi puesto.
—Claro, soy todo oídos.— Del tomó una silla cercana y se sentó cerca de su amigo. Russel miró a Stuart con una sonrisa leve.

—Y tú Stuart, puedes retirarte. Tienes a alguien que visitar, ¿recuerdas?

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Stuart volvió a la comisaría, algo ansioso por ver a Murdoc de nuevo. Llegó directamente con el oficial que lo había guiado ayer, y sin más rodeos le pidió ver a Murdoc.
—Vengo a ver a Murdoc Niccals. Necesito hablar con él.
—Bien, ven conmigo.— Respondió el oficial mientras lo guiaba de vuelta a las celdas. Stuart caminaba deprisa, dejando en varias ocasiones al oficial detrás de si. Es que de verdad necesitaba verlo.
Lo necesitaba.

Llegaron a la celda de Murdoc, donde él volvía a mirar fijamente a la pared sin notar la presencia de aquellos dos. El sonido de la porra contra los barrotes fue lo que lo hizo darse cuenta de que no estaba solo.
—¡Niccals, visita!
—Voy...
—Tienes suerte, ahora te puedes quedar por media hora.— Dijo el oficial, dirigiéndose a Stuart. Se retiró, dejándolos solos. El peliazul no dudó en volver a meter su brazo entre los barrotes.
—Mudz...
—Stuart, volviste...
—No puedo abandonarte...

Murdoc miró con algo de tristeza a Stuart. Tomó su rostro de la misma manera en que lo había tomado ayer, y pegó su frente a los barrotes de hierro. Sentía que iba a quebrarse en cualquier momento.
—Peor para ti...
—¿Por qué lo dices, Mudz?
—Van a someterme a juicio. Me asignarán un abogado, y si viene directo de la corte será más díficil convencerlo de que soy inocente...— Stuart no pudo evitar sentir su pecho oprimido ante aquella declaración.
Iba a perderlo. De eso no cabía duda.
Sin embargo, Stuart trató de no verse preocupado. Si alguien debía ser el fuerte en esto, era él.
—¿Cuándo será el juicio?
—No lo sé. Es probable que mañana. Suelen cambiar la fecha en caso de que alguien desee irrumpir.
—Ya veo...
—Stuart... No vayas a mi juicio
—¿Eh?
—No quiero verte en mi juicio, no vayas. Haz como si no te importara y déjame solo allí.

Murdoc soltó el rostro de Stuart. Le dio la espalda y se sentó en el suelo apoyándose en los barrotes. Stuart estaba preocupado por aquella petición.
—Pero... No puedo dejarte solo con el juez así, necesitas a alguno que sea testigo...
—Entiende, Stuart, no quiero que vayas. Ambos sabemos que hablas en el momento menos apropiado.
—Murdoc, olvida eso... Por favor, quiero ayudarte...
—¡No quiero que me ayudes!— El azabache pateó una de las patas de la cama, asustando a Stuart por el sonido. Abrazó sus piernas y ocultó su rostro ahí.
¿Se estaba rindiendo?

Stuart decidió sentarse con él. Juntó su espalda con la de él, con los barrotes como única separación.
—¿Por qué no quieres que te ayude?
—Si voy a la cárcel te olvidarás de mí. Y yo me olvidaré de ti. Verte en mi juicio, hará la condena más dolorosa aún...
—No voy a olvidarte.
—Sí lo harás.
—No voy a olvidarte jamás.
—Pero yo sí... Ahora déjame solo y vete. Que esta es la última vez que nos vemos...— Stuart sintió una lágrima escurrir por su mejilla. Olvidar todo así no era tan fácil.
Siempre iba a pensar en él, no importara qué.
Siempre iba a pensar en él, y en sus noches de pasión.
Siempre iba a pensar en él, no importaba si lo condenaban a cadena perpetua.

Amaba a Murdoc, y dejarlo ir sería dejar morir una parte de él.
El corazón se le estremecía de solo pensar en eso.
Fue en ese momento, que recargando su cabeza contra los barrotes, Stuart comenzó a cantar.

Anyway is so complicated for me, twilight
Waiting on the planet to turn to me, dark side
If loving you's a felony now, then I'm a renegade, riding
Trying to find tomorrow and ease in
'Til you dive in

Murdoc dejó que esa suave voz se colara por sus oídos. Tenía los ojos llorosos, porque era la última vez lo escucharía cantar para él.

Why you rolling waves over me now, that's all I need, dreaming Waiting on a lady, come find me, be forgiven
I'll be a regular guy for you, I never said I'd do that
Why you looking so beautiful to me now when you're so sad?

Murdoc se limpió las brotantes lágrimas con el dorso de la mano. Se giró levemente, para poder apreciar a su peliazul cantando.

I will always think about you That's why I'm calling you back On my way through

Murdoc se giró completamente. Arrodillado detrás de Stuart, le tocó el hombro, invitándole a que él también lo mirara. Stuart también se arrodilló frente a él, tomando sus manos entre las suyas. Ahora Murdoc era quien cantaba.

I wanna stay with you for a long time, I wanna be your stone, love
I wanna see it lay in your eyes when I'm leaving with your love

Ambos pegaron sus frentes, tratando de acercar sus rostros lo más posible. Stuart también tenía lágrimas en los ojos al escuchar a Murdoc cantarle.

I will always think about you That's why I'm calling you back 'Cause I gotta run soon

Ambos se miraron mutuamente. Sonrisas tristes en sus rostros. Se iban a extrañar, no como cuando prometieron ignorarse, sino de una forma más dolorosa, más real. Más triste aún.
Unieron entonces sus voces en un último verso, antes de ser tragados por la tristeza de abandonar a quien te lo dio todo.

I will always think about you That's why I'm calling you back On my way through...

Si tan solo los barrotes no estuvieran entre ellos, se hubieran entregado a los brazos del otro. Murdoc miró a Stuart tratando de no llorar, mientras que el peliazul no dejaba de hacerlo.
—Por favor, Stu... No me hagas esto más doloroso.
—Si no quieres que vaya a tu juicio, no lo haré.
—Gracias... Espero que entiendas que esto lo hago por el bien de ambos.— Stuart hizo lo mejor que pudo para acercar sus labios a la frente de Murdoc. La besó, y derramó unas cuantas lágrimas sobre ella. Se levantó y le dirigió una última mirada a Murdoc antes de retirarse de ahí.

—Mudz... Cuídate mucho.

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