2Doc AU : The Sugar Robber

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—E-espera... ¡Todavía no he tomado mi whisky!— Stuart era empujado por Murdoc hasta el escenario. Ansiaba quedarse con él un poco más antes de exponerse al público. Los nervios lo carcomían.
—Descuida, yo lo cuidaré y tomarás un buen trago al terminar... Claro, si es que no me lo tomo yo primero, jeje...
—¡Murdoc, no!
—Solo bromeo.— Una vez que estuvo en las escaleras que lo conducían a el escenario, Murdoc lo dejó en manos del hombre a cargo.
—¡Cambié de opinión! No quiero cantar.
—Calma, lo harás bien...— Murdoc acarició la mejilla de Stuart antes de retirarse a la mesa.— Te deseo mucha suerte, 2D.

El hombre calvo chasqueó los dedos, indicándole a Stuart que era su turno. El peliazul se preparó mentalmente. Sabía que Murdoc no iba a estar tranquilo sin que él le cantara. Debía atreverse a perder su miedo.
Por Murdoc.

El hombre tomó el micrófono mientras que la luz reflectora iluminaba la silueta de Stuart. Estaba listo para el show.
—¡Y ahora, nuestro siguiente cantante! De nombre... ¿Cuál es tu nombre?
—Stuart... Stuart Pot.
—¡Steward Pot! Cantará One More Night, de la banda Maroon5...
—Eh, es Stuart...
—Sí, sí, lo que digas Stewie... ¡Disfrutenlo!— Una ronda de aplausos de bienvenida resonó en los oídos de Stuart. No estaba acostumbrado a esta sensación de recibir aplausos.

Miró a todos lados, buscando algo de seguridad. Su mirada se cruzó con la de Murdoc, quien le animaba a cantar. El peliazul tomó el micrófono y aclaró su garganta mientras la música comenzaba a sonar.
"Murdoc, esta canción habla de algún modo sobre ti. Por favor, no dejes de escucharme..." pensó antes de abrir sus labios y dejar escapar su voz.

You and I go hard at each other like we're going to war
You and I go rough, we keep throwing things and slamming the door
You and I get so damn dysfunctional, we start keeping score
You and I get sick, yeah I know that we can't do this no more...

A medida que se acercaba al coro, Stuart notó una pequeña sonrisa en Murdoc. Esto le motivó, y lo animó a perder tímidez. Comenzó a caminar por el escenario, sin dejar de mirar al público.

But baby there you go again, there you go again, making me love you Yeah I stopped using my head, using my head, let it all go
Got you stuck on my body, on my body like a tattoo
And now I'm feeling stupid, feeling stupid crawling back to you...

Sus movimientos fueron adquieriendo ritmo. Pasaba su mano de forma coqueta por su cabello, tratando de llamar más la atención de Murdoc.
Justo cómo él lo hace siempre con él.

So I cross my heart and I hope to die
That I'll only stay with you one more night
And I know I said it a million times
But I'll only stay with you one more night...

Guiñó un ojo de forma repentina. Murdoc observó cómo colocaba su mano en su cadera, manejándola al ritmo de aquella canción pop. Stuart irradiaba verdadera felicidad al soltar su cuerpo completamente.

Try to tell you no, but my body keeps on telling you yes
Try to tell you stop, but your lipstick got me so out of breath
I'll be waking up in the morning probably hating myself
And I'll be waking up feeling satisfied but guilty as hell ...

De ahí en más, la letra repetía el estribillo y el coro varias veces. A pesar de eso, Murdoc no dejó ni un solo momento de observar a su peliazul. Notaba cómo pasaba tentadoramente sus manos por sus muslos, y estiraba su cuerpo al seguir la música. Un movimiento más así, y Murdoc hubiera jurado que iba a quitarse la camisa.
Parecía que no había nadie más en el bar, y Stuart le brindaba un espectáculo para él solo.

La canción terminó. La audiencia envolvió en aplausos a Stuart, quien miraba a todas las mesas sonreírle. Cuando miró la mesa que ocupaba Murdoc, se dio cuenta de que era el único que estaba aplaudiendo de pie.
Le había gustado, de verdad.

De una o otra forma, su aplauso era el único que Stuart necesitaba.

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La noche iba muy avanzada cuando ambos dejaron el bar. Eran áproximadamente las 2:30 de la madrugada. Murdoc conducía el Stylo, mientras que Stuart reposaba su cabeza en la ventana. A pesar de haber tomado algunas copas de alcohol, Murdoc no estaba tan ebrio como para provocar un accidente de tráfico, por lo que Stuart se sintió seguro de estar con él.
El azabache le miró, y revolvió un poco sus azulados cabellos.

—Te luciste esta noche, Stu.
—Oh, gracias... ¿Te gustó?
—Por supuesto. No conocía el verdadero potencial de tu voz hasta ahora.— Murdoc observó cómo la luz de un letrero de neón se reflejaba en las ventanas del auto. El perfil de Stuart recibía favorablemente esta luz.
—Todos me miraban... Nunca había cantado enfrente de tanta gente...
—Claro que te miraban, ¿quién podría dejar desapercibido ese lindo rostro tuyo?
—Supongo que es inevitable que la gente me mire. Soy un punto azul entre una multitud...

Murdoc estacionó el Stylo en un callejón. Stuart supo que era el mismo callejón que estaba en el barrio de Murdoc. Se quitó el cinturón, poniéndose cómodo. El azabache le acarició la barbilla.
—Y dime... ¿Es cierto lo de la canción?
—¿A qué te refieres?
—Ya sabes... No puedes evitar tener una noche más conmigo...

Stuart bajó la mirada, mirando los dedos de Murdoc subir poco a poco hasta sus labios. Abriéndolos un poco, dejó escapar un jadeo alcoholizado.

—Sí... Te deseo...— Dicho esto, Murdoc jaló a Stuart hacia sí. Besó sus labios apasionadamente, tratando de jugar con su lengua, y en consecuencia, llenándose de saliva del contrario. Tomándolo por la cintura, lo ayudó a elevarse hasta sus muslos, aprisionando su delgado cuerpo contra el volante del auto y el cuerpo del azabache.
Relamiéndose los labios, Murdoc mostró una sonrisa leve, pero seductora.

—¿Sabes? Yo también...

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