5|"Hospital"

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Mis nervios están a flor de piel, siento como si fuera a desfallecer, los recuerdos se atascan en mi cabeza, necesito golpear algo.

Respiro lentamente, es como si no pudiera moverme.

Pase una noche de mierda.
No pude pegar el ojo en toda la noche por qué cuando los cerraba, el aparecía.
Me quemaba con su cigarrillo y me cortaba las piernas con su navaja, ponía la sangre en sus labios y la saboreaba.
Simplemente no pude dormir.
Soy consiente que Eros me recogerá, y no falta mucho para eso.

Observo mis ojeras y tienen un tono grisaseo y mis labios se ven pálidos, mi piel carece del brillo que poseía por lo que ruedo los ojos, solo paso el cepilló por mi cabello color caramelo y lo dejo suelto.

No necesito máquillarme así que tomó mis botines, mis pantalones negros y un top con una chamarra suelta.

Bajo hacia el comedor y me siento con pesades.

-Tus medicinas- Mac musitó. Quiero partirle la cara.

-No soy una niña pequeña a la cual tengas que recordarle su medicamento- mi voz se tiñe de un tono molesto, el revuelve su desayuno y yo dejo la mirada fija en los huevos con tocino que tengo enfrente, simplemente no tengo hambre.

-Se que si no hago que te los tomes frente a mi no los tomarás.

Aprieto la mandíbula fuerte.

-Como sea.

Tomo las medicinas y las trago rápido, dejó el tenedor en la mesa y me levanto.

-Ya me voy- murnuro.

-Uno, no has desayunado y dos, ¿Por qué tú moto no está en la entrada?- suspiro con pesades.

-La deje en la escuela, y no tengo hambre, un vecino me llevará, el asiste en mi curso- el me mira analizandome.

-De acuerdo, a las diez es la cita con el médico, así que ve- asiento lentamente, salgo de la casa y veo a Eros.

Está recargado en el auto despreocupado, tiene un aire de superioridad y se ve imponente. El chico de los tatuajes me sonríe y me abre la puerta del auto.

-Buenos días bonita- murmura ya dentro del auto.

-Buenos días, oye, ¿Crees que me puedas dejar en el Bronx? Tengo que ir a un citio a las diez.

-Entonces te llevo a las diez y después te llevo al Bronx.

Quiero rodar los ojos.

-No eres mi chófer, se manejar Eros- el sonríe.

-Solo quiero pasar más tiempo contigo- parece arrepentirse de sus palabras al analizarlas-Por que te vez mal- añade, nos nervios se notan en su rostro, alzó las cejas.

-Yo siempre estoy bien Eros- el rie.

-Aveces te cansas de aparentar ser fuerte bonita, no lo finjas ser conmigo.

-Entonces déjame en paz.

-¿Por qué siempre estás a la defensiva?- masculla. Puedo notar la irritación en su voz.

-No lo hago- el suelta una carcajada sarcástica.

-Claro y por eso todos me dicen lo contrario- frunzo el seño.

-¿Me investigaste?- mi voz sale devil.

-No, solo me contaron que era mejor no meterme contigo, nunca pensé que tú apodo en el Ring fuera la "sangrienta"- la vergüenza tiñe mis mejillas.

-¿Que haces en el Bronx?- si rostro se descompone, puedo notar cierto nerviosismo en sus ojos.

-Peleo.

Tempestad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora