Tempestad.

8|"Casa sola"

Después de mucho rogar Eros se resignó a dejarme ir, sin antes darme un beso.

Todo es extraño, aún no proceso todo, es como si está vida no fuera mia, se siente raro fingir y seguir como si nada hubiera pasado, tal vez esto es olvidar.

No vi a Mac después, pero ya conseguí un departamento, digamos que emanuel tiene contactos, los cuales me consiguieron un alquiler bastante económico y con una muy buena ubicación.

Llegó a la casa de Mac y cierro los ojos al ver su carro.

Bajo del auto que me prestó emanuel para cargar las cosas, entro a la casa y muerdo mi labio.

-Lo siento Sky- la voz de Mac me aturde, quiero llorar, quiero gritar y quiero correr.

No digo nada, no vale la pena.
Avanzó a sancadas hacia mi cuarto, rápidamente tomo dos maletas grandes de abajo de la cama, saco todo del armario a paso rápido, nisiquiera me fijo en doblar algo, solo lo arrojó a la maleta y ya.

Siento como mis ojos se empañan, pero me trago las lágrimas, el no de merece esto.

Termino de empacar todo, tomo las dos maletas y salgo de la habitación.

-No te vallas Sky, por favor, lo siento, enserio, apenas van siete meses desde que saliste de ese infierno- quiero creerle, pero no puedo, es como si ya no confiara en lo que dice, ya no puedo creerle.

-Tienes razón, tal vez hubiera sido mejor que me dejaras morir ahí, pero sigo viva, y no te preocupes que no volverás a saber de mi- intento salir pero el me abraza, no me da pánico, me da tristeza.

-Lo siento Sky, lo siento tanto, pero es por tu bien- susurra en mi oído, el dolor está reflejado en sus palabras, siento como las lágrimas que contenia ahora salieron a la luz.

-No quiero verte en el Bronx- desago el abrazó antes de limpiarme las lágrimas-No quiero volver a verte- mis palabras duelen, todo duele.

-Cuidate Sky, y por favor, no vuelvas al Bronx, no quiero que te encuntre- frunzo el seño.

-Adios Mac.

(....)

Miro el techo, las lagrimas no han parado de salir, todo duele. Mi única familia, me dió la espalda, me mintió, me abandono, siemplemente quiero darle vuelta a la hoja, olvidar todo y seguir adelante, pero no puedo.

Han pasado dos días aproximadamente, no he salido de la cama, aún no he comida nada, y definitivamente no tomar mis medicinas hacen que el dolor se intensifique. Pero ya nada importa, no aparto la mirada del techo, es como si no pudiera moverme, es como si todo fuera como antes.

Paso un año en el que me prostituyeron, y han pasado solo siente meses donde tuve que recuperarme físicamente en uno, para en tres, entrenar todo el tiempo y a aprender cómo meterme al Bronx sin que me mataran.
Pero nada importa, es como si mi vida ya no importara, ¿Que haré si no la encuentro?¿Que haré si ella está muerta?

Mi garganta está seca, mi respiración es tan pausada, pero sigo relajada, intento no tomar el frasco de pastillas y tomarmelo todo, intento, intento y intentó recuperarme, olvidar le hecho de que Mac dijo todo eso, ignorar el hecho de que él tiene que ver en el Bronx u ignorar el hecho de que no puedo hacer nada para encontrar al tal Rodrigo.

Escucho los pasos de alguien, pero no me inmuto, sé que Emanuel tiene una copia de las llaves, así que no me interesa, de todas formas mi arma está en el buró de cama.

-Sky-. La voz de Eros me aturde, pero no volteó, sigo mirando el techo.
-Dios Sky me tenías preocupado- siento como la parte de alado de la cama se unde, toma mis mejillas en manos-Mirame Sky- volteó a verlo, y algo se rompe dentro de mi, siento cómodo se me va el aire, y mis ojos se inundan de lagrimas.-Shh, todo está bien pequeña, no llores-, Eros me abraza, se acuesta en la cama conmigo y lo abrazo de lado.

-¿Estás bien?.

-Si.

-Mentir es malo.

-Fingir que te importa es peor.

Acaricia mi cabello, cierro los ojos y siento las lágrimas caer sin César.

-Me importas Sky, más de lo que crees, enserio, por eso vine a buscarte, fue un milagro que emanuel aceptará darme tu copia del departamento- asiento lentamente, el limpia unas lágrimas.

-¿Que pasó Sky?- suspiró.

-Simplemente estoy jodida Eros, es todo- el aprieta los labios y suspira.

-Sky, te vez mal, se ve que no te has movido de esta cama y que no has dejado de llorar, tus ojitos rojos me lo conforman- besa la punta de mi nariz y sonrió un poco.

-Despues te lo diré Eros, no es fácil que te cuente todo.

-De acuerdo, traje comida china, Evan dijo que era tu favorita, comerás, te darás una dicha relajante en lo que yo te ayudo a desempacar esas maletas de la entrada y después podremos hacer lo que quieras- asiento lentamente, deja un beso casto en mis labios y sonrió.

-Gracias por venir- murmuró, el acaricia mi cabello y asiente.

-¿Que pasó con Mac?- muerdo mi labio y suspiro.

-Eros, hay cosas duras que me pasaron, y no te quiero mentir, pero tampoco te puedo decir todo, es algo muy doloroso y Mac tiene que ver, espero poder decírtelo pronto, pero para que entiendas, Mac me salvó hace siete meses de un infierno en el que estuve un año y ahora se arrepiente de haberme salvado, solo por qué estoy en el Bronx- el frunce el seño

-Pero el también está en el Bronx, aparte ¿Tus padres que opinan de eso?- cierro los ojos.

-Despues te lo explicaré, lo prometo- el asiente, me levanto de la cama y el igual, de la nada, me abraza.

-Me gustas Sky- siento como la sangre sube hasta mis mejillas-¿Que somos?.

Toma mis mejillas en manos y sonrio-: Dímelo tu.

-¿Quieres salir conmigo?.

Sonrió, es muy pronto para otra cosa-: Si, quiero salir contigo.

Me besa y siento algo removerse en mi estómago.

-Ve, calentare la comida- asíento lentamente y voy hasta la ducha.

(...)

-Te lo dije, es lo mejor- Eros niega riendose.

-De acuerdo, la película estuvo muy buena- ruedo los ojos.

-¿Irás a mi pelea?- alzó las cejas.

-¿Cuando es?.

-Hoy.

-Entonces me visto y nos vamos.

Me levanto del sillón y el me sostiene de la cintura, para seguido sentarme en sus piernas y besarme.

-Necesito que me cuentes todo Sky, necesito saber de tus demonios

-Solo no te conviertas en uno.

-Y tu no te vuelvas mi infierno.