28|"Cloe"

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-¿Y así supiste quien era el topo?- dice Eros con una gran sonrisa.

-Sip.

-Esa es mi chica- besa mi cuello.

-Rodrigo me saco de la cárcel- se tenza.

-¿Cómo?..

-Un tal max- muerde su labio.

-¿Lo conocés?- Mac entra a la sala.

-Es nuestro primo- dice Mac, frunzo el seño. ¿Por qué no lo conocía? Todo esto es una mierda.

-¿Pero de parte de mamá?- el duda y termina asintiendo no muy convencido.

-¿Cómo supiste sobre la operación Mac? Tu no estas dentro- el suspira.

-Me lo dijo emanuel, créeme que estoy más dentro de lo que crees hermanita, pero creo que no debiste de exponerte así. ¿La policía sabe tu nombre?.

Ruedo los ojos y Eros me sienta en sus piernas-:Si, para ellos como para todo el Bronx soy la sangrienta, tarado.

-Estas jugando con fuego Sky, solo no me odies cuando te quemes- se va y bufo.

-Ese idiota- mascullo. Eros suelta y a carcajada ronca.

-¿Cómo te fue en los encargos?- juego con su cabello corto y el sonríe por mi caricia.

-Fueron siete encargos, muchos le deben a emanuel por lo que veo. Pero me tocó uno que le debía demasiado, no pagó, le dimos tres advertencias pero esta vez tuve que eliminarlo- beso su nariz.

Eros da advertencia, a los hombres que deben a emanuel, dinero, drogas o servicios, aveces solo los golpes para advertirles, pero aveces tiene que eliminarlos.

-Fue un día cansado- sonrió. El besa mi cuello de nuevo y empieza a lamerlo.

La excitación crece debajo de mi al sentir su pantalón crecer pero mi teléfono empieza a sonar. Ruedo los ojos y contesto, pero Eros siegue besando mi cuello y acariciando mi cintura.

-¿Si?- digo por el teléfono.

-¡Sky!¡Quiere matarme!¡No a parado de golpearme!¡Esta como loco!¡Tenías razón!¡Por favor ayúdame!-grita Cloe, puedo escuchar golpes y me levanto rápido.

-¿¡Donde estás!?- grito exaltada, eros me sigue estás el autor y el maneja.

-¡Me encerré en el baño!¡En casa!- suelta un sollozo.

-¡No salvas de ahí Cloe!¡Voy para allá!- grito, pero entonces suelta un grito aterrador, eros acelera la velocidad y puedo oír un estruendo.-:¡Cloe!.

No escucho nada más. Tardamos unos minutos y llegamos a su casa. Goleó la puerta con mi pie y está cede; la casa está patas arriba, hay sangre en el piso, oigo gritos y corro hacia la habitación. El está ahí sobre ella, la está violando. El enojo crece en mí. Entonces antes de que Eros lo detenga me acerco a él y lo empujó. El novio de Cloe cae al piso, me mira con odió, saco mi arma y le disparó, siento como las lágrimas bajan por mis mejillas, tiemblo en mi lugar y aprito los dientes, le disparó todas la balas que tengo. Siento como si me lo hubiera hecho a mi, sé cómo se siente. La sangre cae por la alfombra del cuarto. Eros tiene en vuelta en una manta a Cloe, ella tiene el rostro lleno de golpes burdos, solloza, tiene las manos en los oído para no oír las balas, guardo mi arma.

Eros me mira fijamente, se acerca a mí y me da un besa en la frente.

-Llamare a Tomás- murmura, asiento lentamente. Tomás es quién limpia los cadáveres. Veo la puerta del baño rota, Cloe siegue llorando. Me acerco a ella y la abrazo.

-Lo siento- un nudo se instala en mi garganta. Cloe solloza en mi pecho, me uno a su llanto.

-Gracias- balbucea entre el llanto.

-Ya no te hará daño, ya no.

(...)

Muevo nerviosamente la taza entre mis manos. Le hice un té a Cloe mientras Tomás limpiaba la sangre y se llevaba el cadáver. Eros lo ayuda mientras que yo consuelo a Cloe.

-Desde que me dijiste que lo dejara me hacía esto- baja la mirada, ya no llora, más bien esta triste.-Me obligaba a acostarme con el, me....

-Te violaba- ella asiente.

-Devi de escucharte Sky. Pero no me duele que este muerto, me libera, me siento más...

-Segura- ella sonríe cálidamente.

-¿Recuerdas cuando estábamos empezando en el Bronx?- ella sonríe y asiente.

-No querías hablarme maldita perra- suelto una risa levemente.

-Yo nunca salia con ustedes y me encerraba en la sala por horas- murmuró.

-Nunca supe por qué eras así, nunca me lo dijiste- murmura y toma otro trago del té.

-¿Vez esta marca?- le muestro la cicatriz de la muñeca, frunce el seño.

-Aqui- tocó la marca levemente-Estuvo una esposa por un año- ella me mira sin entender-Me secuestraron por un año Cloe. Mi padre me prostituía, lo hizo por un año, me mantenían drogada todos los días para no poder moverme mientras me violaban, cada vez que se abría la puerta sabía lo que pasaría, no podría hablar, gritar o siquiera defenderme de ellos, y cunado me inyectaban, cuando estaba más lúcida luchaba cómo podía pero la cadena en mi muñeca me lo impedía- lágrimas pesadas caen por las orbez de Cloe. Mis ojos se cristalizan.
-Habian hombres que me torturaban, golpeban o quemaban para después violarme, por eso era así, y por eso mate a tu novio.

Ella brinca de su silla y corre a abrazarme, miro a Eros quien me mira fijamente, sus ojos también están cristalizados, el sale de la casa y Cloe me abraza, limpio una lágrima que cae por mi mejilla y sonrió como puedo.

-¿Por qué no me dijiste?- solloza-Dios Sky. Lo siento tanto.

-No confiaba en nadie, pero Eros cambio eso- limpio sus lágrimas.

-Te lo digo ahora por qué no quiero que te deprimas, quiero que salgas sin miedo, y seas feliz, por qué el ya no te hará daño.

Tempestad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora