Capítulo 28. Te quiero.

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*****Narra Sarah****

Ya no puedo correr más, estoy cansada y tengo miedo, tropiezo y caigo al suelo.

-Sabía que caerías pronto...- dice el director sudando.

-¿Y qué se supone que me vas a hacer?

-Pues para empezar...

-¡Para empezar, vas a ir a la policía!- escucho la voz de Blas a lo lejos.

Menos mal, sabía que no tardarían mucho en llegar.

Álvaro se me acerca por detrás.

-¿¡Estás bien!?- dice levantándome del suelo.

-Sí, estoy bien, tranquilo.- le abrazo.

Veo a Carlos acercarse a grandes zancadas, ni siquiera me mira, va hacia el director y le pega una bofetada.

-Vámonos...-dice Álvaro con voz enfadada, mientras nos reunimos con Blas

-¿Qué le pasa?- digo mientras le abrazo.

-No lo sé, pero está así desde que leyó el mensaje.- contesta indiferente.

Nos montamos en el coche y abrazo a Ash con todas mis fuerzas.

Ya hemos dejado a los demás en sus respectivas casas y nosotros acabamos de llegar a la nuestra.

-Carlos, ¿qué te pasa?- digo tocándole el hombro mientras abre la puerta

-Nada, no me pasa nada.- retira el hombro.

-Carlos, no seas borde...- sentencia Álvaro.

-Tú cállate.- contesta secamente.

-Bueno, pues que paséis buena noche.

-digo cabreada mientras bajo las escaleras.

-Espérame...- veo a Álvaro bajando las escaleras como una bala.

Acabamos en los columpios del parque, comiendo regaliz a la 1 de la mañana.

-Álvaro, ¿por qué haces esto?- le digo mirándole.

-¿El qué?

-Te has ido de tu propia casa para venirte conmigo, tu sonrisa, tu manera de sacarle las cosas buenas a las cosas malas, todo.

-Porque te quiero Sarah, por eso lo hago.- dice mirándome con esos ojos, que brillan más que nunca.

*****Narra Ashley*****

Todos corremos hacia el coche de Blas, que es el que más cerca está y nos dirigimos hacia el restaurante Luvela. Somos seis en un coche de cinco y conduce Dani, así que yo me siento encima de Blas. Llegamos y Dani y David se quedan en el coche vigilando la parte delantera. El resto vamos hacia la parte de atrás, divisamos al director con Sarah, y Blas grita algo mientras Álvaro, Carlos y él corren hacia ellos. Carlos, furioso con todo el mundo, le da una tremenda ostia en la cara, Blas y Álvaro corren hacia Sarah lo más rápido que pueden y Carlos se sube al coche sin mirarla.

Cuando Álvaro, Blas y Sarah llegan, me monto en el coche y le doy un tremendo abrazo a Sarah, y acabamos llorando.

Somos siete en el coche, así que Blas y yo decidimos ir andando hasta mi casa.

-¿Estás bien? No debiste haberte quitado el cabestrillo tan pronto...

-Tranquila, sanará con o sin cabestrillo, lo importante es que te tengo a ti...- dice dándome un beso.

Empezamos a caminar con su mano en mi cintura y de repente se me ocurre algo.

-¿Por qué no vas a ver a tus padres biológicos? Hace mucho que no estás con...

Frena en seco y me mira.

-No quiero verles aún. Todavía no sé si fueron ellos quienes me dejaron con los adoptivos o pasó otra cosa...

-Eso lo sabrás si se lo preguntas...

-De acuerdo, pero aún no estoy preparado...

Asiento y seguimos andando hasta mi casa, con su mano en mi cintura y de vez en cuando se para y me besa.

-Te quiero.- me dice.

-Yo muchísimo más...- le respondo.

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