*****Narra Ashley*****
Dios mío. Cuánta gente hay aquí.
La casa de Álvaro es grande, pero creo que tanta gente aquí no cabe. En fin... Blas y yo pasamos y veo a Sarah apoyada en una de las mesas de la cocina, donde hay multitud de bebidas alcohólicas.
Me acerco hacia mi mejor amiga.
-No pienso beber nada de lo que hay aquí, no quiero destrozar mi hígado...- me dice, convencida.
-Estoy de acuerdo, pero es lo que la gente quiere, alcohol. ¿Álvaro no tiene ninguna botella de Fanta o CocaCola?- me dirijo hacia la nevera. La abro y dentro sólo veo más alcohol. Aunque al fondo distingo dos botellas pequeñas de Fanta de naranja. -Esto servirá.
Saco las botellas y le paso una a Sarah, que me sonríe agradecida.
-Gracias, lo necesitaba.
Entonces, empieza a sonar la música. Si ya era difícil que Sarah y yo lográsemos oír lo que decíamos sin música, debido a los gritos que pegaba toda la gente, ahora nos va a resultar imposible.
-¿QUIERES QUE SALGAMOS FUERA Y HABLAMOS MÁS TRANQUILAS?- me propone a gritos y yo asiento.
Bajamos del edificio y suspiramos.
-Increíble el agobio que tenía ahí arriba. Espero que en Tomorrowland no estemos tan apretadas, porque si no, le devuelvo la entrada a Dani- le digo y ella ríe, mientras bebe un sorbo de su botella.
-¿Estás nerviosa?- me pregunta.
-Un poco, ten en cuenta de que no es un solo concierto, sino varios, más de veinte. Y todo en un fin de semana. Y también quiero visitar Bélgica. He buscado fotos por Google y es tan maravillosa...
-Hemos hecho lo mismo- sonríe mientras bebo-. Pero voy a echar de menos a los chicos y a mi hermano... Sobre todo a Álvaro...
-Y yo a Blas, pero un tiempo alejadas de ellos no nos vendrá mal para descansar de todo...
Asiente y de repente la puerta del edificio se abre y vemos a un chaval besándose con la que parece ser la líder de las animadoras. Sarah ríe al ver mi cara de asco.
-Blas me contó hace ya un tiempo que esa chica le llamó nuevo e intentó ligárselo. La muy tonta ha llegado este año, pero actúa como si conociera a todo el mundo, por eso le llamó nuevo. Déjala.
Sonrío, recordando aquella ostia que le metí en la cara, por puta. A mi novio no se le acerca nadie.
-Lo mejor es que la chica no se cortó, quiso ligárselo delante de mí. Qué asco de mujer, de verdad...- suspiro.
Sarah propone ir a alguna cafetería, a alejarnos un rato de todo el bullicio de la fiesta. Se me ocurre ir a nuestra cafetería, a recordar viejos tiempos, antes de que todo esto pasara. Antes de que nuestras vidas cambiasen por completo.
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Hemos pasado dos horas en nuestra vieja cafetería, recordando cosas divertidas que nos ocurrieron en el pasado, sin parar de reír.
-Tía, que son las tres de la madrugada y tenemos que coger el avión a las ocho, vamos a la fiesta a buscar a Blas y Álvaro para que nos lleven más tarde al aeropuerto- sugiere Sarah.
Asiento, le pego el último trago a mi refresco y salimos de allí.
Subimos a la fiesta y empiezo a buscar a mi novio, mientras Sar va a buscar al suyo. Pero cuando le encuentro no puedo creer lo que mis ahora llorosos ojos ven.
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Peligrosa Elección
RomanceSarah y Ashley tienen la vida del perro, beben alcohol, tienen resacas hasta en sueños, no estudian, se mantienen en el suficiente, pero a sus vidas llegarán personas que harán que éstas den un giro de 360°.