Capítulo 36. El DNI y la corbata.

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*****Narra Sarah*****

No dudo ni un segundo, me acerco a él ignorando la señal de Álvaro.

-¿Qué haces aquí?- digo secamente.

-Sólo venía a renovar mi DNI...- dice con la voz apagada y casi sin mirarme.

-Venga ya, ahora en serio.- cruzo los brazos.

-Es verdad.- mete la mano en el bolsillo del pantalón y saca lo que parece ser el DNI.

-¿Ese eres tú?- señalo la foto.

Aparece él, sin el septum, con el pelo dorado cayéndole sobre la frente.

-Sí...-sonríe.- Nadie sale bien en su foto del DNI.

-Cierto.- le devuelvo la sonrisa.

-¿Y qué haces tú aquí?

Genial, se me ha olvidado por completo.

-Carlos, tienes que hacerme un favor.-le miro seria.

-¿El qué?- responde serio.

-Peléate con Álvaro- le señalo-, pero de mentira, finge estar peleándote.

-Pero...

-Por favor.

Carlos se separa de mí, suspirando, y va directo a Álvaro, se tira encima suya y empiezan lo que aparenta ser una pelea, atrayendo a todos los policías del local.

-¡Ahora!- me digo a mí misma en voz baja.

Entro a los calabozos, que ya me los conozco de memoria, he pasado varias noches aquí con Ash en nuestra época de delincuencia, y no evito sonreír, aquella fue una gran época, sí señor.

Miro en cada celda, donde sólo hay drogadictos y prostitutas.

-Vaya, has venido a verme...- oigo su voz en la última celda.

-No he venido a verte, he venido a preguntarte.- digo seria.

-Pregúntame todo lo que quieras, cielo.- me sonríe, capullo.

-¿Quién te ha denunciado?- me acerco a los barrotes.

-¿No has sido tú?- pregunta sorprendido.

-No, yo no he sido.

-Bueno, supongo que habrá sido la otra.

-¿Qué otra?- digo extrañada.

-Ashley.- sonríe maliciosamente.

¿Ashley? No, ella no haría eso sin decime nada... ¿o sí?

*****Narra Ashley*****

Entramos en casa y Blas me dice que ha quedado para cenar con Sarah, a lo que yo hago un puchero, no quiero separarme de él.

-Bueno, es tu hermana, ve con ella, no me importa- digo sonriéndole-.

-Eres mi vida y lo sabes, gracias por entenderlo.

Sonrío y me tumbo en la cama, estoy reventada y no pasan de las ocho de la tarde... Y peor aún, ¿qué hago yo esta tarde? ¿Estudiar? Já. Nunca.

Blas se mete en mi cuarto de baño y yo cojo el portátil.

Me pongo a ver vídeos de ElRubiusOMG y paro uno de ellos cuando veo a Blas salir con su elegante traje negro, con la corbata alrededor del cuello, sin atar.

-¿Me ayudas?- dice mirándome tímidamente.

-¿Tan patoso eres que no sabes atarte una corbata?- río- Ven...

Me acerco a él y comienzo a atarle la corbata, cuando un recuerdo me viene a la mente.

-Esto me suena de algo...

Asiente, sonriendo y me da un largo beso, y no sé cómo acabamos tirados en la cama.

Peligrosa ElecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora