Capítulo 9. Mentiras.

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*****Narra Ashley*****

El dolor del puñetazo es verdaderamente espantoso.

He pegado el grito de mi vida y él me susurra que me calle, si no quería más problemas.

La puerta se abre de un gran golpe y entra David, todo sucede muy rápido.

David le pega un puñetazo al director y éste cae al suelo, pero se levanta rápidamente, dándole un certero golpe en el estómago.

David ni siquiera se tambalea y le da una patada en los testículos, me coge, me levanta y salimos corriendo de ahí.

-¿¡Ashley, estás bien!?- Me pregunta aterrado.

-Sí, sí, tranquilo.- Sonrío para tranquilizarle.

-Vamos con los chicos, antes de que se te note mucho el golpe.

Llegamos con sus amigos, y Sarah me preguntó sobre cómo me había ido con el director.

Me niego a contarle lo que ha pasado... No sé cómo reaccionaría.

Si no fuera por David...

Le miro y está completamente tranquilo, hablando con Carlos y Blas, que se ha quedado por nosotras.

-Sarah, Blas, vámonos ya a casa, quiero salir de aquí...

-Venga vamos.- Responde Blas.

Y éste sólo ha sido el primer día...

En cuanto llego a casa, veo que estoy sola.

Cojonudo.

Me pongo hielo en la parte del puñetazo y me tiro en el sofá.

Vaya mierda de cumpleaños.

De repente, mi teléfono vibra. Es una llamada. No tengo el número registrado, aún así lo cojo.

-¿Sí?- Pregunto.

-Ashley, soy David. Quería saber si has llegado bien a casa...

-Sí, tranquilo, estoy bien... Gracias por darle su merecido a ese cabrón.

-Por ti haría lo que fuera, mañana te veo, ¿sí?

-De acuerdo, David.- Sonrío.

-Vale guapa, adiós.- Cuelga.

¿Y a éste quién le ha dado mi número?

*****Narra Sarah*****

Ash se acaba de ir a casa y yo tengo la sensación de que me oculta algo, pero no, ella es como mi hermana, no podría mentirme.

-¿Qué te pasa?- Me pregunta Blas.

-Nada- Sonrío falsamente.

-¿De verdad?- Dice no muy convencido.

-Que sí, pesado, ¿sabes dónde están papá y mamá?

-Hoy trabajan hasta tarde, para variar.

-Pues no sé qué voy a hacer toda la tarde aquí metida...- Me tumbo en el sofá.

-Ah, Carlos me dijo que si querías ir con él a tomar algo, pero no te lo dije, pensé que irías con Mario.

-Dile que a las siete nos vemos enfrente del instituto- Digo sonriendo y me voy corriendo a ducharme.

Faltan 5 minutos y yo aún estoy sin vestir, bien, Sarah, bien. Me visto con unos vaqueros, una camiseta de tirantes y unas vans negras y salgo corriendo de casa.

-Perdón por llegar tarde.- Digo sonriendo.

-Yo acabo de llegar.- Se ríe.- ¿Vamos a tomar algo?

-Vale- Le miro y sonrío.

Acabamos de llegar a un bar, hay bastante gente y nos hemos sentado en una mesa apartada.

-Pensé que no vendrías.- Me mira riendo.

-Me salvaste de un trauma para toda la vida, debo agradecértelo.

-¿Te ha dicho algo Mario?- Dice dando un trago a su cubata.

-No, no lo he visto aún...

Pasan las horas y seguía hablando con él, es un chico súper gracioso y se me pasa el tiempo volando.

Carlos iba muy borracho, y además ya era tarde.

-Creo que deberíamos irnos ya...- Digo mirando el reloj.- Me lo he pasado muy bien, gracias.

-Gracias a ti... -dice con esa sonrisa provocativa.

-Hasta mañana.

-Espera...- Me coge del brazo y me besa.

No. No puede ser verdad. Siento cosas muy distintas que con Mario.

El beso es lento, pero reparo en que tengo un novio bastante peligroso, así que me separo.

-Carlos, no puede ser...- Me alejo bastante.

-Lo... Lo siento- Dice en voz baja mientras me iba.

*****

Hoooolaaaaa!

Seguimos vivas, sí jajajaja. La historia está tomando unos giros bastante intensos e.e aún no sabéis lo que les espera a estas chicas jajajaja aunque leyendo el prólogo os hacéis una idea :P

Besazooos :D

TeamOf2

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Peligrosa ElecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora