- ...Serie de eventos que conllevaron a la lesión de nuestra hermana. Gracias a la intervención de nuestra única unidad fraternaria masculina, la lesión no llegó a un punto crítico. Lo que queda por ver es cuanto tardará en volver a su estado normal.
Con ciertas confusiones, Lisa logró explicarles a los demás miembros de su familia que Lynn se había lastimado. Por suerte, fue sólo ella la que vio a Lincoln llevando sobre su espalda a la deportista, y acordó con Lincoln ocultar las verdaderas razones de la lesión de Lynn, atribuyendo la ida al hospital a la caída de unas escaleras.
- Bueno, Lisa, me alegro de que Lynn esté bien, pero, ¿dónde está Lincoln? -preguntó Lori, preguntando lo que todos querían saber.
- Según me informan, le hace compañía a nuestra hermana -dijo Lisa, con cierto aire de indiferencia. Luego, recordando que quería ser más expresiva, añadió- No creo que haya nadie mejor que él para asegurarse de que ella esté cómoda.
Saber que Lynn estaba en buenas manos tranquilizó a todos. De todos modos, a lo largo de todo el día, Lynn fue recibiendo visitas de todos, sin excepción. Y como el doctor dijo que se quedaría ahí un largo tiempo, Lincoln pasó las siguientes semanas ocupado en el hospital.
Sin embargo, una hermana no estaba conforme con su ausencia. Lola ya no tenía a nadie a quien exigirle que jugara con ella, y aunque se sentía enojada por no tener atención, conforme pasaban los días se dio cuenta de los múltiples errores que cometía al pensar de esa forma, sobre todo cuando habló con otras hermanas sobre eso.
- Lola, Lola, ya te quejaste suficiente conmigo. Desde hace semanas que me dices que quieres a Lincoln de vuelta. Si vas a quejarte, hazlo con alguien más -dijo Lana.
- ¡Bien! -exclamó Lola, molesta- ¡Pero cuando quieras dinero, no te voy a prestar!
Lola salió del cuarto, solo para chocar con alguien.
- ¡Auch!
- ¡Uy! ¡Lo siento, Lola! No te vi; con esta cosa estorbando es difícil ver.
Luan llevaba su cámara viendo al frente, pero el lente tapaba la vista, ya que Luan caminaba mientras intentaba quitárselo.
- Oye, ¿qué tienes? Te ves enojada -sonrió Luan, entretenida.
- Lincoln aún no vuelve, y no hay nadie que sea lo suficientemente buena para hacer de sirvienta conmigo.
Escuchando sus palabras, la sonrisa de Luan desapareció, y frunció ligeramente el entrecejo, viendo que el asunto era serio.
- ¿Así es como ves a Lincoln? ¿Cómo tu sirviente?
- Ash, obvio no, es solo que...
- Aquí no admito ningún "es que" -interrumpió Luan- Lincoln no es ningún juguete que puedas usar a tu antojo ni cuando quieras. No te pertenece ni a ti, ni a mí, ni a nadie más, ¿entiendes?
El tono de Luan, usualmente alegre, cargaba ahora un ligero matiz de disgusto, lo que hizo enmudecer a Lola por completo.
- No niego que todas queramos que pase el tiempo con nosotras, pero eso no significa que debas hacerlo todo el tiempo. Busca a alguien más para tus juegos.
Luan se alejó, dejando a Lola para que pensara en sus palabras. El hecho de haber hecho enfadar a Luan fue una de las razones por las que Lola comenzó a arrepentirse de sus palabras, y lamentara la forma en que pensaba de su hermano, sobre todo porque, al fin y al cabo, Lincoln sólo era eso: un hermano. No un sirviente.
Por unos días, la princesa pensó en lo que habría hecho él en su lugar. No se sentía cómoda con ese sentimiento de culpa, así que tuvo una idea.
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¿Me querrá él a mí? (FECOWA)
Romance(No es de No Such Luck) Después de lastimar y ser lastimado, Lincoln se va de la casa Loud. Y tras un largo período de tiempo, vuelve, creando un caos en su casa. Y sus hermanas, que no saben como actuar frente a él, ocultan sus más profundos deseos...