Gracias a la ayuda de todas las hermanas y de los intensos cuidados de las hijas mayores, la familia Loud se desarrolló sin dificultades para ser una familia tan grande, y, por suerte, nada se salía mucho de control. Sin embargo, hubo unas cuantas cosas que acarrearon la atención de los niños, sobre todo cuando hablaban con otros niños en la escuela.
Y eran prácticamente dos cosas: Cuando se hablaban de familias, en algún momento se mencionaban a los abuelos, y los niños Loud se preguntaban porqué solo contaban con los padres de Sam, a los que apenas veían. Y la otra era porqué precisamente Sam era la que tenía una pierna paralítica.
Debido a que toda la historia era larga, y muy probablemente no muy apta para niños de tan corta edad, ninguno de los padres quiso contarla. No obstante, tampoco querían que se quedaran toda su vida con la mente en blanco. Algo tenían que decir. Pero por azares, Lina decidió cargar con esa responsabilidad, ya que, por ser la mayor, se sentía inclinada a ayudar a sus hermanitas en todo lo que pudiera. Y como ella lo había experimentado de primera mano y seguía siendo joven, logró explicarlo de manera no tan traumatizante para sus hermanas. Ella misma a veces aún sentía el frío del clima o la soledad y el hambre de sus meses de exilio, pero solo hacía falta que viera a su feliz familia para controlarse otra vez.
Conforme las hermanas crecían, todas se iban enterando de la complicada red que era su familia. Sin importancia para unas, algo alarmante para otras, la verdad era que a pesar de todo, esa familia era algo increíble, lo cual las hacía felices a todas.
Pero una de las niñas más pequeñas apenas estaba siendo instruida por su madre en esos temas. Esa madre era la única que se había decidido a contarle a su hija lo sucedido, en lugar de dejárselo a Lina. Era complicado, y había empezado a contar la historia apenas por la noche, y ya iban a pasar de las doce, más de tres horas de hablar y hablar. Había intentado contarlo de la manera más concisa e inocente posible, lo que causó que sintiera que faltaran varios detalles; pero también sintió que lo había contado todo. Y nadie aparecía aún en la casa...
En la actualidad, después de que ocurriera todo...
- Y... Creo que ese sería el final de la historia, hija.
La pequeña niña no interrumpió en ningún momento a su madre ni la urgió para que continuara, y eso que su madre se había ido a la cocina por agua. Después de un largo sorbo de la misma, la madre esperó a que su hija hablara, esperando ver su reacción. La niña no se movió, pues era mucha información para procesar, además de que algunas cosas no las entendía. Finalmente habló, tratando de ordenar sus pensamientos.
- Entonces... ¿Está mal que entre hermanos...?
- Eso te lo explicaré cuando seas mayor, hija -dijo rápidamente la madre, poniéndose un poco roja.
La niña asintió. Luego se levantó de la cama y se estiró. Al igual que su madre en esos momentos, no tenía nada de sueño.
- Que raro que nadie esté aquí aún, mami -comentó Lizy.
- Sí, es raro -concordó Lana.
Lizy salió del cuarto para ir al baño. Lana solo bajó las escaleras, justo cuando se oía una camioneta que se estacionaba. Lana supuso que era toda su familia, quienes volvían de todas sus actividades, un poco tarde dicho sea el caso.
- Nadie regresó hasta estas horas -pensó Lana- Espero que no hayan hecho nada sin mí.
Luego la puerta se abrió. Pero en lugar de que le gente entrara, se vio una pequeña bomba de humo que le quitó visibilidad a Lana. Por un tiempo, la mecánica solo tosió, tratando de ver quien o quienes provocaban esas pisadas que se oían. Cuando el humo se disipó, Lana no vio a nadie.
ESTÁS LEYENDO
¿Me querrá él a mí? (FECOWA)
Romance(No es de No Such Luck) Después de lastimar y ser lastimado, Lincoln se va de la casa Loud. Y tras un largo período de tiempo, vuelve, creando un caos en su casa. Y sus hermanas, que no saben como actuar frente a él, ocultan sus más profundos deseos...