- Sueños... Estos sólo son sueños, ¿verdad? Siento que hay cosas que no deberían estar pasando, pero, sin embargo, ocurren. Y por una vez esas cosas son buenas. Debo estar soñando... Pero si es así... Que bonito sueño...
Lincoln tenía muchas expectativas de ese viaje, pero todas habían sido ampliamente superadas: volvía a hablar cómoda y tranquilamente con sus hermanas, Sam parecía que iba por el mismo camino y Lina se había ganado el corazón de sus tías, sobre todo el de Luna, quien parecía quererla incluso más.
El albino había sentido un enorme orgullo cuando escuchó a Lina tocar una corta canción, y le sonrió a Luna, quien presenciaba como su pequeña alumna progresaba.
- Parece que serías una gran maestra, Luna.
- Nah, ni creas. Sólo le he mostrado unas cosas, ni siquiera he tocado una nota. Si las clases han funcionado, es porque Lina tiene un talento natural para esto.
- Aun así, lo hace muy bien, Luna, y es gracias a ti.
Y le sonrió, haciendo que Luna sonriera también.
Sam también veía bajo una luz las habilidades de su hija, y estaba contenta de que su hija tuviera la posibilidad de seguir sus pasos y convertirse en música.
Esa tarde, llamó a Lina a la hora de la merienda; hizo un postre de nueces, miel y almendras, junto con un té para ella y chocolate caliente para su hija; delicioso.
Lina se acercó a su madre después de dejar de jugar con Lola y las muñecas que la niña llevaba con ella.
- ¿Para qué me hablas, mami?
- Es que quiero hablar contigo sobre tu talento. Me parece que simplemente mostrarte no es suficiente, y tu tía Luna no parece dispuesta a tocar la guitarra. Así que he estado pensando, y creo que la idea te puede gustar.
- ¿Qué es lo que me puede gustar, mami? -preguntó Lina.
Sam sonrió al hablar.
- ¿Te gustaría aprender conmigo?
Lina tardó en responder, pues degustaba un bocado de su postre.
- Mami... Perdón, pero quiero seguir practicando con mi tía Luna.
Sam se sintió desilusionada y confundida.
- ¿Por qué?
- No te enojes, mami -dijo Lina, apesadumbrada- Pero en serio quiero que sea algo entre mi tía Luna y yo. Hay cosas que me gustan hacer más con ciertas personas, y ahora que me junto con toda mi familia me he descubierto incluso más: con papi me gusta correr, estar afuera, bromear y comer; contigo me gustan más los juegos de mesa, hablar, cocinar y reír; y con mis tías me gusta aprender las cosas que ellas más saben hacer. Es como me contó papi cuando él era niño, aprendía y hacía las cosas que a ellas les gustaba hacer... Sólo que yo lo hago con incluso más gusto porque también soy una niña y a mis tías las hace felices, igual que papá. Y me encanta como me enseña mi tía Luna. Ella sabe como enseñar y me divierto con ella... Pero contigo a veces termino mal, mami. ¿Te acuerdas cuando me enseñaste a hacerme trenzas? Cada vez que me equivocaba me regañabas y me decías cosas malas. Y eso era sólo cuando podías, ya que muchas veces tenías que ir a hacer otras cosas.
Sam escuchaba todo, completamente sorprendida. Era consciente de que había veces en que era estricta, pero ella suponía que era menos dura que otras madres. En verdad que Sam era bastante justa con su habla: casi nunca levantaba la voz, y en general era buena, amable y hasta divertida con su hija. Pero después de escuchar a Lina, Sam vio lo que Lina veía en su compañera de rock y no en ella, en su propia madre: una familiar amable, cariñosa, linda, genial, que nunca se iba ni la regañaba, y que siempre estaba ahí para ella, además de que compartía uno de sus más profundos gustos: la música.
- Perdón, mami, pero en serio me gusta aprender con mi tía Luna.
- No... -Sam se sentía aturdida, pero luchaba para mantenerse en ese mundo- No te preocupes Lina. Si quieres... Sigue aprendiendo con Luna...
- Tía Luna.
- Sí, con tu tía Luna...
- ...Ok, mami. Pero tu postre estaba muy rico, y este chocolate estaba delicioso. ¡Gracias!
Lina le dio un rápido beso en la mejilla y un abrazo, luego subió las escaleras en busca de su tía favorita. Aunque antes de eso...
- ¡Ah! ¡Tía Leni! Que bien que te veo. Dijiste que tenías nueva ropa para mí, ¿verdad?
- ¡Ah sí! No te preocupes Linita, la tendré lista en estos días.
- Está bien. ¡Gracias!
Sam escuchó como Lina hablaba con la modista, y luego como buscaba la guitarra de Luna. Sintió una ligera mejora al ver que a Lina sí le había gustado su postre: se lo había acabado. Y también le gustaba que su hija se pareciera a ella tanto en aspecto como en actitud, pues le recordaba a cuando ella era niña. Pero no era completamente idéntica a ella. Esa pequeña y diminuta parte que no era de ella era de los Louds, de Lincoln. Y esa parte la hacía tener varios gustos y actitudes que compartía con su padre y sus tías. Y le dolió ver que su hija prefería hacer la actividad que más esperaba enseñarle con otra persona: su amiga ex-rockera.
Y un mal presentimiento la cubrió.
- ¿Será todo plan de Luna? ¿Pretende quitarme a mi hija, y de ahí, a mi esposo?
No quería creerlo, y no olvidaba que todas las hermanas Loud le habían prometido que no moverían ni un solo dedo en dirección a su esposo, y que sería su mismo esposo el que empezara la acción, aunque fuera por accidente.
Pero tampoco olvidó que mencionaron que, además de Lana, Luna fue la única que probó los labios del albino. No se sacaba la idea de que Luna podía llegar a intentar algo, empezando con acercarse emocionalmente a su hija. Era consciente de que, como cualquier tía normal, podía sentir apego por su sobrina, sobre todo si era la única que tenía. Pero como en muchos otros aspectos esta familia no era normal, decidió andarse con cuidado.
Sam se había esforzado y había batallado mucho para tener una familia, y se sentiría devastada si alguien de la misma familia la traicionaba. Aunque... ¿Quién era ella para decir que no quería salir lastimada, si por ella misma diez chicas habían enjaulado sus sentimientos por el mismo amor?
Si algo ocurría, esperaba ser capaz de salir adelante... Y de no lastimar a nadie más en el proceso.
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¿Me querrá él a mí? (FECOWA)
Romance(No es de No Such Luck) Después de lastimar y ser lastimado, Lincoln se va de la casa Loud. Y tras un largo período de tiempo, vuelve, creando un caos en su casa. Y sus hermanas, que no saben como actuar frente a él, ocultan sus más profundos deseos...