Goku vive una vida aburrida luego de haber ganado el Torneo Del Poder. Caulifla se siente frustrada por no poder progresar como en el torneo y quiere nuevos retos, volver a sentir esa "pasión" que sentía al pelear con aquel "viejo" del U7. Un día a...
En el espacio se apreciaba una nave muy extraña, extraña porque que por fuera se veía como un asteroide es forma de cigarro (oumuamua referencia :P). Dentro de él, se hallaba un sujeto todo vestido de negro que iba abordando de la nave. Curiosamente solo estaba él y nadie más monitoreando las computadoras. En la pantalla se vislumbraba una cosa viscosa de color negro y púrpura que tomaba forma del primer objeto cercano, dando forma a la figura de una chica.
— Ya falta poco... y cuando te encuentre... jajajaja no sabes las cosas que te voy a hacer maldita desertora. Pero por mientras me divertiré un poco en ese hermoso planeta. — Decía con una malicia en su voz a la vez tétrico mientras observaba la tierra desde el monitor.
*En la habitación del tiempo*
Pasado ya dos meses, la relación y confianza entre ambos saiyans iba mejorando con el paso de los días, sentían que cada vez se conocían mejor. Por otra parte, Caulifla aguantaba cada vez más la transformación del ssj3, teniendo que entrenar con Goku transformada, en cuanto a éste, ya había logrado controlar el SSJDios a la perfección, siendo su prioridad ahora controlar el poder del SSJBlue. Después de una larga sesión de entrenamiento, deciden descansar, y estando sentados Caulifla comienza a hablar.
— He perdido la cuenta del tiempo que estuvimos aquí. Me pregunto cuántos días, semanas y meses han pasado.
A lo que el de su lado le responde: — Cuando vine con Gohan tampoco tomaba en cuenta ese detalle, porque para mí haber estado un año aquí es como si hubiera pasado un mes.
— Se nota que solo te centras en entrenar — Dijo ella para nada sorprendida por lo que dijo su maestro.
— Es que no veo otra mejor manera de matar el tiempo que entrenar. — Contestó sonriente.
— ¿Y no te aburres en ocasiones? — Pregunta.
— Claro que no, porque te tengo aquí conmigo. — Responde inocentemente, pero no hizo más que causar un leve sonrojo en su discípula. A lo que ella sin mirarlo pregunta: — ¿e-e-en serio...? Y... ¿porque?
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— Porque para mí eres alguien muy interesante, y no hay modo en que me aburra estando contigo, pero comparado con Vegeta era un poco complicado, porque no me hablaba mucho y entrenaba solo la mayoría de las veces.
— Ya veo. Pero aun así algo me dice que pronto saldremos — dice ella a lo que el saiyan responde:
— No te preocupes, ¿ves ese gigante reloj de arena? —Señala el reloj de arene y ella gira para verlo — Cuando llegue abajo sonará una especie de alarma que significa que es la hora de salir de ésta habitación.
Ante ese dato la Saiyajin responde enojada: — ¿Y ahora me lo dices? debí parecer una idiota al no notarlo, viejo tonto.
— ¿Sabes qué? Iré a hacer la cena. — Afirmó la saiyan femenina enojada.
