Capítulo 23: Clímax

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— Hermana creo hay que hacerlo... — habló por lo bajo Kale, para que el venia en prisa y en su dirección no las escuchara.

— ¿Qué? Ah... ¡si está bien! — acepta decidida, si no fuera porque atravesaban un momento tan desesperado, en otra ocasión se negaría a hacer tales pasos que según ella eran de lo más ridículo que pudo alguna vez presenciar.

— Fuuu... — claman al unísono, con los pasos bien sincronizados. — Sión... ¡HA!

Él iba como un toro enardecido a por su presa, a una velocidad mayor que a la de una bala. Sin embargo, cuando justo sentía que ya las tenía a su alcance, pasa todo lo contrario; habían desaparecido de su vista, atravesando lo que quedaba de su figura, una luz cegadora imposibilitaba su visión.

— ¡Miren en el cielo! — Dice Kyabe, haciendo que todos obedecieran elevando sus miradas hacia esa figura resplandeciente en el cielo nublado, nubes contaminadas con ozono que eran disipadas con su estrepitoso poder, permitiendo así apreciar el firmamento que había detrás.

— La fusión de esas Saiyajin no será suficiente para derrotarlo.

— ¿Porque no señor Piccolo? — Pregunta Gohan un tanto consternado por la negativa de su maestro.

— El ki de ambas estaba débil, y en efecto, la fusión también. Es cierto que su ki es alto, pero comparado a lo que demostraron en el templo es lamentable.

— Por favor no diga eso... — comentaba Kyabe preocupado, tras escuchar esas pesimistas palabras.

— Maldición... ese canalla de Kakarotto al parecer no tiene pensado venir... — refunfuñaba Vegeta con su andar tambaleante, luchando por caminar mientras se acercaba con los demás para presenciar una crónica anunciada.

— Ok, supongo que no dispongo de mucho tiempo así que te lo diré fácil, yo no soy Kale ni Caulifla, soy "Kalefla". Soy la que se encargará de derrotarte ¡HA! — exclama disparándole una bola de energía con tal de confundirlo, y al conseguirlo se transporta detrás de él, propinándole múltiples golpes y patadas en la espalda.

— Su velocidad es excepcional... — decía Kyabe sorprendido.

— ¡Bah! — vociferó el príncipe a modo de respuesta, ya que para él no era del todo sorprendente dicha velocidad presenciada en el torneo del poder.

— ¡Toma esto! — decide lanzarle una especie de remolino que con solo rosarlo basto para ser el detonante de una bomba que arraso con todo a su paso.

— ¡Lo logró! — exclamaron victoriosos Kyabe y Gohan, con la excepción de los otros dos que permanecían de brazos cruzados y con sus facciones serias.

— No... todavía puedo oírlo... — dijo el namekusei tenso, ya que como los demás a su lado no podían sentir el Ki de ese ser, él al menos podía escuchar desde una larga distancia algo como sus pasos o respiración.

— ¡¿Qué?! — vociferaron a la vez ambos discípulos sin poder creerlo, tanto del verde como el de pelo en forma de llama.

« Algo no marcha bien, ¡se supone que tendríamos que ser más fuertes que este maldito...! » pensaba exasperada la fusión.

— Que lástima. Nunca me ganarán con esos trucos, ni con tocarme lograran siquiera lastimarme. Además no sé si lo notaste o tal vez lo olvidaste pero cometiste un grave error, ¿te digo cuál?

— ¡Jajaja! No creeré en nada de lo que salga de tu asquerosa boca animal.

— Bien, aun así te lo diré. Tu peor error fue tocarme, asi de simple.

Unidos Por Un Sentimiento Mutuo | Goku & Caulifla (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora