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FLOR

Después de que el abuelo y papá se fueran, me tiro en el sillón que está debajo del gran ventanal que da al frente de la casa, el cual a sido mi amigo fiel toda la semana que llevo encerrada, me quedo mirando el cielo y pensando en que todo pasó muy rápido y me asusta, tengo miedo de que todo sea un sueño que cuando me despierte me encuentre sola en casa, ayer en el almuerzo fue todo tan natural que me sentí extraña por momentos y más cuando aparecieron de la nada un montón de regalos por mi cumpleaños, pero el que más gustó fue el de mi tío Alejo, que aunque se disculpó diciendo que era un asco para los regalos después andaba alardeando de que el fue el único que le pegó con el regalo al decirle que hace un montón que estaba buscando esa campera, si lo pueden creer, resultó que Alejo fue a comprarla a otro local de Zara y encontró la última, lo abrase y todos se reían al ver que estaba llorando de la emoción por tener finalmente mi preciada campera.

Con respecto al trato mi bis abuelo y mis abuelos me siguieron llamando como siempre Flor, mi tío Ale pequeña, Aron Princesa, mis tíos Alejo y Augusto sobrina y Alex me llama hija, yo le dije que me podía decir Flor que no me iba a molestar y me dijo que eso no va a pasar jamas, salvó que lo haga enojar, según el dice que le encanta llamarme así, que suena genial y quién soy yo para contradecirlo si millones de veces soñé con encontrarlo y que me llame asi, es un sueño hecho realidad, pero lo que me dolió fue cuando nos fuimos a un costado lejos del resto y fui la encargada de decirle que mamá murió de cáncer, se me rompió el corazón cuando lo vi llorando, solo pude abrazarlo para consolarlo, él pensó que mamá finalmente había cumplido su sueño y era azafata de avión como quería por eso no la había visto estos días.

Conversación...

Yo pensé que estabas enojado con ella...- dije deshaciendo el abrazo.

Si, pero sufrió mucho con su enfermedad, eso es algo que no le deseo a nadie y aunque las cosas terminaron mal entre nosotros me hubiera gustado despedirme, preguntarle qué pasó esa última vez que nos vimos y que se vaya con mi perdón si eso la hacía sentir mejor o pedirle yo perdón, yo aún la amo y siempre la voy a amar no solo porque fue mi primer amor sino porque se fue pero me dejó una parte de ella, sinceramente...me hubiera gustado que me buscara antes....

Te busco...- le digo y me mira sorprendido.

Cuando? ...- limpia sus lágrimas.

Cuando se enteró que estaba embarazada de mi, hasta donde me dijo, fue a buscarte y tu te estabas abrazando con una chica rubia muy hermosa en la puerta de la fábrica, entonces te vio sonreír como a ella le gustaba que sonrieras y como te vio feliz con la chica decidió tenerme sola, aparte de que un tal Fabricio, ¿lo conoces? ...- asiente.

Es el mejor amigo de Raúl con el que tú mamá me engañó...- dice con asco.

Te juro por mi vida que ella nunca hizo nada, ella realmente te amaba, la cuestión es que el tipo le dijo que se aleje mejor, que tú podrías pensar que era del tal Raúl y la podías humillar delante de todos...

Yo jamás haría eso, yo la amaba más que a mi vida, por eso me dolió mucho lo sucedido....

Entonces creo que tendrías que leer la carta que nunca se animó a enviarte...- deja de mirar el cielo, luego me mira a mi y por último el papel que tengo en mi mano extendida en su dirección.

La agarra temeroso y decido que mejor es dejarlo solo, le doy otro abrazo el cual corresponde, me da un beso en la cabeza y me voy limpiandome las lágrimas que no dejaban de caer.

Después de eso desapareció, hasta me asusté y me arrepentí de hablar con el, pero Augusto me dijo que el sabía dónde encontrarlo, que siempre iba al mismo lugar, que me quedé tranquila y que le dé su espacio, pero yo no quería, el siempre está sonriendo y me odie por haberle causado ese sufrimiento, pero era un mal necesario, en algún momento iba a tener que decírselo, tal vez no era ni el momento ni el lugar, pero no podía permitir que siguiera pensando mal de mamá y que siguiera sufriendo por algo que nunca pasó, cuando vi por el ventanal en el cual estaba sentada que venían caminando con Augusto, salí corriendo sin importarme la herida y lo abrace, nos quedamos por un momento así hasta que el me corrió para atrapar mi cara con sus manos.

Mi Padre...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora