¿Un hijo?

EMPEZANDO LA VIDA JUNTOS II

EMPEZANDO LA VIDA JUNTOS

El médico se había arriesgado demasiado en la manera en que se dirigía a Esdeath, a pesar de saber quién era ella, sin embargo para su suerte Tatsumi evitó de alguno modo que esta terminará cortándole la cabeza, además de que aunque no lo admitiera abiertamente, Esdeath sabía que necesitaban de alguien que los asesorara al ser padres primerizos, quería que todo saliera perfecto.

— Bueno, como ha dicho el doctor debes mantenerte lo más tranquila posible. — Mencionó Tatsumi mientras caminaba a lado de Esdeath a pasos ligeros.

— Eso será difícil, no me gusta mantenerme inactiva por mucho tiempo... — Se quejó Esdeath cruzando los brazos.

— No es de que te guste, es lo mejor para ti y el bebé, además también para mí; recuerda que puedes matarme en cualquier momento a causa de tus hormonas... — Se defendió Tatsumi haciendo gestos de preocupación, si bien el sólo hecho de tener tan de cerca de Esdeath ya era un problema, ahora en verdad no tendría tiempo para dormir.

— Lo haré sólo por ti y nuestro futuro hijo Tatsumi... además confió plenamente en tu trabajo con los Jaegers, pero me gustaría verte entrenar y entrenarte yo misma como siempre he querido para convertirte en un excelente general. — Mencionó Esdeath con las mejillas sonrojadas y un puño elevado ligeramente, Tatsumi sólo miro al frente soltando un pesado suspiro de resignación.

Al cabo de diez minutos ya habían llegado a su nueva casa "Ciénegas" un hermoso sitio frente a un pequeño lago en los interiores del palacio. Tanto por dentro de la casa (que parecía más una mansión), como por fuera todo era confort, tranquilidad y armonía; había soldados resguardando cada centímetro de la muralla que protegía los alrededores del palacio haciéndola una zona cien por ciento segura y eso hacía sentir aliviado a Tatsumi, pero al mismo tiempo lo alteraba, el no pertenecía aquí y no quería pertenecer, al menos no por mucho tiempo.

— Es muy grande y hermosa... — Expresó Tatsumi encantado del interior de la casa. — ¿Dónde será nuestra habitación? — Preguntó.

— La más grande. — Respondió Esdeath con arrogancia digna de ella, justo en ese momento tocaron la puerta a lo que Tatsumi fue quien se dirigió a ella para abrirla.

— ¿Sí? — Preguntó Tatsumi al abrirla. Eran cinco personas, una de ellas venían de blanco, tres venían vestidas de sirvientas y la última venía de un color azul cielo cremoso.

— Con su permiso señor Tatsumi, nos ha enviado el ministro. — Comento la chica del vestido azul cremoso.

— No los necesitamos, díganle al ministro que... — Comenzó a decir, pero fue interrumpida por Tatsumi.

— No. Esdeath, necesito entrenar y aparte encargarme de los Jaegers, a pesar de vivir juntos no pasare tiempo completo contigo, por eso necesitas de personas que te apoyen y yo me sentiría más confiado si estas en buenas manos. — Dijo Tatsumi dulcemente, sus palabras impactaron directamente en el corazón de Esdeath que no tuvo más fuerzas para reclamar algo y sólo lo beso apasionadamente; como siempre sus besos tomaban por sorpresa a Tatsumi, sin embargo este estaba comenzando a acostumbrarse así que no tardo en corresponder tímidamente.

Ya en la parte de atrás de su casa había un gran jardín lleno de diferentes flores de colores y pequeños insectos volando alrededor de estas. Unos metros antes Tatsumi con una espada enviada directamente por el ministro estaba practicando sus movimientos con Esdeath vigilando cada uno de ellos.

— Eres muy bueno con la espada, más de lo que tenía previsto. — Comentó Esdeath mirando el torso desnudo y sudado de Tatsumi debido al ejercicio.

— ¿Eso crees? — Preguntó Tatsumi alagado por su comentario a lo que Esdeath afirmo con un movimiento de cabeza.

— Comándate Esdeath... — Interrumpió una de las sirvientas, que traía unas prendas en sus manos. — El ministro le ha mandado un uniforme para el señor Tatsumi.

— ¿Uniforme? — Preguntó incrédulo Tatsumi acercándose a donde estaba Esdeath.

— Sí, le he pedido que te mandará a hacer un uniforme especial que estrenaras hoy mismo. — Contestó Esdeath con una sonrisa. — Hoy saldrás a la capital con el uniforme al frente de los Jaegers, para que todos vean el poderío del nuevo general. — Dijo arrogante poniendo sus manos en su cintura, Tatsumi se sorprendió poniéndose un poco nervioso.

Tatsumi se dirigió a la bañera, debía estar completamente listo para esta noche. Una vez dentro estaba sumamente tensó, quizá hace un tiempo cuando apenas había llegado a la capital ser el jefe de los Jaegers sería todo un honor, pero ahora que sabía la oscuridad que cubría a la capital le repudiaba pertenecer a ellos y ahora no le quedaba de otra más que actuar y fingir en lo que nacía su hijo ser parte de los Jaegers.

— Comandante Esdeath estamos todos listos para partir. — Comentó Run inclinándose frente a la comandante.

— Bien, Tatsumi bajará pronto, tomen una taza de té en lo que viene. — Dijo Esdeath a lo que una de las sirvientas de inmediato fue por dichas tazas.

Al cabo de quince minutos Tatsumi por fin bajo con su nuevo uniforme. Todos se sorprendieron, era cierto eso de que con la ropa adecuada cualquiera puede aparentar lo que sea y Tatsumi con ese uniforme de general lo hacía verse más grande, más maduro y gracias a su expresión seria, se veía como todo un general.

— ¡Tatsumi! Te ves genial. — Dijo Esdeath encantada de ver a su hombre de esa manera.

— Gracias. — Respondió serio Tatsumi sonrojándose levemente, hasta él se sentía "grande". — Bueno, vámonos. — Ordenó mirando al equipo de los Jaegers, estos aun algo sorprendidos dudaron de la orden.

— ¿No lo escucharon? — Preguntó Esdeath cruzando los brazos, recordándoles a los Jaegers quien sería su nuevo líder desde ahora.

Salieron de inmediato montados a caballo, una vez fuera del palacio comenzaron su recorrido, ya estaba casi oscuro y Tatsumi tenía la necesidad de ver a sus compañeros de Night Raid, para informarles todo lo sucedido, pero para eso primero necesitaba deshacerse de los Jaegers.

— La capital tiene su mayor actividad durante la noche... — Comentó Tatsumi girando su caballo para estar de frente a los Jaegers. — Dividámonos para cubrir cada rincón de la capital, Night Raid puede estar en cualquier sitio. — Añadió algo nervioso.

— Night Raid es fuerte, podrían tendernos una emboscada estando solos. — Mencionó Wave algo desconfiado.

— No creo que suceda, pero ¿no pueden los grandes Jaegers ganar un poco de tiempo en caso de emboscada y dar un aviso al resto de nosotros? — Preguntó Tatsumi irónico, realmente necesitaba quitárselos de encima para poder ir a reunirse con sus compañeros originales. — Además mientras estamos en un lado, ellos podrían estar en otro y separándonos, aunque seamos atacados podremos contenerlos hasta que el resto llegue. — Concluyó serio a lo que los Jaegers aún no tan convencidos aceptaron y se fue cada uno por su lado.

Una vez que Tatsumi se aseguró de que cada uno de los Jegers habían partido, dejo su caballo atado a un poste y se ha dentro a la base secreta que tenía Night Raid dentro de la capital, donde había quedado de verse con ellos.

— ¡Tatsumi! — Expresó Leona al verlo entrar. — ¡Woah! Te ves muy bien, como todo un soldadito. — Comentó burlona abrazándolo cariñosamente y como siempre acercando su rostro a sus pechos.

— S-sí. — Contestó sonrojado y nervioso. — Tengo algo que informarles... — Se logró zafar del agarre de Leona.

— ¿Qué sucede Tatsumi? — Interrogó Lubbock al notar la seriedad de Tatsumi.

— Sucede que ahora soy el nuevo líder de los Jaegers... — Respondió tragando saliva a lo que sus amigos sólo pudieron responder con un gritó sorpresivo.

Esto podría ser algo o muy bueno o muy malo para Night Raid y especialmente Tatsumi.