EMOCIÓN DESCONTROLADA

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Emoción descontrolada

Esdeath no soltaba a su amado Tatsumi, bastante feliz después de haber torturado a los Jaegers con un montón de pedidos exuberantes, para suerte de todos ellos y de las sirvientas que se encontraban, Tatsumi había logrado controlar la enorme ira de la comandante, la cual tenía la cabeza de Tatsumi recargada sobre sus piernas acariciando su cabello con una enorme ternura, a la cual Tatsumi sólo le quedaba soportar aunque en el fondo le agradaba ser consentido de esa manera.

— Eres bastante hermoso, Tatsumi. — Dijo Esdeath con un claro sonrojo en sus mejillas, un escalofrió recorrió el cuerpo del chico al escuchar esas palabras.

— G-gracias... — Balbuceó Tatsumi. — Esdeath creo que ya es hora de que haga mi trabajo como el nuevo comandante de los Jaegers... los chicos deben estar esperándome. — Se enderezó quitando su cabeza de las cómodas piernas de Esdeath mirándola fijamente a los ojos. Gracias a que estaba recostado el ya había ideado un pequeño plan que serviría para poder usar Incursio dentro del palacio como si fuese algo normal. Esdeath asintió y lo dejó ir.

— Suerte. — Lo despidió Esdeath y este sólo hizo un movimiento de cabeza yéndose.

El podía ir a donde quisiera dentro del castillo, sin embargo seguramente el Ministro aun no confiaba totalmente en él, por lo que podía sentir la mirada de los guardias siguiendo sus pasos, no era momento para dejarse llevar por su irá y mejor concentrarse, así que siguió su camino establecido para reunirse con los Jaegers.

— Llegas tarde. — Inquirió Kurome comiendo uno de sus bocadillos.

— Lo siento, será mejor darnos prisa para poder hacer nuevamente la patrulla de ayer. — Ordenó Tatsumi desde la puerta, ni siquiera se tomó la molestia de entrar por completo a la sala de reunión. Los Jaegers lo siguieron hasta llegar a las puertas del palacio. — Será mejor que llevemos caballos nuevamente. — Sugirió Tatsumi sin voltearse a ver a los Jaegers; a pesar que recibió la ayuda de estos durante el ataque de antojos de Esdeath, el nuevamente podía sentir sus impulsos bastante subidos de tono, realmente repudiaba todo lo que estaba ocurriendo en el reino, por culpa de ese molesto Ministro.

— Claro. — Contestó Run y solicito a unos guardias los caballos. Tatsumi aún debía idear la forma de separarse de los Jaegers para reunirse nuevamente con sus verdaderos compañeros.

— Hoy haremos la misma alineación de ayer. — Ordenó Tatsumi subiendo a su caballo, el cual era de un total tono negro. El resto de los Jaegers subieron a los suyos y asintieron a la orden, apenas daban las tres de la tarde, así que tenía suficiente tiempo para hablar con Leona y Lubbock. Cuando la primera línea conformada por Seryu, Kurume y Bols, partieron rumbo a los alrededores de la capital, Tatsumi logró convencer a Wave y Run de separarse por las calles de la misma. — Para vigilar que no se esté cometiendo ninguna injusticia en la capital, será mejor separarnos para cubrir más terreno y así terminar pronto. — Esta vez Tatsumi no ordenó sino sugirió a su equipo, ellos de inmediato asintieron.

— Yo me iré al lado oeste de la capital donde están los barrios pobres. — Dijo Run señalando la dirección a lo que Tatsumi asintió.

— De ser así yo vigilaré el lado este donde están los ricos. — Esta vez fue Wave el que dijo señalando la dirección contraria a Run.

— Me parece bien, yo revisaré el centro desde la entrada, hasta nuevamente el palacio... — Dijo mirando a sus compañeros. — Por cierto Wave... — Se dirigió a este y se sonrojo levemente.

— ¿Qué pasa? — Cuestionó Wave inclinando ligeramente la cabeza.

— Pasaré al mismo lugar de ayer... unos minutos... — Soltó casi como si lo murmura, para su suerte Wave lo escucho y le dedico un pulgar arriba, de esa manera mientras los chicos creyeran que sólo iba a la biblioteca para buscar nuevos poemas que dedicar a Esdeath, estos no sospecharían nada, por ahora.

¿Un hijo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora