¿Un hijo?

UNA DIFÍCIL CONFESIÓN

UNA DIFÍCIL CONFESIÓN

El día había avanzado bastante rápido, Esdeath estaba de un buen humor y con una felicidad casi incontenible, para ella esperar dos bebés era algo asombroso e importante; sin embargo, no se puede decir lo mismo para Tatsumi, quien no dejaba de pensar en ello, pero desde otro punto de vista. No es que no le emocionara un poco saber que tendrá dos hijos, sino más bien que esos niños no nacerían en un mundo seguro. Con una guerra a la vuelta de la esquina, ahora no solo debía preocuparse porque a su pueblo le llegara la ayuda necesaria, sino que además debía hacer algo con sus dos criaturas que no falta mucho para que nacieran.

— Necesito verlos...

— ¿A quién? — Cuestionó Esdeath acercándose a Tatsumi habiendo escuchado sus palabras. Eso desconcertó al chico quien se puso ligeramente nervioso.

— Eh... A los Jaegers... — Respondió con rapidez. Pensar en voz alta podría traerle muchos problemas.

— No vayas hoy a patrullar, quédate conmigo.

— Tengo que ir. — Respondió Tatsumi con determinación. — Ahora que sé que tendremos dos hijos, quiero asegurarme que nacerán en un lugar seguro. — Dijo y aunque era cierto, tenía que ir para encontrarse con Nght Raid.

— Lo único que no hace un lugar seguro para nuestros hijos es la existencia de Night Raid. — Comentó Esdeath poniéndose seria, pero al cabo de unos segundos sonriendo con cierta maldad. — Cuando nazcan nuestros hijos, me aseguraré de acabar con Night Raid, no dejaré a ninguna de esas ratas vivas.

Esas palabras hicieron un escalofrió recorriera el cuerpo de Tatsumi, después de todo ni siquiera el embarazo ablandaría el corazón de Esdeath. Parecía ser al contrario, la sed de sangre de Esdeth se estaba volviendo más grande, eso significaba que ahora con una familia realizada, ella se encargaría de proteger a todos y con su poder, una vez pudiese pelear nuevamente lo usaría para deshacerse de todo aquello que se ponga en su camino.

— Esdeath...— Masculló Tatsumi mirándola con cierta consternación. Siempre había sido así, pero de algún modo le dolía.

Justo cuando el atardecer comenzaba, era el momento para salir a patrullar con todos los Jaegers. Aunque seguían siendo sus enemigos, debido a las circunstancias sabía que podía confiar en ellos, mientras continuaran con la idea de que él odiaba a Night Raid. Actualmente no sospechaban de él y al contrario ahora tenía la lealtad de todos.

— ¿A dónde iremos hoy? — Desde el incidente con Night Raid donde Tatsumi obtuvo su Teigu, ellos habían dejado de actuar.

— Siempre estamos dentro de la capital, quizá debamos ir más lejos. — Comentó Run con tranquilidad. Durante las patrullas únicamente revisaban dentro de la capital y a sus alrededores.

— No debemos ir muy lejos. — Habló Tatsumi, sus palabras sorprendieron un poco a los Jaegers que en realidad consideraban que era necesario. — Esdeath, está esperando dos bebés. — Soltó.

Los Jaegers se sorprendieron, desde que su comandante principal había resultado embarazada cada nueva información que tenían sobre su progreso terminaba asombrándoles inevitablemente y no era para menos, después de todo Esdeath también es un ser humano, aunque su poder y su manera de actuar hacia parecer que desde hace un tiempo había perdido su humanidad.

— No quiero irme lejos y dejar a Esdeath sola, especialmente ahora que está más vulnerable. — Respondió Tatsumi cruzando los brazos y mirando hacia el palacio. Era mentira, Esdeath a pesar de su embarazo no corría ninguna clase de peligro, de hecho era todo lo contrario, era mucho más peligrosa ahora. — Bueno tomará dos horas ir hacia el pueblo más cercano, es un pueblo pequeño y casi deshabitado, si me lo preguntan es un buen lugar para ocultarse.