No digas nada.No tengo que explicarte cuan retorcido estaba mi estómago, ya puedes imaginarlo.
Salir por la cocina no era algo que me imaginaba al pensar en "escapar con Alec Mason".
Su actitud tampoco era algo ideal.
Estaba siendo lindo, su sonrisa amable y ojos brillantes sobre mi y una mano protectora enrollándose en mi brazo.
Me sentía como una niña.
Lo cual era.
Lo cual también es él.
Pero se siente distinto. Cumpliré 17 en unos meses y él 18 pero de alguna forma siento que él es mayor, no sé si es porque está a punto de irse a la universidad o porque está en el equipo de fútbol americano, pero de alguna forma él no es infantil.
Con su sonrisa amable y comprensión hacia otros.
—¿Cuál es el punto de escapar de tu cita? — pregunto, revisando mis uñas mientras Alec enciende el automóvil revisando que Bill no venga detrás de nosotros.
O quizá Paige.
—Te debo una. — murmura, arrancando.
Me quedo en silencio, pensando en mi locura.
¿Besar a Alec?
Me giro y veo su perfil bonito. Tiene sus cejas algo fruncidas y sus labios entreabiertos. Una mirada concentrada acompaña sus ojos.
Es tan lindo.
No es como un chico normal de la secundaria.
Me gusta su amabilidad y la forma en la que se preocupa por otros.
—¿Qué me ves? — ríe
Me sonrojo y veo el pantalón de Alec.
—¿Me llevas a casa?
Él se fija en la hora y niega con la cabeza.
—¿A dónde vamos entonces?
—Haces muchas preguntas. — murmura, poniendo la música.
Mi estómago se revuelve y no en el buen sentido.
¿Va a matarme y esconder mi cuerpo en algún lago o campo olvidado?
—Bueno, tú estás dando pocas respuestas. — mi voz tiembla.
Él se queda un momento en silencio y yo comienzo a pensar en las posibles razones de su actitud. Podría estar molesto por tener que cargar conmigo pero no parecía así cuando me sugirió irnos. O podría estar molesto conmigo porque le interrumpo con Paige y sólo va a dejarme a casa. Pero dijo que no iba a llevarme a casa.
O simplemente le está yendo muy mal en Física y necesita ayuda mía, lo cual no tiene sentido pues el es uno de los mejores estudiantes y seguro también lo será este último año.
O quizá... quizá está molesto por eso. Ya sabes, el beso.
Quizá está molesto por eso y va a deshacerse de mi para poder vivir feliz para siempre con Paige.
—Me debes una explicación. — dice al final.
Mi estómago se revuelve y quiero vomitar.
Es eso.
Es por el beso.
Creí que íbamos a olvidarlo. Que no tenía sentido y había sido infantil.
¿Está molesto? Eso es obvio, ¡incluso quería evitarme hoy!
Pero, ¿eso significa que quiere dejarme clara su posición y que nunca tendré una oportunidad?
Quizá quiere decirme que lo hice fue inútil y nunca podré hacerlo.
Claro, no lo intentaría de nuevo.
Lo prometo.
No volveré a arruinar mi vida por un sueño, aunque esto suene sin esperanza y totalmente aburrido. ¿Qué ha pasado con tu repentina valentía, Cat?
—¿Explicación de qué? — pregunto, removiéndome incómoda.
Él me lanza una mirada azul por primera vez, algo molesta.
—¿Vas a dejarlo así? ¿Como si no fue nada?
—Es que no fue nada. — le digo.
El se estaciona en medio de la nada y mis manos comienzan a sudar. Lo veo, él ha tomado su teléfono y está escribiendo un mensaje dejando de lado toda la conversación anterior.
De repente, quiero pegarle.
¿Ahora no significa nada?
¡Ya sé que fui yo quien sugirió dejar todo como si nada hubiese pasado pero eso no significa que tenga que dejar el tema!
—¿Vas a dejarlo sólo así? — le pregunto asombrada.
Él me lanza una mirada a través de sus pestañas oscuras.
—¿A qué te refieres, Cat? — se sienta recto y me mira fijamente.
Me miro las manos.
¿A qué te refieres, Cat?
¿Qué vas a hacer Cat?
¿Vas a ser una idiota y quedarte callada o vas a decirle que quieres hablar del tema?
Lo veo a los ojos.
Son neutros, abiertos a cualquier comentario, incluso amables y curiosos.
¿Y si él también se siente de esa manera por mi?
Recuerdo todas las ocasiones en las que ha sido lindo conmigo. Todas esas ocasiones que me hicieron enamorarme más de él, como ese día que me enseñó a jugar Mario Kart mientras mi hermano hablaba por teléfono con su novia. Jugamos casi toda la tarde.
O el día en que era tarde y me tocó sacar a Bill pero no quería ir sola. Fue conmigo todo el camino, hablando y haciéndome reír.
O esa noche cuando se quedo a dormir en casa y me hizo cena. Recuerdo que cuando regresé a la cocina, él tomó mi mano cálidamente antes de desaparecer.
Sonrío al recordar eso y una sonrisa se extiende por los labios de él al mismo tiempo.
—¿A dónde me llevas?
—Quiero que me acompañes al campo.
Mis ojos se abren y veo por la ventana.
¿El campo de fútbol?
¿El lugar al que siempre lleva a sus novias?
¿Qué significa esto?
—Tengo que practicar y las chicas del equipo de porristas estarán allí... escuché que este año quieres entrar.
Sonrío y asiento.
¿Escuchó o más bien espió mis conversaciones con Adara y Anna?
Me gusta más la opción dos así que, con una sonrisa me ajusto en mi asiento y espero que Adara y Anna estén en el campo para contarles todo.
Creo que estoy sufriendo un mini infarto.
***
Me está gustando Alec 🥰
P.K Martínez.
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Los Sueños de una Chica Enamorada
Novela JuvenilMe he enamorado del mejor amigo de mi hermano, Alec Mason. Es como el chico de mis fantasías. Es amable, tranquilo, genial y guapo. Y solía fantasear mucho sobre él. Hasta que me volví loca cuando lo vi besándose con Paige Millers. Decidí que b...