Los Sueños de una Chica Enamorada

7

No está coqueteando

—¿Lo besaste?

—¡Lo hizo, no puedo creerlo aún!

Suspiro y veo mis manos sudadas mientras espero observo a las porristas bailar.

Adara y Anna están a mi lado haciendo miles de preguntas pues desde ayer no he podido hablar con ellas de mis locuras. O más bien, mi única locura.

Adara ya le contó cómo empezó todo. Que prácticamente me volví loca y que besé a Alec y me quede tensa viéndolo cuando terminé.

—¿Son novios? — pregunta Anna, pegándome en la pierna para que le ponga atención.

—¡No, no lo somos! — siseo. —¿Podrías bajarme a la voz? Allí está Paige.

Frente a mi, en unas bancas más abajo, se encuentra Paige viéndome con furia.

—Pues, hace 1 hora que estamos preguntando miles de cosas y sigues sin contestar. Además, si no son novios, ¿por qué venías en su auto? ¿Y por qué traes sus pantalones? Y ¿por qué Paige está furiosa desde que vino hace 45 minutos?

Abro los ojos y la veo, asombrada.

—¿Cómo sabes que son sus pantalones?

—Pues, ¿porque dice: "Alec Mason" en la parte trasera?

Abro los ojos con horror.

—¿En el trasero?

Los ojos verdes de Anna se tornan divertidos.

—¿Acaso son novios y no me lo has dicho? Diablos, Cat

—¡Que no soy su novia!

Anna se ríe, tomando su cabello pelirrojo en una coleta.

—Entonces habla.

Suspiro y Adara a mi lado se echa bloqueador en los brazos, a pesar que llevamos ya un rato bajo el sol.

—No somos novios. Lo besé porque fue un impulso loco que prometí no volver a hacer.

Anna sonríe y señala con su barbilla el campo. Sigo su mirada y veo a Alec correr y reír fuertemente con mi hermano Bill. Se quita el casco y comienza a ver por las escaleras hasta que sus ojos se topan con los míos. Su sonrisa divertida desaparece ligeramente, convirtiéndose en una sonrisa que me parece curiosa.

—Yo creo que le gustas. — dice Adara a mi lado, rascándose la cabellera rubia oscura.

Los ojos de Alec se alejan de los míos casi tan rápido como llegaron.

—¿Desde cuando pensamos eso? — pregunta Anna. —¿Sólo por el beso?

—Por la forma en la que te mira. — explica Adara.

—Él siempre la ha mirado de esa forma. — dice Anna, encogiéndose de hombros. —Creo que ahora lo notamos diferente porque sabemos que Cat lo besó. Pero piensen por un momento... si no lo hubieras hecho, ¿seguiría prestándote esa atención?

No contesto pero entiendo su punto.

El beso intensificó todo, como había dicho antes.

Ahora una sonrisa no sólo era una sonrisa.

Cada vez que me miraba, no podía dejar de pensar en ese secreto que teníamos ambos.

Esa era la mirada que ahora acompañaba sus ojos.

La mirada traviesa.

—Creo que tienes razón. — le digo, sonriendo.

—De todas formas... — Anna saca su espejo y comienza a echarse maquillaje para taparse sus pecas. —No prometas no besarlo de nuevo, por favor, Cat. Tan sólo míralo. Digo... n es tan guapo como tu hermano pero sin duda es encantador.