Scandal in the office *TERMINADA*

Capítulo 6

______ suspiró. Después de la conversación con su padre, había dejado la mansión y había regresado a su piso en una casa del vecindario Russian Hill de San Francisco.
En ese momento estaba acurrucada en el sofá, hablando por el teléfono móvil con su madre, que había llamado para asegurarse de que todo iba bien.

-Esperaba una reacción mejor.
-Ya se hará a la idea.

______ no estaba de acuerdo con la aseveración de su madre. Sabía lo testarudo que podía ser su padre; a veces, cuando era honesta consigo misma, era capaz de admitir que había heredado esa testarudez.

-Lo más importante -siguió su madre-, es saber si tú estás segura de querer casarte con Donghae...
-¡Por supuesto! -la respuesta fue rápida y seca. Seguía dolida por el enfrentamiento con su padre, en presencia de Choi Siwon, encima.
-Porque no hay prisa -persistió su madre-. La prueba demostró que tienes tiempo.
-Sí, ¿pero cuánto? -contestó ella automáticamente.

Le había contado a su madre que se había hecho una prueba para determinar la cantidad de óvulos que tenía. Al oír la preocupación en la voz de su madre, se preguntó si se había mostrado demasiado obsesionada por el transcurrir de su reloj biológico.

-_________...
-Mamá.
Su madre suspiró.
-¿Qué opinas de Donghae? -preguntó ______, arrepintiéndose de inmediato.
-Sólo quiero que seas feliz.
-Quiero casarme con Donghae. Quiero -dijo, con su tono de voz de mayor seguridad, el que utilizaba para calmar a los clientes nerviosos antes de la celebración de un gran evento.

Oyó un pitido en el móvil, seguido por otro.

-Mamá, tengo otra llamada.

Miró la pantalla y comprobó que era su amiga Hanna Harding. Estaba planificando con ella una fiesta que los Harding celebrarían en su mansión un par de semanas después.

-Es Hanna -le dijo a su madre.
-Bueno, cariño. Te dejo que charles con ella. Ya hablaremos de dónde se podría celebrar la boda, para que podáis fijar una fecha.

______ se sintió más animada. Al menos su madre estaba dispuesta a adquirir un espíritu festivo con respecto a la boda.

-Gracias, mamá -se despidió, antes de pasar a la llamada entrante-. Hola, Hanna. He encontrado unos fantásticos decorados de Art Decó para la fiesta. Es una empresa proveedora de la industria cinematográfica, en Los Ángeles.

Hanna y su marido, Oliver, iban a dar una fiesta con fines benéficos en su casa de Palo Alto, para los hospitales infantiles de San Francisco y alrededores.
Hanna y ella habían decidido que el ambiente de los años treinta sería una agradable sorpresa para la abuela octogenaria de Hanna, que vivía en una casita para invitados en su propiedad, y que aún tenía energía suficiente para salir a una pista de baile.

-Maravilloso -rió Hanna.
-He alquilado unas sillas de mohair fantásticas, un par de barras de bar de madera y varias lámparas de cristal translúcido. ¡Y he encontrado unas bandejas para servir de espejo color cobalto!
-Todo suena muy bien, pero no te llamaba por la fiesta.
-Deja que adivine -______ dejó caer los hombros.
-Eh, venga ya. No te hagas la interesante.

Le había dicho a Hanna que Donghae y ella iban a ir a elegir un anillo, y que iba a hacer un último intento para convencer a su padre.

-¿Por dónde empiezo? -se puso la mano en la frente-. ¿Por lo malo o por lo peor?
-Venga ya. ¡No ha podido ser tan terrible!

Hanna era una optimista empedernida. «Venga ya» era una de sus expresiones favoritas.

-Ha ido mal -contestó ______ con tono lúgubre-. Veamos, lo malo fue que mi padre se puso como loco. Lo peor fue que Choi Siwon fue testigo de la escena.
-¡Oh, no! -exclamó Hanna.
-Oh, sí.

Le contó a Hanna los detalles de la confrontación en la biblioteca de su padre, y Hanna emitió los ruiditos compasivos de rigor.

-Espero no volver a ver a Choi Siwon -declaró ______ cuando acabó la triste historia, aunque sabía que era una esperanza vana.
-Hum...
-Dime que no lo has invitado a tu fiesta -suplicó, al captar el tono inquieto de su amiga.
-¡Tenía que invitarlo, ______! Oliver y él se conocen desde hace años.
______ gruñó. Hanna y ella habían elegido la tarjeta de invitación juntas, pero Hanna había enviado la lista definitiva de invitados directamente a la imprenta.
-Típico de mi suerte habitual -gimió.
-Puede que no venga -señaló Hanna.
-Si sabe que la he planificado yo, seguramente no irá -contestó ella, animándose de nuevo.