Capítulo 25

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  ______ permitió que Siwon la condujera hacia la parte delantera de la casa.
Ya estaba familiarizada con la mayoría de las habitaciones de la planta inferior, que había visto de pasada, pero Siwon las fue identificando una a una desde el vestíbulo central.
Tras el comedor formal había un enorme salón con chimenea, cuya repisa era de madera tallada. También había un estudio cubierto de suelo a techo de estanterías llenas de libros, un lavadero y una habitación dedicada en exclusiva a una mesa de billar. La sala de billar le había llamado la atención cuando la había visto a principios de la tarde; por lo visto Siwon era tan aficionado al billar como lo era su padre.

La decoración era una mezcla de estilo Victoriano tradicional y cómodo estilo contemporáneo, y conformaba una estética final típica y distintiva de la Costa Oeste.
Cuando llegaron a la puerta principal, Siwon se dio la vuelta e inició el ascenso por la escalera central.

-Tendrás a gente que te ayuda a mantener todo esto en condiciones, supongo -comentó ella mientras subían.
-Sí, pero no interna -contestó él-. Tengo contratado un servicio de limpieza para todo esto y también para la casita que tengo en Napa.

Una vez arriba, abrió y cerró puertas, mostrándole los distintos dormitorios. Uno de ellos aún lucía el femenino papel pintado, con estampado de rosas, que había pertenecido a los anteriores propietarios. En otra habitación había dos camas gemelas separadas por un tocador Victoriano tradicional. Dos dormitorios aún estaban sin amueblar.

En total había cinco dormitorios, y el principal era el último.

Esa habitación la sorprendió con su ambiente informal. Siwon se apoyó en el umbral y contempló cómo ella miraba a su alrededor.
Teniendo en cuenta los artículos que había por todas partes, el dormitorio parecía lleno de vida, a diferencia de otras habitaciones de la casa.
Había una cama enorme con armazón de madera lacada en negro y sábanas blancas. Unas suntuosas cortinas de seda amarilla cubrían tres enormes ventanas y el suelo de madera estaba cubierto por una alfombra.

-¿Te gusta? -preguntó él.

Ella asintió. Era consciente de que tenía que salir de allí antes de que el pulso se le acelerase hasta el punto de provocarle un infarto.

-La decoración es preciosa. La casa entera lo es -fue hacia el umbral, pero él estaba allí.
-Me alegro -dio con su voz profunda y sensual.
-Necesito...

«Salir de aquí», pensó. Pero no llegó a decirlo. Las palabras se apagaron en sus labios mientras él la miraba con intensidad.
Se inclinó hacia ella y, tras escrutar su rostro, su boca descendió hasta la tuya.
Esa vez ella esperaba el cosquilleo y la explosión de euforia que eso le provocaría.
La besó con pasión, atrapándola entre sus brazos.
Ella alzó las manos hasta su cuello, mientras sus bocas se enzarzaban y la pasión se acrecentaba. El mundo se disolvió y dio paso a una llama de deseo que prendió dentro de su cuerpo.

-Mmm.

Un momento después, comprendió que el gemido placentero había salido de ella.
Cuando él se apartó por fin, jadeaba y le pesaban los párpados.

-¿Qué estás haciendo? -le preguntó con voz grave.
-¿No es obvio?
-Estoy aquí para hacer un trabajo...
-Que ya ha concluido. En este momento no trabajas para mí.
-Soy planificadora de fiestas -insistió ella.
-Ya... ¿quieres que te explique qué clase de fiesta me gustaría que me dieras ahora mismo?

Ella se estremeció con un cosquilleo.

-Es increíble, ¿verdad? -dijo él, con la voz ronca de excitación-, ¿Cuánto tiempo hace que nos conocemos? ¿Una década? Si hubiera sabido que besarte sería algo tan fantástico, no habría sido capaz de resistirme.

El corazón desolado de ella absorbió sus palabras como una esponja. Anhelaba una tormenta de sinceridad tras la infidelidad de Donghae.

-Nunca has tenido que resistirte -lo contradijo-. Yo no te gustaba.
-Ojalá hubiera sido así.

Antes de que ella pudiera decir nada, la besó de nuevo y la pasión volvió a estallar. Un momento después, ______ apartó la boca con esfuerzo.

-Espera. ¡No podemos hacer esto!
-¿Por qué? -inquirió él-. Tú te has librado de tu prometido, y yo... -miró a su alrededor como si buscara algo- yo no tengo a nadie.
-¡Esta es la clásica escena de aventura de rebote!
-Me resulta difícil preocuparme por eso en este momento -clavó en ella esos ojos de obsidiana cargados de promesas de placer-, pero sí, de acuerdo. ¿Acaso te importa?
-Yo...  

Scandal in the office *TERMINADA*Where stories live. Discover now