Capítulo 29

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  La noche anterior, prácticamente la había devorado. ______ palideció al pensarlo, pero recuperó su aire desafiante de inmediato.

-No le demos a lo de anoche más importancia de la que tiene, ¿de acuerdo? Gracias por ayudarme a recuperar mi confianza después de lo de Donghae. Puedes tacharlo de tu lista de cosas pendientes.
-Fantástico -dijo él con voz templada-. Ahora fuguémonos a Las Vegas para casarnos. Así también podré tachar eso de la lista y tu venganza estará completa.
-¿Qué? ¡Estás loco!

Lo miró con tal expresión de asombro que él estuvo a punto de echarse a reír. Arqueó una ceja.

-Estoy ofreciéndote una manera para dejar a Donghae atrás y decir la última palabra. Una forma de conseguir cuanto deseas, incluyendo el bebé. Pero tú me rechazas. ¿Y dices que el loco soy yo?
-Tus dos hermanos van a tener hijos -le devolvió ella con voz de sospecha-. ¿Es ésa la razón de que estés tan deseoso de tener un hijo conmigo? ¿Te sientes desplazado y distinto de ellos?
-Digamos que hace poco tuve la oportunidad de descubrir qué quería realmente -dijo él tensando la mandíbula.

Era cierto que se había despertado. Pero no por lo que ella creía. El hecho de que había estado a punto de perderla a manos de Lee había hecho sonar la campana de alarma en su cerebro.
Vio un destello de emoción en los ojos de ______ y supo que estaba bajando las defensas.

-¿Qué tienes que perder? -la presionó.

Ambos sabían que ya no tenía prometido y que las posibilidades de encontrar otro a corto plazo eran mínimas.

-¡No puedo fugarme! -exclamó ella-. ¡Soy planificadora de fiestas!

El soltó una carcajada y luego la rodeó con los brazos.

-Estoy seguro de que podremos arreglarlo de alguna manera -murmuró.

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Cuatro días después, ______ se encontraba llamando al timbre de Siwon. Habían quedado en su casa para discutir los detalles de la boda.
Llegaba directamente de una cena de negocios con un cliente potencial, y vestía una camisola roja con cuello en uve y una falda beis hasta las rodillas.
Cuando Siwon abrió la puerta, tuvo que tragar saliva. Llevaba unos pantalones vaqueros negros y una camisa azul oscuro, con el cuello abierto; estaba increíblemente sexy.

-Entra -ofreció él.
-Perdona que llegue tarde -se mojó los labios con la lengua-. La cena duró más de lo que esperaba.
-No hay problema. Yo cené algo rápido y ahora estaba leyendo unos informes de negocios.

Empezó a conducirla hacia el salón, pero se detuvo inesperadamente ante la puerta de la sala de billar.

-¿Juegas? -le preguntó.

Claro que ______ jugaba. Había crecido con una mesa de billar en casa, y había aprendido del mejor: Marcus Tremont.

Pero ______ se había asegurado de no tener que enfrentarse a Siwon a lo largo de los años. Una competición cara a cara con él sobre el fieltro verde habría tenido la connotación de una batalla muy significativa para ella. Siempre que había ido de visita a la mansión de los Tremont, y ella estaba allí, había dejado que jugara contra su padre.

-A veces -dijo, sin entusiasmo.

Los labios de él se curvaron con una sonrisa y fue hacia el expositor de tacos de billar.

-Venga. Elige tu arma -la incitó.
-Creía que íbamos a discutir los detalles de la boda -dijo ella.
-Y así es -él alzó una ceja-. Mientras jugamos una partida de billar. ¿Te parece bien?
-Bueno -ella se encogió de hombros.

No podía negarse, después de que él le hubiera lanzado el guante. Una parte de ella llevaba años deseando darle una buena paliza.

-Espero que no te aburras jugando conmigo -le dijo. Fue hacia el expositor y eligió uno de los tacos más cortos.
-Puedo darte algunos consejos, si los necesitas -ofreció él, eligiendo también un taco.
-Gracias -esbozó una sonrisa agradecida, entornando los párpados.  

Scandal in the office *TERMINADA*Where stories live. Discover now