Cuando entro a clase, el profesor aún no ha llegado. Y me extraña, porque el de matemáticas siempre suele llegar temprano. Me dirijo a mi sitio, en el que están las chicas charlando con dos compañeros de clase.
- ¡Hey, brothers! -grito cuando llego.
- ¿Qué pasa, mediometro? -dice Carlos, haciéndome rabiar como siempre.
(Carlos)
- Verás la mediometro lo que es capaz de hacer.
Suelto de un golpe mis cosas sobre la mesa y empezamos a pelear. De broma, claro. Siempre estamos así. Realmente, mis amigas y yo somos las que normalmente damos juego en clase. Jugamos, hacemos bromas con los chicos. Nos lo pasamos en grande.
- ¿Por donde quieres que empiece? ¿Patada en la boca o en las costillas?
- Primero intenta llegar con esas mini-piernas, chiquitina.
Todos los que observan risueños la escena, ríen por su comentario. Y la verdad es que yo también. No puedo evitarlo.
- Como si tú fueras muy alto. Tampoco eres gran cosa.
- ¿Ah, no? -dice acercándose a mí.
Se pone en una posición intimidante. Coloca su frente en mi cabeza, como si en cualquier momento fuera a tirarse sobre mí. Vale sí, me saca seis cabezas mínimo.
Tal vez exagero.
- ¿Sabes qué? Dicen que los altos la tienen pequeña -digo mostrándole mi mano, la cual forma una L con los dedos pulgar e índice.
(Échale imaginación, mente sucia)
- ¿Quieres verla? A lo mejor, hasta te asusta.
- Sí, de lo fea que es.
Todos volvemos a reír, incluidos nosotros dos.
- Cuando la conozcas no volverás a decir eso de ella.
- Qué asco das.
- Oye una pregunta. ¿Cómo se ve el mundo desde ahí abajo?
- ¿Quieres que te parta las piernas y lo compruebas por ti mismo?
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El beso
Teen FictionDe repente, noto una mano en mi trasero y, evidentemente, me giro de forma brusca. - ¿Se puede saber que coño haces, imbécil? Como era de esperar, le planto un tortazo en la cara. Si antes lo pienso, antes lo hago -me río mentalmente. Sus amigos, qu...