Tras recoger los platos del almuerzo, mando un mensaje a las chicas. Hemos quedado para arreglarnos en mi casa mientras calentamos con unas copas de iniciación. Jason vendrá más tarde, cuando hayamos terminado de prepararnos.
- Voy a dormir siesta para estar a full esta noche. Nos vemos a las 7 en mi apartamento.
Realmente, me siento entre nerviosa e insegura. La última fiesta fue un desmadre, tendré que controlar más esta vez. Siempre dices lo mismo y al final acabas igual (tn).
Las 6:30. Voy a preparar algo de merendar para tener el estómago lleno. Cuando estoy acabando las tortitas, tocan al portero.
- ¡Que empiece la fiesta! -entra gritando Dai, tras abrirles la puerta.
- ¡Conecta los altavoces, (tn)! Vamos a calentar motores.
Una vez que hemos merendado y recogido, nos disponemos a la sesión de vestuario y maquillaje. La tarde pasa entre vestidos, tacones, sombras de ojos, eyeliners, bailes con la música a máxima potencia y alguna que otra copa. Decido ponerme esto:
- (Tn), espero que hoy no subas a ninguna barra a bailar. Se te puede ver el alma con ese vestido. -se burla Sophia.
- Tranquila, si esta noche se sube encima de algo seguro que no es una barra -dice Dai haciendo un gesto obsceno sobre sexo.
- O tal vez una "barra" distinta. Deberíamos preguntarle a Eloy para resolver nuestras dudas -prosigue Denis, haciendo que todas rían a mi costa.
- Quizá acabo subiendo encima de vuestras pequeñas cabecitas para aplastarlas.
Al mismo tiempo que acabo mi frase, el timbre vuelve a sonar. Jason. Agarro mi copa y me dirijo a la puerta. Tras confirmar que es Jason le dejo pasar.
- ¡Hey, brother! -digo chocando su mano.- ¿Preparado para partir la noche?
- Yo siempre estoy preparado, sister.
Las chicas salen de mi habitación con sus respectivas copas y nos acoplamos todos en el salón. Subimos aún más la música, si es que eso es posible, y le sirvo una copa a Jason también. Tras pasar un buen rato con mis amigos creando coreografías un tanto ridículas y algún que otro desafío con la bebida, decidimos que es hora de poner rumbo a la fiesta. Son las 23:15 de la noche, supongo que habrá ambiente ya.
Al adentrarnos en la calle donde viven Eloy, Mike y Shawn, nuestro asombro aumenta bastante. ¿A cuánta gente han invitado? Todo está abarrotado de coches, algunos incluso aparcados en la acera, los taxis hacen cola de hasta 3 coches trayendo gente de a saber dónde. Al entrar al portal, la música retumba haciendo que el suelo vibre. Por miedo, decidimos subir por las escaleras en lugar del ascensor. Mala idea. Con las copas que hemos bebido, ya vamos más que contentos, sobretodo las de siempre: Dai y yo. Dai tropieza haciendo que mi risa y la de mis amigos se escuche incluso por encima de la música. Al intentar ayudarla, caigo yo también. ¿Lograremos entrar a la fiesta?
- ¡(Tn), por Dios! Contigo no hace falta estudiar ginecología -ríe Jason.
- ¡Dejad ya mi vestido! Voy guapísima y os morís de rabia. ¡Envidiosos!
Todos reímos y, al fin, conseguimos llegar a la meta. Mike nos abre la puerta, como en la primera fiesta.
- ¡Os habéis dignado a venir! Ya pensaba que Eloy entraría en depresión. -vaya, parece que no somos los únicos que han bebido un poco. Mike ríe como si le hubiéramos contado el mejor chiste de la historia.
Cuando nos abrimos paso entre la multitud, descubrimos que la fiesta tiene el triple de desmadre que la semana pasada. Gente que no he visto en mi vida pasa por delante de mis ojos, un coctelero en la barra sirviendo copas sin parar, ¡incluso han contratado un Dj! Definitivamente, estos chicos han tirado la casa por la ventana.
Comenzamos a bailar mis amigos y yo con más entusiasmo que en mi casa anteriormente. Los focos se mueven al son de la música creando un ambiente único. Parece un pub en lugar de un simple apartamento de estudiantes.
Aún no he logrado divisar a Eloy, pero tampoco busco con insistencia. Me apetece pasar el rato bailando y disfrutando con mis amigos. Al fin y al cabo, la última fiesta casi ni nos vimos.
- ¡Chicas, nuestra canción! -grita Denis, abrazándome por los hombros.
Jason hizo algunos vídeos graciosos de nuestros extraños bailes, de los que juraría que nos arrepentiríamos al día siguiente.
En uno de esos vídeos, en los que yo estaba haciendo el tonto más que bailar, un chico me agarra por la espalda y me tapa los ojos.
- Sorpresa, guapa.
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El beso
Teen FictionDe repente, noto una mano en mi trasero y, evidentemente, me giro de forma brusca. - ¿Se puede saber que coño haces, imbécil? Como era de esperar, le planto un tortazo en la cara. Si antes lo pienso, antes lo hago -me río mentalmente. Sus amigos, qu...