Capítulo 21

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El Viaje de Hyukjae a Hampshire había sido largo, aburrido e incómodo, sin compañía excepto sus propios pensamientos que estaban latentes. Había intentado descansar, pero de por si era difícil para el dormir en las mejores condiciones, menos podría con el traqueteo del viaje, aun así logro dormitar.
Había pensado extravagantes amenazas para intimidar a su esposo y así lograr su obediencia. Luego había fantaseado de lo que le haría a Donghae para castigarlo, hasta que los pensamientos lo habían lo despertado. ¡Maldita sea! él no estaba bien.
Hyukjae nunca se había dado por la introspección, investigar en el territorio de su propio corazón era demasiado peligroso y muy difícil de examinar. Era imposible olvidar su pasado, cuando toda la suavidad, el placer y las esperanzas habían desaparecido, y siempre había tenido que valerse por sí mismo. La supervivencia significaba no permitirse nunca necesitar de otra persona.

Hyukjae trató de desviar sus pensamientos mirando el paisaje, el cielo de verano estaba claro, aun cuando eran casi las nueve. De todos los lugares en Inglaterra, él nunca había ido a Hampshire. Viajado hacia el sur se veían las colinas, a través un bosque espeso y fértiles praderas cerca de New Forest, y Southampton. La ciudad de Stony Cross, era un mercado próspero se encontraba en una de las regiones más pintorescas de Inglaterra. Pero la ciudad y sus alrededores poseían algo más que un mero recurso escénico, tenía una cualidad mística. Parecía que estaban de viaje en un lugar fuera del tiempo, los bosques antiguos que albergan criaturas que podrían sólo existir en mitos. En la noche profunda, invadida por la niebla en el valle, se deslizó a través de las carreteras.
El coche tomo la carretera privada hacia la finca Ramsay, más allá de dos portones que se encontraban abiertos y la casa del cuidador hecha de piedras grises-azulinas. La casa principal era una combinación arquitectónica de diferentes estilos que no deberían quedar bien juntos, sin embargo, lograban una conjunción exquisita. Donghae estaba allí. Saberlo lo estimuló, lo hizo desesperarse por llegar a él. Era más que desesperación. La pérdida de Donghae era lo único de lo que no podría recuperarse, y sabiendo lo había hecho se siento con miedo, furia y enjaulado. Esos sentimientos le revelaron que, no se mantendría alejado de el.
Con toda la paciencia de un santo, Hyukjae se acercó a la puerta de entrada, sin esperar a un lacayo.
Se abrió camino en el hall de entrada, había dos pisos, con paneles de color crema inmaculado una escalera de piedra curvada en Hangeng estaba allí para saludarlo, vestido de manera informal con una camisa de cuello, pantalones, y un chaleco abierto de cuero.

-Hyukjae Rutledge - dijo amablemente -. Estamos terminando de cenar. ¿Querrá acompañarnos a la mesa?

Hyukjae dio una sacudida impaciente de su cabeza.

- ¿Cómo está Donghae?

- Venga, vamos a tomar un poco de vino, y a discutir algunas cosas.

- ¿Está cenando también?

- No.

- Quiero verlo, ahora.

Con una expresión agradable, Hangeng no contestó.

- Me temo que tendremos que esperar.

- Permítanme re-expresarme, voy a verlo, aun cuando tenga que pasar por encima de usted.

Hangeng recibió esto de forma imperturbable, sus hombros se encogieron.

- Entonces, salgamos.

Esta pronta aceptación de una pelea sorprendió a Hyukjae. Su sangre hervía con violencia y mal genio, estaba al borde de una explosión.
Una parte de su mente reconoció que él no era él mismo, que el funcionamiento exacto de su mente era un caos, estaba fuera de si. Su lógica habitual lo había abandonado. Todo lo que sabía era que él quería a Donghae, y si tenía que luchar por el, así sería. Lucharía hasta sangrar y caer.

Tientame al amanecer [EunHae] Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora