Capítulo 24

778 66 3
                                    

El coche postal había llegado a Stony Cross, y un lacayo fue enviado a recoger una pila de cartas y paquetes dirigida a Ramsay House. El criado trajo las entregas a la parte trasera de la casa, donde Henry y Donghae descansaban sobre los muebles que habían sido llevados fuera a la terraza de ladrillos pavimentada. El paquete más grande estaba dirigido a Hyukjae.

- ¿Más noticias del señor Valentine? - le preguntó Donghae, bebiendo vino tinto dulce y acurrucándose  junto a Henry en un sillón.

- Eso parece - dijo Hyukjae con una sonrisa burlona -. Parece que el hotel está siendo manejado brillantemente en mi ausencia. Quizás  debería haber tomado vacaciones antes.

Zhoumi fue donde Henry y deslizó sus dedos bajo su barbilla.

- ¿Cómo te sientes? - le preguntó suavemente.

Él le sonrió.

- Espléndido.

Se inclinó para besarle la parte superior de la castaña cabeza de Henry, y se sentó en una silla cercana. Uno podía ver que estaba intentando estar lo más calmado posible con la idea de que su esposo tuviera un hijo, pero su preocupación por Henry prácticamente irradiaba por todos sus poros.
Hyukjae tomó la otra silla y abrió su paquete. Después de leer las primeras líneas de la primera página, él hizo un sonido de incomodidad y una mueca visible.

- Dios mío.
- ¿Qué pasa? - le preguntó Donghae.

- Uno de nuestros clientes habituales, Lord Pencarrow, se hirió el mismo la noche pasada.

- Oh, querido. - Donghae frunció el ceño -. Es un anciano tan encantador. ¿Qué le pasó? ¿Se cayó?

- No exactamente. Se deslizó por la barandilla de la escalera, desde el entresuelo a la planta baja. - Hyukjae hizo una pausa, incómodo -. Hizo todo el camino hasta el final de la balaustrada, en el que se estrelló con el ornamento de piña en la parte superior de la pilastra.

- ¿Por qué un varon de ochenta años haría tal cosa? - se preguntó Donghae, desconcertado.

Hyukjae le lanzó una sonrisa sardónica.

- Me imagino que iba pasado de copas.

Zhoumi estaba servil.

- Uno sólo puede alegrarse de que sus años de andar engendrando niños hayan quedado atrás.

Hyukjae hizo una pausa para leer algunas líneas más.

- Al parecer llamaron al médico, y, en su opinión, el daño no es permanente.

- ¿Hay alguna otra noticia? - le preguntó Henry esperanzado -. ¿Algo un poco más alegre?

Amablemente, Hyukjae continuó leyendo, esta vez en voz alta.

- Lamento informar que otro lamentable incidente ocurrió la noche del viernes a las once de la mañana, con la participación... - se interrumpió, con su mirada pasando rápidamente por la página. Antes de que Hyukjae lograra disfrazar su mirada en una expresión de impasibilidad, Donghae vio que algo estaba muy mal. Sacudió su cabeza, encontrando su mirada. - No hay nada de interés.

- ¿Puedo verlo? - le preguntó Donghae suavemente, alcanzando la página.

Sus dedos se cerraron sobre el.

- No es importante.

- Déjame ver - le insistió, tirando de la hoja de papel.

Henry y Zhoumi, que estaban en silencio, intercambiaron sólo una mirada.

Acomodándose nuevamente en la silla, Donghae miró la carta.

- ...la participación del señor Sehun Bayning – él leyó en voz alta - que apareció en el hall de entrada sin previo aviso o advertencia, completamente ebrio y con un temperamento hostil. Exigió verlo, señor Rutledge, y se negó a aceptar que usted no estuviera en el hotel. Para nuestra alarma, blandía un - Donghae se detuvo y tomando aliento - un revólver, y amenazaba en su contra. Tratamos de llevarlo a la oficina para calmarlo en privado. Se produjo una riña y lamentablemente el señor Sehun Bayning fue capaz de disparar un tiro antes de que yo fuera capaz de desarmarlo. Afortunadamente, nadie resultó herido, aunque después hubo muchas consultas ansiosas por parte de los clientes del hotel, y el techo de la oficina debe ser reparado. El señor Lufton tuvo un gran susto por el incidente y experimentó dolores en el pecho, pero el médico le recetó un día de reposo en cama y dijo que debería de estar bien mañana. En cuanto al señor Sehun Bayning, fue devuelto a su casa a salvo, y yo me tomé la iniciativa de tranquilizar a su padre de que ningún cargo sería presentado, como el vizconde parecía muy preocupado por la posibilidad de un escándalo... 

Tientame al amanecer [EunHae] Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora