- A mi hermano y al señor Hangeng no les gusta - le dijo Donghae a Hyukjae a la mañana siguiente, mientras caminaban lentamente a través del jardín de rosas detrás del hotel. La noticia del escándalo había recorrido Londres como un reguero de pólvora, era necesario hacer algo al respecto con la mayor diligencia. Donghae sabía que, como el caballero que era, Hyukjae Rutledge estaba obligado a ofrecerse para salvarlo de la desgracia social.
Sin embargo, no estaba seguro que si casarse con el varón equivocado fuera lo mejor que ser una paria. No conocía a Hyukjae lo suficientemente bien como para hacer juicios sobre su carácter. Y su familia no estaba enfáticamente a favor de él.
- A mi acompañante no le agrada - continuó Donghae - y mi hermano Heechul dice que no sabe lo suficiente de usted como para decidir, pero no está muy de acuerdo con que le guste.
- ¿Qué hay de Ryeowook? - preguntó Hyukjae, el sol le arrancó unos destellos notables en su oscuro cabello, mientras se inclinaba hacia el.
- Le gusta. Pero también le gustan los lagartos y las serpientes.
- ¿Y a usted?
- No puedo soportar los lagartos o las serpientes.
Una sonrisa asomó en sus labios.
- No se escude hoy, Donghae. Sabe lo que le estoy pidiendo.
El respondió con un gesto inestable.
Había sido una noche infernal. Había hablado, llorado y discutido con su familia hasta las primeras horas de la mañana, y luego se había encontrado con que le era casi imposible dormir. Y aparte de discutir, su pecho era un caldero de turbulentas emociones.
Su a salvo mundo familiar se había vuelto del revés, y la paz del jardín fue un alivio indescriptible. Curiosamente, la hacía sentirse mejor estar en presencia de Hyukjae Rutledge, incluso aunque fuera parcialmente el responsable por el desastre en el que se encontraba. Estaba tranquilo y seguro de sí mismo, y había algo en su estilo, la simpatía tejida con el pragmatismo, que lo tranquilizaba.
Se detuvieron en una larga arboleda envuelta de rosas. Había un túnel de flores de color rosa y blanco. Ryeowook deambulaba por un seto cercano. Donghae había insistido en llevarlo en lugar del señorito Sungmin Marks o de Heechul, los cuales habrían hecho lo imposible para que no pudiera tener un poco de privacidad, incluso marginal, con Hyukjae.
- Me gusta - Donghae admitió tímidamente - Pero esto no es suficiente para construir un matrimonio ¿o sí?
- Es mucho más con lo que comienzan algunos. - Hyukjae la estudió - Estoy seguro de ha hablado con su familia.
- Al fin - dijo Donghae. Su familia le había enmarcado la posibilidad de matrimonio con Hyukjae Rutledge en unos términos tan graves que ya había decidido rechazarlo. Torció la boca en una mueca, disculpándose - Y después de escuchar lo que tenían que decirme, siento decirle que yo...
- Espere. Antes de tomar una decisión, me gustaría escuchar lo que tiene que decir. Cuáles son sus sentimientos.
Bien. Eso fue un cambio. Donghae parpadeó desconcertado cuando pensó en su familia y en la señorita Sungmin Marks. Habían tenido muy buenas intenciones y le habían dicho lo que pensaban que debía hacer. Sus propios pensamientos y sentimientos no habían recibido mucha atención.
- Bueno... es un extraño - dijo -. Y no creo que deba tomar una decisión sobre mi futuro cuando estoy enamorado del Señor Sehun Bayning.
- ¿Todavía tiene esperanzas en casarse con él?
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Tientame al amanecer [EunHae] Libro 3
FanfictionHyukjae era todo lo que Donghae había jurado evitar. Donghae Hathaway ama a su familia poco convencional, aunque Donghae anhela normalidad. Entonces el destino conduce a una reunión con Hyukjae Rutledge, un propietario de hotel enigmática e inventor...