Epílogo

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TRES DÍAS MÁS TARDE…

- Estoy con retraso - dijo Donghae pensativamente, anudándose el cinturón de su bata blanca mientras se acercaba a la mesa del desayuno.

Hyukjae se levantó y acercó una silla para él, robándole un beso cuando estaba sentado.

- No sabía que había una cita esta mañana. No hay nada en el programa.

- No, no es ese tipo de retraso. Es el otro tipo. - Al ver su incomprensión, Donghae sonrió -. Estoy refiriéndome a cierto hecho que ocurre mensualmente...

- Oh. - Hyukjae lo miraba fijamente, con expresión insondable.

Donghae le sirvió el té y dejó caer un terrón de azúcar en ella.

- Son sólo dos o tres días más de lo habitual - dijo, con voz deliberadamente informal - pero nunca me he retrasado tanto antes -

El mezcló su té con leche y lo probó con cautela. Echando una mirada a su marido por encima del borde de la taza de porcelana, intentando evaluar su reacción a la información.

Hyukjae tragó saliva, parpadeó y lo miró. Su color había aumentado, haciendo que sus ojos se vieran inusualmente verdes.

- Donghae... - Se vio obligado a detenerse por la necesidad de tomar aliento -. ¿Crees que podrías estar gestando?

Él sonrió con entusiasmo suavizado por una oleada de nerviosismo.

- Sí, creo que es posible. No lo sabremos con certeza hasta que pase un poco más de tiempo - Su sonrisa se volvió incierta cuando Hyukjae permaneció en silencio. Tal vez era demasiado pronto... tal vez no estaba totalmente receptivo a la idea.

- Por supuesto - dijo, tratando de parecer prosaica - puede llevar algún tiempo que te acostumbres a la idea, es natural...

- No necesito tiempo.

- ¿No? - Donghae jadeó cuando fue arrancado de la silla y lo sentó en su regazo. Sus brazos lo rodearon rápidamente

-Entonces… ¿quieres un bebé? - Preguntó -. ¿No te importaría?

- ¿Importarme? - Hyukjae apretó la cara contra su pecho, besando febrilmente la piel expuesta, el hombro, la garganta -. Donghae, no hay palabras para describir lo mucho que lo quiero. - Tenía la cabeza levantada, con una profunda emoción en los ojos que le quitaba la respiración -. He pasado la mayor parte de mi vida solo, y pensé que siempre lo estaría… Y ahora te tengo a ti... y un bebé...

- Aún no es seguro - dijo Donghae, sonriendo mientras recibía numerosos besos en la cara.

- Entonces lo haré seguro - Con él en brazos, Hyukjae se levantó de la silla y empezó a llevarlo hacia el dormitorio.

- ¿Y el programa de la mañana? - Protestó.

Y Hyukjae Rutledge pronunció cinco palabras que nunca había dicho en su vida.

- Al diablo con los programas.

En ese momento, la puerta retumbó con un golpe enérgico.

-¿Sr. Rutledge? - llegó la voz de Jongin Valentine -. Tengo los informes de los administradores.

- Más tarde, Jongin - Hyukjae contestó, sin detenerse mientras lo llevaba en brazos a su dormitorio -. Estoy ocupado.

La voz del asistente fue amortiguada por la puerta.

- Sí, señor.

Enrojeciendo de pies a cabeza, Donghae dijo

- ¡Hyukjae, de verdad! ¿Sabes lo que debe estar pensando en este momento?

Recostándolo sobre la cama, tiró de su bata abierta.

- No, dímelo.

Donghae se retorció en señal de protesta, dejando escapar una sonrisa indefensa a medida que empezó a besar a fondo su cuerpo

- Eres el varon más malo...

- Sí - murmuró Hyukjae con satisfacción.

Los dos sabían que no lo hubiera tenido de otra manera.







MÁS TARDE ESE DÍA...

El inesperado regreso de Kyuhyun a Hampshire había provocado un feliz caos en Ramsay House, las criadas se apresuraban en tener lista su habitación de siempre, un lacayo establecía otro lugar en la mesa. La familia le dio la bienvenida calurosamente. Zhoumi sirvió vasos de vino excelente, ya que se reunieron en la sala por unos minutos para conversar antes de que se sirviera la cena.

- ¿Qué pasa con la comisión para el conservatorio? - Heechul le preguntó -. ¿Has cambiado de opinión?

Kyuhyun sacudió la cabeza.

- El proyecto es tan pequeño que he esbozado algo sobre la marcha.

Parecían satisfechos con ello. Voy a trabajar en los detalles aquí, y enviaré los planos definitivos cuando regrese a Londres. Pero no es eso lo que tengo en mente. Tengo algunas noticias que creo que encontrarán de interés...

- Se procedió a agasajar a la familia con la historia del secuestro de Hyukjae y el rescate, y el posterior arresto de Edward Kinloch.

Reaccionaron con expresiones de asombro y preocupación, y elogiaron a Kyuhyun por su parte en el asunto.

- ¿Cómo está Donghae? - Heechul le preguntó -. Hasta ahora no ha tenido la calma, la vida serena que esperaba.
- Más feliz de lo que lo he visto nunca - Kyuhyun respondió -. Creo que se ha reconciliado a sí mismo con la idea de que uno no puede evitar las tormentas y las calamidades de la vida, pero que puede, al menos, encontrar un compañero adecuado para hacerles frente.

Hangeng sonrió, sosteniendo a su hijo de pelo oscuro en el pecho.

- Bien dicho, hermano.

Kyuhyun se puso de pie y dejó a un lado su copa de vino.

- Voy a lavarme antes de que se sirva la comida - Mirando alrededor del cuarto, adoptó una expresión de sorpresa -. No veo al señorito Sungmin Marks. Espero que baje a cenar, necesito una buena discusión.

- La última vez que lo vi - respondió Ryeowook  - estaba buscando por toda la casa sus ligas. Dodger robó hasta la última de ellas de su cómoda.

- Wook - Henry murmuró - es mejor no hablar de las ligas estando en sociedad mixta.

- Muy bien. Pero no entiendo por qué. Todo el mundo sabe que se usan, ¿por qué tenemos que fingir como si fuera un secreto?

Cuando Henry trató de explicárselo con tacto, Kyuhyun sonrió y se fue arriba. En lugar de dirigirse a su habitación, fue al final del pasillo, giró hacia la derecha y golpeó la puerta.
Sin esperar una respuesta empujó para abrir.

Sungmin Marks se volvió hacia él, jadeando.

- ¿Cómo se atreve a entrar en mi habitación sin...? - Su voz se desvaneció cuando Kyuhyun cerró la puerta y se acercó a él. Mojando los labios con la punta de la lengua, retrocedió hasta que tropezó con el borde de un pequeño tocador. Su pelo cayó en mechones de seda pálida sobre los hombros, y sus ojos se oscurecieron. Mientras Sungmin lo miraba, apareció un rubor en sus mejillas.

- ¿Por qué has vuelto? - Preguntó con voz débil.

- Ya sabes por qué - Poco a poco, Kyuhyun apoyó las manos sobre la mesa, a ambos lados de él. Sungmin se encogió hacia atrás hasta que no quedaba más movimiento posible. El olor de su piel, mezclada con jabón de baño y flores de jardín frescas, penetró en su nariz. El recuerdo de la sensación flotaba a su alrededor.

Cuando Kyuhyun vio el escalofrío que lo recorrió, sintió una oleada de calor no deseado, convirtiendo su sangre en fuego líquido.

Luchando con su auto-control, Kyuyun tomó una inspiración profunda y estabilizadora.

- Gatito... tenemos que hablar sobre lo que pasó.

Fin




Llegamos al final de esta historia 🤗 pronto empezaré a publicar la historia del Hanchul, espero la disfrutarán gracias por todos los votos y comentario, nos leemos pronto.

Tientame al amanecer [EunHae] Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora