Capítulo 22

979 76 9
                                    

Hyukjae nunca había tenido un sueño tan profundo y reconstituyente, que le pareció que nunca había experimentado el sueño verdadero antes, sólo una imitación. Se sintió drogado cuando despertó, borracho de sueño, sumido en ello.

Abriendo sus ojos, descubrió que ya era de mañana, las ventanas estaban pintadas por la luz del sol. Él no sintió ninguna necesidad aplastante de saltar de la cama como por lo general lo hacía. Rodó hacia un lado y se estiró perezosamente. Su mano encontrando el espacio vacío.
¿Había compartido Donghae la cama con él? Frunció el ceño. ¿Si él había dormido toda la noche con alguien y ni siquiera se dio cuenta? Se le revolvió el estomago, se movió hacia el otro lado de la cama buscando su aroma. Sí... había un indirecto aroma florido de él sobre la almohada, y las sábanas estaban llenas del olorcillo de su piel, un dulzor teñido de lavanda despertó cada centímetro de su cuerpo.

Quiso abrazar a Donghae para asegurarse que la noche anterior no había sido un sueño.
De hecho, había sido tan absurdamente bueno que él sintió una punzada de preocupación. ¿Esto había sido un sueño? Frunció el ceño, se sentó y se alisó con sus dedos el pelo.

- Donghae - él dijo, realmente no lo estaba llamando, simplemente estaba diciendo su nombre en voz alta. El sonido era tranquilo. El apareció en la entrada como si hubiera estado esperándolo.

- Buenos días. – Él ya estaba vestido con un simple traje azul, su pelo peinado. Cuán apropiado era que él hubiera sido nombrado por la más llamativa de las flores salvajes, rica y vívida, con un brillo acabando sus pétalos. Sus ojos azules lo miraron tan atentos que él sintió su pecho encogerse, un dardo de dolor y placer.

- Las sombras se han ido - Donghae dijo suavemente. Viendo que él no entendió, hablo nuevamente - las que estaban debajo tus ojos.

Con timidez, Hyukjae miró a la distancia y frotó los músculos de atrás de su cuello.

- ¿Qué hora es? - Él preguntó bruscamente.

Donghae fue hacia una silla, donde su ropa había sido doblada, y revuelta y revisó su bolsillo en busca del reloj. Abriendo el estuche de oro, lo miró, luego fue hacia las ventanas y separó las cortinas. Los vigorosos rayos de luz del sol llenaron el cuarto. - Son las once y media - dijo el, cerrando el reloj con un chasquido decisivo.

Hyukjae lo miró inexpresivamente. Santo Infierno. La mitad el día ya estaba terminada. - Nunca he dormido hasta tan tarde en mi vida.

Su sorpresa disgustada pareció divertir a Donghae.

- Ningún montón de los informes de los gerentes. Nadie golpeando a la puerta. Ninguna pregunta con casos de urgencia. Tu hotel es un amante muy exigente, Hyukjae. Pero, hoy, tú me perteneces.

Hyukjae absorbió eso, la resistencia que había en su interior rápidamente desapareció y afloró el sentimiento de su enorme atracción por él.

- ¿Lo vas a discutir? -  preguntó Donghae, viéndose bastante complacido consigo mismo -. ¿Que hoy eres mío?

Hyukjae se encontró riéndose de él, incapaz de alegar.

- Estoy a tus órdenes - dijo él.
Risueño, giró pesaroso. Él se sintió incómodo, consciente de su estado in lavado, su cara sin afeitar. - ¿Está allí el baño?

- Sí, a través de esa puerta. La casa tiene cañerías, hay agua fría desde un pozo hasta la tina de baño, y tengo las latas de agua caliente listas sobre la cocina. - El guardó el reloj nuevamente en su chaleco. Echó un vistazo a su torso desnudo con un interés oculto -. Enviaron tus cosas de la casa principal esta mañana, con el desayuno. ¿Tienes hambre?
Hyukjae nunca se había sentido tan voraz. Pero se quiso lavar y afeitar, y poner algo de ropa fresca. Él se sentía fuera de su elemento, necesitando recapturar un poco de su usual ecuanimidad - Primero me daré un baño.

Tientame al amanecer [EunHae] Libro 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora