Tientame al amanecer [EunHae] Libro 3

Capitulo 10

Capítulo 10

Cuando Kyuhyun se abrió paso a través de la mansión de Norbury, se sintió privadamente divertido al ver que algunos de sus amigos, jóvenes señores cuya corrupción habría avergonzado incluso sus andanzas pasadas, ahora almidonados y abotonados e impecablemente educados. No por primera vez, Kyuhyun pensaba acerca de lo injusto que era que a los hombres se les permitiera salirse con la suya mucho más que a las mujeres y a los donceles.

Estas costumbres de las acompañantes, por ejemplo... había visto a sus hermanos luchando por recordar cientos de puntos de etiqueta que se esperaba de las mujeres y donceles de alta sociedad. Considerando que el principal interés de Kyuhyun en esas reglas de etiqueta era el cómo romperlas. Y él, como un hombre con un título, indefectiblemente era disculpado ante casi cualquier cosa. Las damas y donceles en una cena eran criticadas por la espalda si utilizaban el tenedor equivocado para el plato de pescado, mientras que un hombre podía beber en exceso o hacer algún comentario fuera de lugar, y todo el mundo pretendía no notarlo.

Con indiferencia, Kyuhyun entró en el salón de baile y se quedó a un lado de la puerta de triple grosor, observando la escena. Aburrido, aburrido, aburrido. Allí estaba la siempre presente fila de vírgenes y sus acompañantes, y los grupos de mujeres y donceles chismosos que le recordaban tanto a patio lleno de gallinas.

Su atención fue atraída por la visión de Sungmin Marks, de pie en la esquina mirando como Ryeowook y su pareja bailaban.

Sungmin Marks parecía tenso, como de costumbre, su delgada figura vestido con colores oscuros tan tieso como una estaca. Nunca perdía la oportunidad de mostrar su desprecio a Kyuhyun, y lo trataba como si tuviera la capacidad intelectual de una ostra. Y era resistente a cualquier intento de encanto o de humor. Al igual que cualquier hombre sensato, Kyuhyun hizo lo posible para evitarla.

Pero, a su pesar, Kyuhyun no podía dejar de preguntarse cómo se vería Sungmin Marks después de hacerle el amor. Las gafas a un lado, su sedoso cabello suelto y caído, su pálido cuerpo liberado del artilugio de los corsés y de los cordones...

De repente, nada en el baile parecía tan interesante como el compañero de sus hermanos.

Kyuhyun decidió ir a molestarlo.

Se paseó cerca de el.

- Hola, Sungmin Marks. ¿Cómo ha es...?

- ¿Dónde ha estado? - Susurró con violencia, sus ojos brillaban con furia detrás de sus gafas.

- En la sala de juegos. Y luego tome algo de cena. ¿Dónde más debería haber estado?

- Se supone que debería haber estado ayudando a Donghae.

- ¿Ayudarla a qué? Prometí bailar con el, y aquí estoy. - Kyuhyun se detuvo y miró a su alrededor. - ¿Dónde está?

- No lo sé.

Él frunció el ceño. - ¿Cómo puede no saberlo? ¿Quiere decir que la ha perdido?

- La última vez que la vi fue hace aproximadamente diez minutos, cuando se iba a bailar con el señor Rutledge.

- ¿El dueño del hotel? Pero nunca aparece en estos eventos.

- Lo hizo esta noche - dijo el señorito Sungmin Marks tristemente, manteniendo un tono bajo-. Y ahora han desaparecido. Juntos. Debe encontrarlo, milord.

Ahora. Está en peligro de quedar arruinado.

- ¿Por qué no ha ido tras ella?

- Alguien tenía que mantener un ojo en Ryeowook, o también iba desaparecer. Además, no quería llamar la atención por la ausencia de Donghae. Vaya a buscarlo, y hágalo lo más rápido posible.