A Plan/ A Deal (YoonSeok)

CHAPTER 25

Maratón (2/3)  

"KOOKMIN"

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El rubio comenzó a sentir molestia debido a que la multitud se apretujaban unos con otros, algunos hombres mayores lo hacían con otras intenciones, él lo sabía, podía ver la asquerosa lascivia en sus miradas y sentir el desagradable manoseo para nada discreto que recibía sobre su cuerpo, en especial su trasero.

Era algo que detestaba.

Odiaba el cómo las personas lo miraban como si se tratase de cualquier objeto que solo servía para satisfacer sus deseos, sin importarles si él tenía sentimientos o no, como si fuese cualquier cosa, menos una persona.

Agradecía el hecho de que JungKook estuviese entretenido en abrir camino; No quisiera que él viera aquellas lamentables y desagradables escenas. No quería que se diese cuenta de lo débil que era bajo aquel papel de chico coqueto y seguro que aparentaba ser frente a todos. No quería que descubriera toda aquella mierda que se encontraba bajo aquella mascara de ángel que se cargaba.

Su vida siempre había sido así, ya se había acostumbrado y aprendió a usar su poder a su conveniencia y placer.

¿Pero porque no podía ser así con JungKook?

¿Por qué no podía tratarlo como los demás chicos?, ¿Por qué no lo seducía, se acostaba con él y lo dejaba para acostarse con otro?, ¿Por qué le daba tanto miedo el alejarlo?

El pelinegro volvió su mirada hacia el mayor regalándole una pequeña sonrisita, sintió como el dorso de su mano era acariciada por el pulgar contrario, como si supiese todo lo que estuvo pensando y tratase de decirle "No te preocupes, todo estará bien."; Sabia de más que eso era imposible, el menor jamás podría leer su mente, pero quería creer que así era.

Quería creer que junto a JungKook nadie más lo lastimaría de nuevo.

Pararon junto a un puesto de tiro al blanco con dardos, el puesto estaba repleto de diferentes peluches que lo adornaban de hermosos colores, y aquellas luces amarillentas y opacas le daba un hermoso toque vintage al lugar.

-Escoge un peluche Jimin-ssi, conseguiré el que deseas.- presumió el menor consiguiendo que el rubio esbozara una sonrisa.

-Nunca había conocido una persona tan humilde como tú.- se burlo el rubio mientras miraba encantado todos los peluches.- ¿Qué te parece aquel?

El menor siguió con la mirada el lugar al que señalaba el rubio topándose con un enorme conejo color rosado con unas tupidas cejas negras que le daban un toque rudo pero tierno.

-Me recuerda a ti.

-¿A mí?

-Ajá, un adorable conejito.

-¿Estás seguro Jimin-ssi?, parece ser más grande que tú. –El menor recibió un pequeño golpe por parte del rubio quien lo miraba indignado, a lo que el pelinegro rio.

-Si no estás seguro de poder conseguirlo solo tienes que decirlo Jeon. –Un tono de burla pudo escucharse en aquel comentario.

Aquello hizo que el menor le mirara sorprendido y comentara coqueto- Me gustan los desafíos. –Una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios, acto que capto la completa atención de Jimin.

Lucían tan apetecibles para él, deseaba poder besarlos como aquella fiesta donde los probó por primera vez; Aun recordaba aquel dulce beso que el menor le dio, lo suave que estos eran, el sabor a alcohol que desprendían debido a lo bebido que estaba esa noche.