¿Eres Felíz? Cap 23

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El dia habia llegado y estaba a punto de irme cuando aquella señora de canas grises metálicas me detuvo.

-Hijo toma- extendido su mano para enseñarme un chocolate en ella, subí mi mirada y pude ver esa cálida sonrisa suya- Lo hice yo- con la misma sonrisa recibí su chocolate- mañana es tu día de descanso así que cuando sea lunes te daré aún más-

-Muchas gracias...- apesar de haber trabajado toda la noche con ella, nunca vi su gafete por lo que ni siquiera sabía si nombre, tan obvio me vi que aquella señora me regaló una sonrisa para después contestarme.

-Tan sólo Llámame abuela-

-P-pero yo no soy su...- bajé mi mirada, sentía un poco de pena por la señora.

-Pero se que mi nieto no sería celoso, a demás si lo llegó a encontrar me gustaría que fuera así de lindo como tu- le sonreí e iba a contestar pero una silueta afuera de esas puertas de cristal me distrajo al punto de verlo con una sonrisa boba que por lo visto fue notoria-¿Ese chico es tu amigo?-

-¿Como?- mi rostro torno rojo al mencionarlo de repente pero algo en mi me obligo a pensar ... ¿amigos? ¿Los amigos se besan? ¿Los amigos duermen juntos? Claro que no, pero si no éramos amigos ¿entonces que somos?- supongo...-

-Se buen chico... y se ve que tu lo quieres- eso sí que aumentó mi color en el rostro, más mis palpitaciones al igual- sin embargo... me recuerda mucho a alguien- se mantuvo un poco el silencio- supongo que lo estoy confundiendo, disculpa a esta vieja anciana-tan sólo le sonreí para después dejar un pequeño beso en su mejilla e irme con aquel chico de hermoso ojos.

Al verme me sonrió, pero esa sonrisa me parecía un poco falsa... llegué hasta él con la esperanza de saber que pasaba.

-¿estás bien?- él volvió a sonreirme y asintió.

-¿Nos vamos?- no espero a que respondiera tan solo subió al auto sin decir nada.

Subí a los segundos pensando ¿Que pasaba? ¿Hice algo mal? Apenas había amanecido y ya tenía miles de preguntas en mi cabeza y todas tenían que ver con un sujeto "Jungkook". Mi sueño me venció, deje que mi desvelada venciera mi mente para dejarme dormido en todo el transcurso del camino.

-Jimin... ¡Jimin!- desperté con unas manos que sacudió levemente mi cuerpo- Ya llegamos- habló con suma delicadeza por lo que le sonreí por ello.

Me incorporé sentándome correctamente mientras que frotaba mis ojos con mis manos, por fin pude ver su sonrisa sincera mostrandome sus lindos dientes. Salimos al par del auto, el me espero a que llegará a su lado para continuar nuestro camino hacia la casa.

-¿Y yoongi aún no vuelve?- no había preguntado nada ayer sobre él y cuando lo hice vi un pesar en el- ¿paso algo?-

-No en realidad, sólo dijo que era mejor volver a su casa- se encogió de hombros para luego voltear a verme- ¿te puedo hacer una pregunta?- lo mire extrañado ¿a que iba eso?.

-Si... dime-

-¿Eres feliz?-

Esa pregunta ni yo conseguía la respuesta, ¿Felicidad?... ¿Qué es realmente?: Un sentimiento de paz, que te trae entusiasmo, energía y todo lo positivo. Pero ¿Quién es realmente feliz? No hay vida donde no llores, sufras o te lastiman, para consolidar ese sentir tienes que pasar por el dolor, la crueldad de las personas, sus egoísmos, mentira, tantas traiciones que hasta de la sombra has de dudar, No hay felicidad si no hay dolor y para la desgracia de todos el dolor es lo que dura más incluso si el tiempo es corto, penetra hasta llegar  a tu alma y robarte un poco de ella.

¡No! No era feliz, en mi vida solo una mujer me dio verdadero amor, mujer que por mis egoísmos hice arrebatarle su vida, la única que estuvo en todo momento incluso cuando hacía algo mal y ahora no la tenía porque yo la había matado, matar a mi madre... son palabras que por el paso del tiempo comencé a creer. Sin embargo tener a jungkook conmigo, la vida me daba probadas de felicidad y de sentirte nuevamente amado, ¿Él sería mi felicidad?.

-Soy feliz...- camine a el y pase mis brazos por su cintura ocultando mi rostro en su pecho- Soy feliz porque tu estas a mi lado- sentí como comenzó a abrazarme y posar su cabeza en la mía.

-Lo siento- susurro como si no quisiera que lo escuchara, pero claro que lo hice, así que lo mire a los ojos para que dijera algo pero no lo hizo.

-¿Porque lo siente?- no dijo nada y eso me estaba doliendo ¿Que fue eso que hizo que dijera "lo siento"? Comencé a alejarme de él poco a poco por el ardor que comenzó tener mi cuerpo.

-N-no y-yo, Jimin...- Ya había sufrido tanto que no me sorprendía que alguien más quisiera lastimarme más pero... con el sentía una doble punzada- no quise decir eso...-

-¿entonces qué quisiste decir?- quería creerle, necesitaba que lo que dijera fuera lo suficiente para pensar que no me dañaria.

-que lo sentía pero por...- se quedó un momento en silencio que para mi era una eternidad- es que tengo que salir hoy y no quería dejarte sólo ahora-

tal vez tantas cosas sólo me hacían pensar de más, Jungkook era diferente, él no me lastimaria o me mentiría, él no haría nada malo conmigo eso lo se. Volví a sus brazos y entonces llegó mis dudas ¿Qué somos? Subí nuevamente a verlo pero no le pregunté, no tuve el valor.

-¿Dónde irás?- fue lo que me salió y bueno al fin también tenía curiosidad.

-Con Jackson- al escuchar ese nombre sentí como una bandeja con agua helada cayó por todo mi cuerpo- pediré unos apuntes, hablaré un poco con él y después vuelvo ¿ok?-

No podía decir nada, mi cuerpo estaba inmovilizado como una estatua, me sentía una persona sin alma, pero recordé que tenía que dejar de temer... el no ha hecho nada, hasta ahora y era amigo de Jungkook él estaría bien ¿o no?.

En mi mente cruzó la idea de contarle toda mi historia con el, ¿pero como? ¿cuando? Supongo que debía ser pronto pero no ahora que iría a verlo. Tan sólo me aleje y le di una sonrisa para darle entender que estaba bien.

-Ya vuelvo, tu come ¿esta bien?- asentí, aún no tenía el poder de hablar- no me esperes, duerme un poco-

Salió de la casa dejándome sólo con miles de pensamientos una vez más, Suspire un poco para ir a dormir, me estaba muriendo y sólo fue el primer día.

Todo el día me quedé en ese cuarto tan vacío, dormir fue bueno pero al despertar solo, mirando las paredes de ese lugar, me levanté y camine hasta llegar a ese espejo, hay estaban esas heridas y esos ojos que me gritaban cerrarse y preguntándose ¿Porque los dejo sufrir así? Me dolía ver mi rostro, recuerdos marcaban mi piel, reviviendo cada mísero momento, sin darme cuenta mis lágrimas caían por todo mi rostro, cada vez más fuerte, mi pecho comenzó a subir y bajar de manera a sentir una presión, mi cuerpo cada vez se sentía más cansado y no exactamente por el físico, mi alma se sentía cansada.

Mirarme de esa manera sólo me hizo enloquecer, tome mi cabello jalandolo para poder cubrir esa estúpida cicatriz, pero era tan corto que no pude y eso aumentó más mi desesperación haciéndome caer al piso, mi llanto se volvieron gritos de odio hacia mi mismo, gritos ahogados en ese cuarto oscuro donde sólo yo podía escucharlos, quería morir en ese momento, quería un día en que estuviera en paz, donde no doliera vivir, no pensaba en más que el sólo poder cerrar los ojos y jamás abrirlos, tan solo quería escapar de aquel dolor que me perseguía en todos estos años, ¡escapar y nunca regresar!.

Seguían mis gritos desgarrandome una vez más mi garganta mientras  revolvía mi cabello, no lo soportaba más, pero unos brazos cálidos tomaron mi cuerpo llevándolo hacia él, sin pensarlo calmo mis gritos pero no mis sollozos, no podía, pero tener su cuerpo a mi lado me tragó esa paz que quise hace unos momentos.

-Estoy aquí...  tranquilo- acariciaba mi espalda mientras yo me aferraba más a su camiseta- no estás sólo mi pequeño-

No sabía cuánto tiempo pasó para que me calmara por completo, pero cuando paso me cargo para llevarme hasta su cama donde fui acostado, sus ojos se miraban rojos con un brillo en ellos, no dije nada y él tampoco lo hizo, tan solo me abrazo fuertemente hasta quedar dormido nuevamente, protegido, amado y en paz.

PEQUEÑO SUICIDA [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora