Capitulo 30

37 4 0
                                    

Estoy en el coche con otra dama de honor. Al llegar a la puerta de la iglesia cogeremos cada una un ramo y nos colocaremos delante de Elisa, caminaremos hacia el altar y luego entrará ella. En el altar, si todo ha salido bien, tiene que estar mi hermano y los amigos que le acompañan.

El coche se para, y ya no hay tiempo para más repaso. La puerta se abre y nada más salir del coche una mujer me da un ramo de flores. Cuando lo cojo me dice que vaya entrando mientras hace una especie de cuenta atrás. Al final va resultar que soy la primera. Comienza a sonar la música entro por la puerta, todo el mundo gira la cabeza para ver. Camino segura veo alguna cara conocida y les sonrío. Pero busco a mi hermano, está allí en el altar donde ya era de esperar que estuviera para todos excepto para Elisa, quien tenia sus dudas. Cuando llego al altar me salto el protocolo y le doy un beso. Rápidamente me pongo en mi sitio. Todas entran y se ponen a mi lado, entonces la música cambia y Elisa aparece por la puerta de la iglesia. La cara de mi hermano lo dice todo y la suya también, estaban deseando que llegase este momento.

Todo sucede como está previsto hasta el momento. Están apunto de pronunciar las palabras claves.

- ¿Tú, Elisa, aceptas a Juan como esposo?

- Sí, acepto.

- ¿Tú, Juan, aceptas a Elisa como esposa?

- Sí, acepto.

- Yo, por el poder que me ha sido otorgado, os declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Un increíble estruendo de aplausos irrumpe cuando se besan. Los niños salen primero, luego los amigos de mi hermano y por último nosotras. Los invitados, que han salido de primeros, ya tienen en la mano los pétalos para lanzarles. Yo me hago con unos cuantos y en cuanto salen una lluvia de pétalos les cae encima. Todos corren a darle la enhorabuena yo decido esperar a que haya menos gente.

- Hola- una voz conocida sale de detrás de mí, me giro.

Me quedo sin palabras, no sé que decir cuando le veo. No entiendo que hace aquí.

- ¿Estás enfadada?- mi cara lo debe de decir todo-. Lo siento, no debí de haber actuado así- sigo sin decir ni una palabra, no porque no quiera, no sé que decir.

- ¿Por qué hoy? Podrías haber esperado a mañana Alan.

- María- dice mientras me coge una mano-, no pretendía hacerlo así, pero han invitado a mis padres y a mí. Siento no haberme disculpado antes.

Pienso en lo que me hizo aquella noche, fui sincera aunque yo también la cagué. Lo quiero y eso no va a cambiar, pero no sé en que punto estamos. Necesito hablar con él pero este no es el momento, ahora tendría que ir a junto de mi hermano y de Elisa y pegarles dos besazos.

- Alan, ahora voy a ir a junto de mi hermano y de su mujer a darle la enhorabuena. Si quieres hablamos luego.

- Sí, hablamos luego- dice viendo hacia el suelo.

Total para que a lo peor me deje, para eso que lo haga luego y si realmente me quiere podrá esperar y me entenderá.

Corro hacia mi hermano y le pego un beso mientras le abrazo. No me puedo creer que el granuja este ya se haya casado. Todavía recuerdo cuando le cogía alguno de sus libros y me decía que no eran para mí que no tenían dibujos como los míos.

- Felicidades idiota- le digo con cariño-. ¿Cuándo te has hecho tan viejo?- El no para de reír.

- ¿Y tu cuándo te has hecho mayor?- dice haciendo que me de una vuelta para que me vea-. Podrías haberme pedido una invitación doble- dice señalando a Alan-, que nos hemos tenido que enterar nosotros al final por mamá.

Besos para dormirteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora